Los peritajes psicológicos y psiquiátricos pendientes para los ocho rugbiers detenidos por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido en la ciudad de Villa Gesell el 18 de enero último, se realizarán recién cuando se levante la cuarentena por el coronavirus, para evitar desplazamientos de los imputados fuera del penal en el que están alojados.
Si bien en principio estas medidas estaban programadas para que sean entre el 13 y el 24 de abril en la Asesoría Pericial de La Plata, el decreto de aislamiento obligó a postergarlas y que las mismas no tienen fecha prevista ya que depende de que finalice la cuarentena.
Los peritajes psicológicos y psiquiátricos, al igual que otros informes socioambientales, habían sido solicitados por el juez de Garantías de la causa, David Mancinelli, ante el pedido de arresto domiciliario por parte del abogado defensor, Hugo Tomei.
Los rugbiers Máximo Thomsen, Ciro Pertosi, Luciano Pertossi, Lucas Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz habían sido trasladados desde el penal de Dolores al Complejo Penitenciario de Melchor Romero para estar cerca de la Asesoría Pericial, y evitar de esta manera largos traslados para los peritajes.
Pero justo cuando debían comenzar las entrevistas con los especialistas, fue decretada la cuarentena y la medida fue provisoriamente suspendida y no tiene fecha de realización.
A pocos días de cumplirse cuatro meses del crimen, también está pendiente, en el marco del incidente de morigeración, el pedido de informe socioambiental que el juez hizo a la Asesoría Pericial del Departamento Judicial Zárate-Campana, para conocer quiénes viven en los domicilios fijados en la causa por cada imputado y quiénes serían eventualmente los tutores de conducta, qué dinámica familiar existe y la situación habitacional y laboral del grupo.
Una fuente de la investigación indicó que “si bien se trata de un informe de rutina, este relevamiento suele demorar entre dos y tres semanas”, pero hasta que no se termine la cuarentena, tampoco podrán realizarse las entrevistas necesarias.
El resultado de las pericias psicológicas y psiquiátricas también es aguardado por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Gesell, para incorporarlo al expediente y poder requerir la elevación a juicio del caso.
En los últimos días la fiscal volvió a tener en su poder el expediente, luego de que la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores confirmara semanas atrás las prisiones preventivas y rechazara un pedido de recusación en su contra presentado por la defensa.
Zamboni imputó a los ocho rugbiers el delito de “homicidio agravado por alevosía, y por el concurso premeditado de dos o más personas” y permanecen detenidos desde el mismo día del crimen de Báez Sosa frente al boliche Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell.
En cuanto a la situación de los rugbiers dentro del penal, fuentes judiciales informaron que “no hubo pedidos” por parte del defensor respecto de una posible excarcelación de alguno de los jóvenes por el coronavirus, y que “de todos modos ninguno de ellos parece encuadrable en alguna de la condiciones de riesgo susceptibles de ser contempladas”.
Días atrás, Viollaz concurrió a la sala médica de la unidad penal porque “presentaba algunos dolores”, indicó una fuente, pero luego de los controles de rigor se determinó que “no presentó anomalías diagnósticas”.
En las últimas horas, la novia de Fernando, llamada Julieta, publicó en las redes sociales un nuevo mensaje recordando a su novio e insistió en su pedido de justicia.
“No se olviden nunca de la forma en la que se decidió arrebatarle todo. Pasaron casi cuatro meses de su asesinato, y nosotros seguimos firmes pidiendo justicia. El dolor de su familia y su novia, no cesan”, dijo en el mensaje.
Por su parte, el padre de la víctima Silvino Báez recordó este domingo con una foto el día en que su hijo se preparaba para iniciar sus vacaciones en la costa atlántica bonaerense y aseguró que aún conserva los audios que se enviaron para despedirse.
“Hoy se cumplen cuatro meses de que te fuiste de vacaciones, es triste saber que no volveré a verte mi querido Fernando”, fue el texto que escribió Silvino y que acompañó la imagen del joven.
“El día en que viajó yo no estuve porque tenía que trabajar, pero en las vísperas lo ayudé a preparar la valija y estuvieron hasta las tres de mañana junto a Graciela -su mamá- y Julieta -su novia- armando todo el equipaje”, dijo Silvino.
El hombre recordó que Fernando le pidió que lo despertara para despedirse, pero al verlo dormir tan tranquilo, se fue a trabajar y lo saludó por mensajes de WhatsApp.
“Me pidió que lo despertara a la mañana para despedirse. Intenté despertarlo tocándole el pelo, los brazos, las piernas, hasta que lo vi tan tranquilo que le di un beso, le dejé algo de plata para el viaje y me fui”, recordó. Y agregó: “Cerca de las 9.30 me envió un audio para despedirse de mí. Esos audios aún los conservo.”
El crimen de Fernando se produjo cerca de las 4.40 de la madrugada del sábado 18 de enero frente a Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell, cuando el joven fue atacado a patadas y trompadas.
El ataque quedó grabado por cámaras de seguridad y teléfonos celulares, por lo que horas después fueron detenidos los ocho rugbiers que aún están detenidos, y otros dos fueron excarcelados, Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi, imputados como “partícipes necesarios” del crimen.
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