El agua cristalina y la arena blanca de las playas caribeñas de Saint Barth dejaron de ser casi perfectas para Ezequiel “Pocho” Lavezzi. El ex futbolista argentino, que pasa sus vacaciones en la paradisíaca isla, empezó a recibir una serie de amenazas y extorsiones a través de las redes sociales que terminó en dos denuncias penales en una fiscalía porteña dedicada a investigar delitos de cibercrimen. Puntualmente, lo amenazan con distribuir videos prohibidos y conversaciones privadas si no deposita una importante suma en dólares, una pornoextorsión.
"Empezaron a escribirle desde dos cuentas de Instagram. No solo a él sino también a su novia, la modelo Natalia Borges, con la que convive. En concreto, estas personas le dicen que tienen sus videos y conversaciones y le dan detalles del contenido, por eso se le da verosimilitud. Aunque si fueran falsos sería una extorsión de todas formas”, explican fuentes cercanas al caso.
Según lo investigado hasta el momento, el ex San Lorenzo empezó a recibir mensajes en su cuenta de Instagram en los que el extorsionador le hacía referencia a unos videos y conversaciones que el futbolista reconoce como reales. Incluso llegaría a reconocer quién podría habérselos enviado a su extorsionador en su momento. “Son de hace varios años, evidentemente alguien los guardó”, señalan desde su entorno.
La cifra exigida por el o los delincuentes que están detrás de la maniobra es de $5.000 dólares por cada pieza de material. Lo mismo le pide a su pareja.
Frente a la situación, Lavezzi se comunicó con su abogado Mauricio D’Alessandro y comenzaron las consultas judiciales, que terminaron con dos denuncias en la fiscalía de ciberdelitos del fuero porteño a cargo de la doctora Daniela Dupuy y en la Justicia de instrucción. Los delitos que se investigan son el de extorsión y difusión de imágenes privadas.
Dupuy es la fiscal que hoy investiga al docente Adrián Rowek, acusado de enviarle material sexual a un alumno de 12 años y encontrado con otro en la cama, con más de 30 víctimas sospechadas. Dupuy, cabeza de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas, también llevó a la cárcel al ex pediatra del Garrahan Ricardo Russo, acusado de producir pornografía infantil en su propio consultorio, condenado a 10 años de prisión.
“Pocho está tranquilo aunque atento al avance de las cosas. Su preocupación es para que se sepa lo menos posible del tema. Cuando contrató a su abogado, le hizo firmar un contrato de confidencialidad”, dice alguien que está al tanto de las denuncias.
Mientras tanto, dos fuentes cercanas al caso confirmaron a Infobae la existencia de ambas causas.
Uno de los aspectos que se está investiga es la relación que puede existir entre la persona que Lavezzi reconoce como destinataria de los videos y conversaciones y los extorsionadores. En las últimas horas llegó desde Estados Unidos, mediante un exhorto, la respuesta de la compañía Facebook con respecto a las cuentas señaladas. Si bien no trascendieron detalles, el informe indicaría que los extorsionadores no estarían en el país o al menos sus perfiles de Instagram no están radicados en la región.
No es la primera vez que material íntimo del futbolista sale a la luz: en agosto de 2014, una serie de fotos de claro contenido sexual del ex San Lorenzo y Napoli junto a su entonces pareja, Yanina Screpante, circularon por Twitter y Facebook poco después del Mundial de Brasil. Lavezzi aparecía con una gorra de policía de cotillón.
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