El hecho sucedió el pasado miércoles alrededor de las 13:30 en la calle Storni al 2300 del barrio Siderca, en la ciudad de Campana, y tuvo como protagonista al primo de Máximo Thomsen, el joven que está preso y acusado de matar en patota a Fernando Báez Sosa.
Se trata de Juan Andrés Pérez Thomsen, de 24 años, quien fue detenido tras cometer un salvaje ataque a un cartero. Sin mediar palabra, con un cuchillo apuñaló dos veces por la espalda, a la altura del omóplato derecho, a Claudio Chaul Bonin y luego se dio a la fuga.
Las cámaras de seguridad del municipio tomaron el momento exacto en que el trabajador de Correo Argentino se encontraba caminando por la vereda llevando su bicicleta y posteriormente es atacado a traición por Thomsen.
Si bien hay un árbol y un Ford Ka estacionado sobre la vereda que dificultan un poco la visión, se observa con claridad cómo un transeúnte huye despavorido al advertir ese cruel ataque en la vía pública.
Luego, hay un corte en la filmación y aparecen en la escena del hecho un patrullero y una ambulancia, que es la que finalmente deriva al herido al hospital local de Campana para una primera atención. Horas más tarde, el cartero fue trasladado por su obra social a un sanatorio de la Ciudad de Buenos Aires. El joven ya fue dado de alta y se encuentra recuperándose en su domicilio.
“Esta conducta habla de qué es lo que sucede en ese entorno familiar. Esta persona es pariente de uno de los imputados. No me interesa el grado de parentesco sino saber si han convivido, porque hablamos de un código o enseñanza que se captó en esa crianza. Si estoy en un ámbito de mucha violencia, lamentablemente se tiende a repetir lo que se aprendió”, remarcó la abogada Valeria Carreras, que pertenece al estudio de Fernando Burlando, quien representa a la familia de Fernando Báez Sosa.
“Este documento es importantísimo. Habla de que no hubo límites. Es un episodio de violencia desmedido. Esto marca una tendencia”, enfatizó Carreras en alusión a los integrantes de la familia Thomsen, que muestran públicamente este tipo de conductas inapropiadas y de poca tolerancia hacia el otro.
Y advirtió que el joven agresor tendría problemas psiquiátricos o desvíos en la conductas, y que está sin tratamiento médico. “Esto pasa cuando uno está acostumbrado a que le den la razón en todo y no le ponen límites. El primo (de Máximo Thomsen, detenido por el crimen de Fernando) cree que (el cartero) le robó o lo miró mal, se cree con el derecho de ajusticiar violentamente”, advirtió la abogada a Crónica TV.
El hecho es investigado por la fiscal Ana Laura Brizuela, de la Unidad Funcional de Instrucción N° 2 de Zárate-Campana, bajo la calificación de lesiones leves: Pérez Thomsen fue aprehendido y liberado 12 horas después.
Desde la familia, aseguraron que el detenido no tiene relación cercana con Máximo, quien se encuentra preso en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero. Recientemente se dio a conocer una pericia clave que puede incriminarlo aún más: la pericia scopométrica a la zapatilla ensangrentada que fue encontrada por la Policía Bonaerense y que habría empleado para patear en el cráneo hasta la muerte a Báez Sosa.
Seis meses después, la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa continúa con nuevas pruebas. A comienzos de este mes, la fiscal del caso, Verónica Zamboni, recibió los resultados de una serie de estudios de ADN realizados en laboratorios del Ministerio Público en Junín. Los resultados, según indicaron altas fuentes del expediente a Infobae, apuntaron a dos de los acusados en particular.
Una camisa de Matías Benicelli (20) fue peritada: se le encontró sangre de Fernando mezclada con la del mismo Benicelli. Por otra parte, un hisopado a la uña de un dedo meñique de la víctima reveló sangre de Blas Cinalli (18), otro acusado.
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