Manuel Espinoza, uno de los 17 hermanos de Luis Espinoza, quien fuera asesinado por un arma policial, durante un operativo en Tucumán el 15 de mayo, denunció que las fuerzas de seguridad públicas del sudeste de la provincia tienen vía libre para “hacer lo que quieren" con los residentes rurales y que es habitual que pidan “coimas” para liberar a cualquier vecino.
Manuel, quien fue el que encontró el cuerpo de su hermano fallecido el 22 de mayo en un barranco de Catamarca, brindó una entrevista al programa El Exprimidor, en Radio Colonia, donde volvió a lamentar la brutalidad policial en su provincia y donde destacó un accionar ilegal constante desde hace años en la zona de Rodeo Grande, donde su familia reside.
Incluso, Manuel Espinoza llegó a cuestionar el inicio del relato de la historia y el motivo por el cual la policía de Monteagudo atacó a Luis y a su otro hermano Juan Antonio esa tarde de viernes.
“Dijeron todo el tiempo que había una carrera cuadrera, pero no había nada. Lo que pasa es que es común que estos te agarren y te pidan 5.000 pesos para soltarte. O te piden 10.000 pesos. Acá en el campo no hay control sobre nada y estos policías te hacen lo que quieren. Si te agarran con 10.000 pesos, te piden de coima 6.000 para que te suelten”, denunció Manuel Espinoza.
Uno de los factores clave de la investigación es que, además del crimen, a los policías que intervinieron en el operativo se los acusa de haberle robado a Luis Espinoza la suma de $16.000: unos 10.000 estaban destinados para darle a un hermano y ayudarlo en la compra un neumático y el resto era para una sobrina.
A su vez, Manuel Espinoza volvió a criticar todo el accionar de los acusados en el período que el peón rural estaba desaparecido y toda la población de Rodeo Grande, Simoca, estaba movilizándose desesperada por encontrarlo.
"El subcomisario Montenegro le decía a mi mamá que se quedara tranquila, que ya lo habían soltado y que nunca había estado en la comisaría. Nos decían que jamás lo habían llevado detenido y negaban todo lo que decía mi hermano Juan Antonio, señaló Manuel Espinoza.
Precísamente, este factor del ocultamiento y las presuntas mentiras de parte de los policías de la Comisaría de Monteagudo a la familia Espinoza son algunos de los factores que baraja la fiscal Mónica García de Targa ante la posibilidad de añadir a la carátula de la causa la figura de "desaparición forzada".
Hoy jueves vence el primer período de prisión preventiva de los ocho policías y los dos civiles detenidos por el crimen de Luis. Se estima que la fiscalía aplicará la figura de “homicidio doblemente agravado”, por el hecho de la participación de dos o más personas y por ser un crimen cometido por funcionarios públicos de la provincia de Tucumán. Se solicitará una extensión de la prisión preventiva de los acusados hasta la celebración de un juicio.
"Lo que hicieron estos tipos fue macabro. Había mil personas buscando a mi hermano y no fueron capaces de tener piedad con nosotros", se lamentó Manuel Espinoza.
Y agregó: “El cuerpo lo llevaron hasta Catamarca para que no aparezca más. Semejante altura, del cerro para abajo. Si el cuerpo caía un poco más rápido o más al fondo, no lo encontrábamos más. Además, después regresaron con la camioneta, pusieron música e iban despacio, parando en todos lados para que los vean y no los acusen a ellos”.
En tanto, Manuel Espinoza advirtió que en el transcurso de las últimas dos semanas recibieron una visita por parte de las autoridades de Tucumán, aunque todavía la viuda y los seis hijos de Luis Espinoza no percibieron ninguna ayuda económica por parte del Estado provincial.
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