Sandra, una enfermera de la localidad bonaerense de Bernal, fue brutalmente atacada a pocas cuadras del hospital en el que trabaja. En horas de la noche, cuarentena y soledad de por medio, fue abordada cuando regresaba a su casa por dos motochorros armados que casi sin decirle nada la molieron a golpes hasta dejarla inconsciente. Le propinaron puñetazos y patadas en la cabeza, y cuando ya estaba desmayada, le sacaron las zapatillas. Nada más.
Todo ocurrió el pasado 4 de junio sobre la calle Zapiola, entre Viejo Bueno y Smith, justo en frente de una reconocida fábrica de tapas de empanada de la zona sur del conurbano bonaerense. Sandra. según dijo, no recuerda prácticamente nada de lo que pasó. La violencia de los golpes fue tal, que las imágenes que quedaron en su cabeza son confusas. Por eso es que tuvo que acercarse hasta la empresa y pedir los videos de las cámaras de seguridad que registraron toda la secuencia y así saber exactamente qué había pasado.
En la filmación se puede observar el momento en que la víctima caminó sobre la vereda y su camino fue interrumpido por los dos delincuentes a bordo de la moto. Uno de ellos se quedó sobre el vehículo mientras que el cómplice fue el encargado de robarle. La golpeó varias veces con la fuerza suficiente para arrojarla contra la entrada de la fábrica, la noqueó y luego escapó con las zapatillas. En el medio del robo se alcanzó a ver también que sobre la calle Zapiola pasó un auto a gran velocidad.
Al poco tiempo llegó un móvil de la Policía de la Provincia de Buenos, que finalmente terminaría por trasladarla al hospital, su lugar de trabajo.
Al momento del robo, la víctima también sufrió la pérdida de sus documentos. Luego de recuperar la conciencia, los médicos le comentaron lo que había sucedido sin que ella pudiera recordar nada. El resultado, además de los objetos que perdió, fueron hematomas en varias partes del cuerpo, cortes de importancia en la cabeza producto de un golpe con la culata del arma, que debieron ser suturadas con varios puntos, y raspones. La investigación que ya muestra sus primeros avances quedó en manos de la UFI N°4 de Quilmes, a cargo de la fiscal Karina Gallo y de una comisaría de la Policía Bonaerense de Bernal.
Siete días después de lo ocurrido, y todavía con los rastros de la violencia que sufrió en el asalto, Sandra grabó un video dado a conocer por el diario Panóptico Sur, en el que relató todo lo que vivió. Allí le reclamó a las autoridades de Quilmes que detengan a los hombres que la agredieron y denunció que justo en el momento del hecho pasó un patrullero de la policía supuestamente sin detenerse para impedir que la robaran.
“Lo único que recuerdo de esa noche es que me cruzaron estos delincuentes y que yo les pedía por favor que no me hicieran nada. Me golpearon, perdí el conocimiento. Conseguí la filmación de la cámara de seguridad y me di cuenta que en el momento que me estaban golpeando y asaltando, pasaba una patrullero y no hizo nada”, dijo la mujer cubriendo las heridas de su rostro con unas gafas de sol.
Pese a todo, Sandra aseguró que se encuentra en un mejor estado de salud y que continuarátrabajando para dar una mano en medio de este contexto de la pandemia del COVID-19.
“Lo único que pido a las autoridades responsables, es que encuentren a estos delincuentes y que la policía explique por qué no se detuvo. Agradezco a todos por preocuparse. Voy a estar bien porque mi deber como enfermera es seguir trabajando en esta pandemia”, aseguró la mujer en el video.
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