César Torres Vargas había agredido a su pareja durante años según la acusación en su contra. En octubre de 2019, Vargas tomó una amoladora y la golpeó con la herramienta en la cabeza, luego de atacarla a patadas y golpes de puño. Albañil de oficio, de 52 años de edad, con domicilio en González Catán, ex empleado de varias constructoras, siguió con su trabajo en una empresa dedicada al colocado de pilotes hasta semanas atrás. Las cosas habían empeorado en los últimos tiempos: su mujer, a principios de este mes, en medio de la cuarentena, solicitó el botón antipánico en un juzgado de familia.
La Justicia fue un paso más allá. Esta semana, según confirmaron fuentes policiales a Infobae, Torres Vargas fue detenido, con un expediente a cargo de la UFIJ N°1 de La Matanza especializada en violencia de género con la fiscal Silvana Breggia y el Juzgado de Garantías N°5. La calificación es larga, lesiones leves agravadas por el vínculo en reiteradas ocasiones, amenazas agravadas por el empleo de arma y violación de domicilio, todas en concurso real entre sí. El arresto estuvo a cargo de la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense, que lo encontró en un domicilio de San Justo.
En la Villa 31, la Policía de la Ciudad detuvo la semana pasada a un hombre de nacionalidad peruana con domicilio en la manzana 35 y a su cómplice, apodado “El Zapatero”, involucrados en un hecho bestial en medio del aislamiento obligatorio y con los casos de coronavirus en alza en el asentamiento: el principal acusado había golpeado a su pareja con una botella en la cabeza, lo que le costó una imputación de lesiones graves y amenazas agravadas por violencia de género.
La mujer había pedido un botón antipánico, la respuesta del agresor fue romperlo a golpes. Interviene en la causa la Fiscalía porteña N°10 y Juzgado contravencional N° 24, a cargo de la doctora María Alejandra Doti.
El observatorio Ahora Que Sí Nos Ven, que contabiliza femicidios en todo el país, aseguró que el ritmo de los crímenes violentos contra mujeres no desciende durante la cuarentena, con 28 casos en abril.
En lo que va del año, el observatorio contabilizó 117 casos, con 125 niños que perdieron a sus madres: 68% de las víctimas eran parejas o ex parejas de sus victimarios. En el 66% de los casos, la casa de la víctima fue la escena del crimen. La provincia de Buenos Aires concentra la inmensa mayoría de los casos, con 43 hechos.
Las denuncias a la línea 144 para reportar violencia de género también aumentaron. Ante la baja en denuncias presenciales dada la cuarentena, diversas fiscalías generales en el territorio bonaerense habilitaron líneas de WhatsApp.
Mientras tanto, los femicidios continúan. En Ascensión, provincia de Buenos Aires, Elizabeth Quilográn fue asesinada por su pareja, Ramón Báez, presentaba heridas provocadas con un hacha en la cabeza, lesiones en el rostro por golpes de puño y tenía restos de tierra en los pulmones, por lo que se cree que aún estaba con vida cuando el asesino la enterró. Báez, aunque confesó el hecho a la Policía Bonaerense de forma espontánea, no ratificó sus dichos en su indagatoria. El domingo pasado en San Pedro, Roberto Romero mató mientras dormía a su esposa de ocho martillazos en la cabeza, para luego escapar en bicicleta. Continúa prófugo.
Si sufrís o conocés a alguien que sufre violencia de género podés llamar a la línea 144 de atención gratuita.
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