Secuestro express de un abogado a plena luz del día en Ituzaingó: la esposa de la víctima pagó más de 10 mil dólares de rescate

Ocurrió ayer al mediodía. La víctima fue capturada en la puerta de su casa y retenida poco más de una hora para ser liberada cerca de la cancha del club Morón. Interviene en el caso el juez Jorge Rodríguez y la fiscalía federal de Hurlingham

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La DDI de Morón investiga el hecho bajo las ordenes de la Justicia federal.
La DDI de Morón investiga el hecho bajo las ordenes de la Justicia federal.

Ayer al mediodía, luego de un largo tiempo de inactividad en el rubro, un secuestro extorsivo en formato express ocurrió en la zona oeste del conurbano bonaerense, que solía ser en tiempos pasados un foco caliente de la actividad.

Ocurrió en el área de Ituzaingó. La víctima fue un abogado de 60 años que fue capturado en la puerta de su casa por tres delincuentes armados que, según fuentes cercanas al caso, esperaban en un auto. Tras tomarlo, se subieron al vehículo para subir a otro auto, estacionado a diez cuadras.

La esposa del abogado negoció el rescate con su marido encañonado, que efectivamente se pagó. La víctima fue liberada tras el pago cerca de la cancha del club Morón y, más allá del shock, está ilesa, el abogado no fue golpeado durante el periplo.

Todo duró menos de una hora. El monto de rescate, según fuentes del caso, fue de 10 mil dólares y 30 mil pesos en efectivo.

La víctima fue liberada en las inmediaciones de la cancha de Morón.
La víctima fue liberada en las inmediaciones de la cancha de Morón.

En el caso intervienen el Juzgado Federal N°2 de Morón con el doctor Jorge Rodríguez, la fiscalía federal de Hurlingham y la UFESE, el ala de la Procuración dedicada a investigar secuestros extorsivos con el fiscal Santiago Marquevich, con órdenes impartidas a la Policía Bonaerense y la DDI de Morón.

Los investigadores creen que el hecho no tuvo inteligencia previa: los secuestradores que pululaban por el Acceso Oeste cinco años atrás y que fueron desarticulados por investigadores como el fiscal Sebastián Basso, hoy a cargo de la UFI que investiga el atentado a la AMIA, solían elegir a sus víctimas al voleo, en base al vehículo de alta gama que manejaban. El abogado, creen los investigadores, fue seguido luego de hacer compras en la zona, a bordo de su camioneta, marca Jeep, modelo Compass.

Los secuestros, por otra parte, se volvieron una rareza en el mapa delictivo de la Argentina, una modalidad de alto riesgo con penas altas, que supo ser reemplazada por las estafas y los secuestros virtuales, sin víctimas interceptadas en la calle y sin violencia física. Según datos de la UFESE, no hubo ningún secuestro extorsivo en Capital y Gran Buenos Aires en todo el mes de abril. La pandemia aplanó la curva.

Ese mes, ocurrió un único caso en Salta, la víctima fue un joven de 20 años de la capital provincial que fue secuestrado en venganza luego de que encabezara una colecta para comprar marihuana y le dieran pasto seco. En represalia, lo privaron de su libertad y le hicieron llorarle por teléfono a su mamá para que pague rescate, que nunca se pagó.

Con información de Federico Fahsbender

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