Marcos Esteban Bazán, uno de los imputados por el femicidio de Anahí Benítez, la joven que fue hallada asesinada en 2017 en la reserva Santa Catalina de Lomas de Zamora, se declaró “inocente” en la última jornada del juicio.
Además, por videoconferencia ante el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora, aseguró: “Señora, yo entiendo que perdió a su hija de la peor manera que una madre puede perder a una hija, pero verifique bien señora, porque si yo quedo detenido, el asesinato de su hija va a quedar impune. Porque yo, Marcos Bazán, no tengo nada que ver con tal crimen que se ha cometido”. “Discúlpeme señora mi intromisión, pero se lo tenía que decir. Muchas gracias”, agregó Bazán al dirigirse directamente a Silvia Pérez, madre de la víctima.
Al comenzar su declaración, el acusado afirmó ser “inocente” de todos los cargos que se le imputan y dijo que no conocía de antemano ni a la víctima ni al otro imputado que tiene la causa, Marcelo Sergio Villalba, que en febrero dejó de ser juzgado por decisión del TOC 7 ya que, por sus problemas psiquiátricos, se consideró que no estaba en condiciones de afrontar el juicio.
Luego, Bazán insistió: “Anahí nunca pudo haber estado en mi casa. Ni viva ni muerta sin que el entorno lo haya visto”. Asimismo, le dijo al tribunal que en los “33 meses” que lleva detenido recibió visitas en el penal de muchas mujeres y que tiene el apoyo de distintas organizaciones y personalidades vinculadas al feminismo y a los Derechos Humanos. “Esto, señores jueces, les tiene que hacer un poco de ruido porque estas personas no apoyarían a un asesino o a un violador”, afirmó el imputado.
También afirmó que de acuerdo a lo que escuchó en el debate “no hay pruebas” para condenarlo, pero quiso hacer hincapié en “tres puntos”. Primero relativizó “el rastrillaje del perro” Bruno, de la brigada canina de Escobar, que marcó el rastro odorífero de Anahí en su casa. Después, sugirió que cualquiera podía haber entrado a su casa porque “la cerradura no funcionaba” y, en tercer lugar, desconoció la tijera azul secuestrada en su domicilio que, según la investigación, pertenecía a un amigo de la víctima.
Si bien se puso a disposición de los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; del fiscal Hugo Daniel Carrión; y de los abogados nadie le formuló preguntas y allí fue cuando pidió hablarle a la madre de Anahí “con el mayor respeto” y desde el “fondo del corazón”.
Con la indagatoria de Bazán, el TOC 7 dio por concluido el debate y fijó la jornada para los alegatos de las partes para el próximo lunes a las 9.
Por otra parte, en la puerta de los tribunales de Lomas de Zamora ocurrió un incidente cuando la policía llegó para pedirle el permiso de circulación a los amigos de Bazán que allí realizaban una marcha para reclamar su libertad, en aparente infracción al aislamiento obligatorio.
Fuentes de la defensa indicaron que los efectivos se llevaron demorado a uno de los abogados del acusado, Eduardo Néstor Soares, para iniciarle una causa por violación de la cuarentena. Sin embargo, luego el Juzgado Federal de Lomas de Zamora ordenó su inmediata libertad sin formación de ninguna causa.
El juicio, que se inició en febrero pasado, se reanudó este martes tras 57 días de receso por la pandemia del coronavirus. Bazán no fue trasladado a tribunales, sino que siguió el juicio y declaró a través de un sistema de videoconferencia desde la Unidad 9 de La Plata, donde está detenido.
Como medidas de resguardo, se resolvió que en la sala sólo puedan estar presentes los jueces, el fiscal, los abogados, la madre de la víctima y se habilitó como público la presencia de una sola persona por la querella y otra por el imputado. Además, todos los presentes debieron usar tapabocas y respetaron la distancia social.
Bazán llegó a juicio oral acusado de ser coautor de “privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” y, alternativamente, como partícipe necesario de “abuso sexual agravado por acceso carnal”.
En tanto, Villalba estaba acusado de “robo, abuso sexual agravado por acceso carnal” en carácter de autor -su ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima-, y “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género” en calidad de coautor.
Con esa calificación, en caso de ser hallado culpable, Bazán podría ser condenado a prisión perpetua.
El hecho ocurrió el 29 de julio de 2017, cuando la adolescente salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para caminar unas cuadras hacia el Parque Municipal Eva Perón. Su familia denunció la desaparición ese mismo día y el 4 de agosto el cadáver de Anahí fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.
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