El 10 de julio de 2013, Ángeles Rawson fue asesinada por el portero de su edificio, Jorge Mangeri, según determinó la Justicia, en un lugar y momento hasta hoy desconocidos.
Hoy preso en el penal de Ezeiza, Mangeri fue condenado por el Tribunal Oral Criminal N°9 a prisión perpetua dos años más tarde por el femicidio de Ángeles luego de cuatro meses de audiencia y más de 120 testigos. En la sala, presente, estuvo su madre, Jimena Adúriz.
Con el tiempo, Jimena se convirtió en una referente de las luchas contra los femicidios, parte de las marchas de Ni Una Menos, fue parte de las madres de víctimas consultadas por el Ministerio de Justicia al crear el registro de ADN de violadores para futuras identificaciones y el esclarecimiento de casos. Mangeri, con una condena ya confirmada por la Corte Suprema, entregó una muestra de su material genético tras negarse en un primer momento.
La madre de Ángeles también tendió puentes: aconsejó a la madre de Fernando Báez Sosa luego de que su hijo fuera asesinado a golpes por un grupo de rugbiers en Villa Gesell este año, sobre cómo transitar el duelo.
“La muerte de un hijo es algo que no tiene nombre, el ser humano no está preparado para enterrar un hijo. Uno se sobrepone a través de la resignificación, la ayuda, pero uno no puede cerrar, es el día de hoy que ante cualquier detalle digo ‘¿Gorda, estás muerta?’. Para mi pasó hace cinco minutos", dijo a comienzos de año.
Jimena, siete años después, transita su duelo propio.
Hoy por la mañana, posteó un mensaje en su muro de Facebook. “Cuarentena sin fin”, lo llamó, en una clara referencia al contexto. La ilustró con una foto de ella misma besando un retrato de su hija.
Aduriz escribió. La cuarentena no es solo una disposición presidencial para ella:
“Hace 7 años que te veo a través de una pantalla, que te doy besos y te acaricio a través de un vidrio, que nuestra distancia social es total, Que no tengo una llamada, que no escucho tu voz ni tu sonrisa ni tus enojos. Eso es la muerte. Hoy es el día que transformé en tu homenaje como hacía con tus cumples que amabas. Todos los 10 de junio de hace 7 años reúno a todos los que te amaron, a los que me acompañan, hacemos tu misa, nos juntamos para celebrar tu vida. Este año es muy duro Mumín, porque eso tan esperado no se puede hacer...”
La madre de Ángeles concluyó: “Y luego seguiremos en esta cuarentena sin fin hasta que te vuelva a ver.. Mi amor y mi todo lo que siento por vos crece cada vez más, porque ESO nunca nos lo van a quitar. Mi nena, mi orgullo, mi vida...”
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