Falta poco más de una semana para que se cumplan dos meses de la cuarentena obligatoria en todo el país y, si bien en algunas partes del territorio nacional comenzaron a relajarse las condiciones del confinamiento, las condiciones laborales todavía se encuentran muy condicionadas. En el delito es igual: lo mismo sucede con el narcotráfico, rubro que debió reinventarse desde el 21 de marzo y que todavía genera noticias sobre nuevas metodologías en la venta y el traslado de la droga.
El último caso curioso se dio en la ciudad de Rosario, una de las regiones más calientes del país. Un hombre de 25 años fue detenido cuando intentaba vender estupefacientes. Al momento de su aprehensión, el sujeto tenía guardados diez envoltorios de cocaína pegados dentro de su barbijo, sobre su rostro.
El hecho se produjo durante la mañana del domingo en la esquina de las calles Volta y Nicaragua. Según informó el diario La Capital, la detención se produjo durante un operativo de rutina de la policía local en la zona.
Dos efectivos policiales divisaron al hombre, que realizaba movimientos sospechosos. Se le dio la voz en alto, se produjo un pequeño interrogatorio y luego se comprobó que el joven se encontraba vendiendo cocaína a algunos de los vecinos del barrio.
Al revisar al sospechoso y pedirle que mostrara su cara, los efectivos comprobaron que dentro del barbijo que el sujeto llevaba había diez pequeñas bolsitas de nylon sujetadas con un precinto.
Dentro de esos paquetes se detectó un polvo blanco compatible con cocaína, por lo que se procedió de inmediato a la detención del sospechoso. Fue identificado como Lucas Luciano A.: de inmediato quedó bajo arresto e incomunicado en la Comisaría 32ª de la ciudad.
Este caso de la cocaína dentro del barbijo se suma ya a otras tantas estrategias de los protagonistas de la venta de droga y el narcomenudeo en medio de la cuarentena en el país.
A mediados de abril, Infobae informó sobre las nuevas metodologías de tráfico de estupefacientes en medio del confinamiento. Un conductor de taxi de Villa Crespo fue detenido con su vehículo en la esquina de San Martín y Nogoyá. Llevaba nueve bolsas de cocaína y restos de la misma sustancia debajo de su nariz. Se le inició una investigación y se le abrió una causa, en principio, por tenencia de estupefacientes y resistencia a la autoridad.
No fue el único: el resurgimiento de los “toxi taxis”, con choferes que venden droga desde sus guanteras es otra constante en los relatos de consumidores, así como citas fugaces en los pasillos de supermercados chinos. La semana pasada, la división Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad detuvo a un chofer en la esquina porteña de Mitre y Suipacha con bolsas por sesenta gramos dentro de una media negra sobre un Volkswagen Voyage. Días antes, otro taxista con droga fue detenido en Tapalqué y Albariño, barrio de Mataderos, por la misma fuerza. “Jefe, yo solo hago la entrega”, dijo el conductor. Otros seis traficantes fueron detenidos con marihuana y pasta base para menudear en barrios como Retiro, Caballito, Almagro y Balvanera en los últimos días.
También hubo quienes realizaron sorteos de frascos de marihuana en Instagram o ventas de cogollos por medio kilo a cifras elevadas a través de fugaces stories. Están los que también, lamentablemente, utilizaron a los repartidores en bicicleta de las apps de servicio para llevar la droga a destino. “El mensajero vino con la mochila de la marca del delivery, con la bolsa, todo. Era como si hubiera pedido una pizza. Le di plata, me dio el paquete con el precinto de seguridad. Una locura”, afirmó un comprador de inicial M. a este medio.
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