Los resultados preliminares de las pericias que se realizaron al celular, la computadoras de escritorio, la notebook y el disco rígido externo de la mujer acusada de viralizar un video íntimo de la profesora de fitness complican su situación judicial.
La víctima es la profesora de fitness Gabriela Aberastain (36), que vive en la capital de la provincia de San Luis: el 13 de abril, la profesora radicó una denuncia contra su ex pareja, Diego Oliveri (40), y la que era su novia en ese momento, Tatiana Yacarini (42), por hacer pública una filmación sexual que la denunciante le había enviado a él cuando todavía eran pareja.
Si bien el resultado de la pericia iba a estar disponible este viernes, la evaluación del material recolectado en el allanamiento a la casa de Tatiana –ocurrido el 20 de abril– se demoró y recién estará listo el 22 de mayo. Sin embargo, hay un adelanto.
“El material para la pericia ya está reunido en la División de Delitos Complejos del Poder Judicial de San Luis. El análisis preliminar realizado a los dispositivos permitió revelar que existe material que compromete a la acusada”, adelantó a Infobae el fiscal Leonardo Navarini Busti, que interviene en la causa.
Tanto Yacarini como Oliveri están siendo investigados por los delitos de amenazas, distribución indebida de correspondencia, que engloba las conversaciones en las redes sociales, y distribución de material pornográfico a menores de edad ya que el video también le llegó por privado al Instagram del hijo de Gabriela, que tiene 9 años.
“Se congelaron 14 cuentas de Facebook e Instagram desde donde se había estado difundiendo el video. Y se pudo comprobar que hubo otras que habían sido eliminadas de los dispositivos”, precisó el fiscal Navarini, quien se encuentra a la espera de que ambas empresas respondan los oficios judiciales para avanzar en la investigación.
La División Delitos Complejos de la Policía provincial le ordenó a Facebook brindar datos vinculados a cuatro cuentas donde se filtró la filmación: se pidió especificar la información que permita la individualización de los usuarios que se encuentren registrados en dichas cuentas. A Instagram, en tanto, se le pidió identificar qué números de IP e ID están detrás de otras cinco cuentas.
“Es difícil que podamos acceder a esas cuentas eliminadas, pero sí podremos saber qué conversaciones y publicaciones fueron borradas de las cuentas que fueron congeladas”, explicó el fiscal.
De confirmarse esa información preliminar, el fiscal avanzará con las testimoniales que se han ofrecido y si hay mérito para llamar a indagatoria a los acusados, Navarini elevará el pedido al juez Juan Manuel Montiveros Chada, del Juzgado en lo Correccional N° 1.
A diferencia de otros casos de pornoextorsión, donde el que viraliza los videos es el hombre, lo que llama la atención es que la acusada de provocar esta situación fue otra mujer.
Lo que le sucedió a Gabriela, además, marcó un hito en la sociedad puntana ya que se convirtió en la primera víctima de género digital en llevar su denuncia a la Justicia.
Al momento en que sucedieron los hechos, Tatiana estaba en pareja con Oliveri, ex novio de Gabriela. “Pensó que seguía con él y enloqueció”, contó la víctima a Infobae.
De acuerdo al relato de la profesora de fitness, la mujer actuó enajenada por los celos al creer que ella aún seguía manteniendo una relación clandestina con Oliveri al enterarse de la existencia de un video, que en realidad era viejo. “Se lo había mandado a él cuando aún éramos novios”, contó.
El noviazgo entre Gabriela y Oliveri finalizó en octubre de 2018 y no transcurrió de la mejor manera. Hubo varias denuncias por violencia de género en el medio y hasta recibió un botón antipánico, según relató. Pero él la seguía llamando para pedirle una segunda oportunidad.
Como Gabriela se negó desde el primer momento, Oliveri, según Gabriela, la amenazó con mostrarle ese video íntimo a Tatiana y decirle que se lo había mandado recientemente. Pero ahora, con una investigación en curso, su relató cambió y su abogado sostiene que es otra víctima al quedar en el medio de lo que define como un asunto entre mujeres.
“Como Tatiana tenía la clave del celular de mi cliente era normal que siempre se lo revisara. Cuando descubrió ese video obsceno se lo reenvió a su teléfono y ahí se armó el escándalo. Mi cliente no tiene nada que ver”, aseguró el doctor Jorge Sosa.
Consultado por Infobae, Tatiana aseguró que Gabriela no dice la verdad y que no hará declaraciones hasta que den a conocer las pericias. Al igual que ella, Sosa insiste en que la denuncia contra ellos está llena de mentiras. “Gabriela dice que el video es viejo, pero a mí me consta que ese video se lo envió a Oliveri el 29 de enero de este año. Eso va a quedar acreditado en las pericias. Hay una diferencia entre lo que pasó y lo que se dijo en la denuncia”, advirtió semanas atrás.
Hoy, la realidad es otra.
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