Una mujer de 24 años estuvo más de un mes secuestrada con su hija de cuatro en un departamento del barrio de Flores. El martes 28 de abril había llegado seducida por una propuesta laboral a un domicilio sobre la calle Bogotá al 3100, entre Helguera y Cuenca, pleno eje comercial dominado por la avenida Avellaneda. Le habían pagado un traslado en remis desde su domicilio en la localidad de Pacheco: incluso le habían tramitado un permiso de circulación por la emergencia sanitaria. La propuesta era cuidar a una persona mayor por 18 mil pesos.
Exactamente un mes después, el último jueves de mayo, su hermana llamó a la central de emergencias 911 denunciando que tenían a su hermana encerrada en una vivienda a la que había llegado engañada. La División Delitos de Trata, dependiente de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad, comprobó luego de una serie de tareas investigativas que la joven era explotada por dos mujeres que no la dejaban salir a la vía pública.
Los efectivos corroboraron que la mujer, al momento de llegar al departamento convocada por una propuesta laboral, se dio cuenta que había sido engañada: su tarea no era cuidar a una persona de edad avanzada sino atender, obligadamente, un comercio ilegal de venta de comida que funcionaba en un departamento a través de una ventana con rejas. En efecto, la joven estaba encerrada y era explotada por dos mujeres.
Este tipo de conductas se tipifica dentro del delito de trata de personas, según se constituye en la ley 26.842. El artículo 2 de la norma dice: “Se entiende por trata de personas el ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países”.
En tanto, personal de la Oficina de Rescate y Trata de Personas del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación realizaron pericias psicológicas que ratificaron las sospechas: la mujer se encontraba siendo explotada por dos personas. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, a cargo del doctor Canicoba Corral, ordenó una serie de allanamientos en los que se liberó a las víctimas el sábado 30 de mayo.
Una de las mujeres fue trasladada a una alcaidía mientras que la otra quedó en consigna policial dentro del domicilio porque debe asistir a un familiar postrado. Mediante los allanamientos se secuestraron celulares y documentación de interés para la causa.
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