Femicidio en San Pedro: las bestiales amenazas por WhatsApp del asesino prófugo y la nota que dejó junto al cuerpo

Roberto Romero está acusado de matar a su mujer de ocho martillazos en la cabeza mientras dormía. Se cree que huyó en bicicleta. La relación que mantenía con su hijastra y el audio cargado de insultos que le envió a su suegra tras escapar

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María Esperanza y Roberto Romero:
María Esperanza y Roberto Romero: víctima y presunto victimario.

María Esperanza Fernández fue asesinada el domingo pasado en su casa de San Pedro de ocho martillazos en la cabeza mientras dormía. Por el crimen, la Policía Bonaerense busca a Roberto Raúl Romero, esposo de la víctima y padre de 4 de sus hijos. La fiscalía del caso, a cargo de la doctora Viviana Ramos, especula con que podría haberse ido de la ciudad. Su huida, por otra parte, no habría sido particularmente veloz.

“Tenemos entendido que el supuesto asesino se escapó de la casa del crimen en bicicleta. Teniendo en cuenta eso, no debería estar muy lejos. Sin embargo, desde el crimen hasta la hora del hallazgo pasaron varias horas que podrían haberle servido al acusado para escaparse a otra ciudad o provincia”, deduce una fuente del caso.

Según la reconstrucción de la fiscalía, todo comenzó el domingo cerca de las 15 cuando Araceli, una de las 5 hijas de María Esperanza, quiso comunicarse por teléfono con su mamá pero no pudo hacerlo. Tampoco respondía su papá, Romero. Habían quedado que al mediodía pasaban a buscar a sus tres hijos menores que se habían quedado a dormir en lo de Araceli pero no aparecían, no respondían sus celulares ni atendían el teléfono fijo.

La joven de 18 años se acercó a la casa de sus padres ubicada en el barrio El Amanecer junto a Brian, su pareja. Cuando llegaron se encontraron con la puerta principal trabada por lo que tuvieron que entrar por una de las ventanas. El momento del hallazgo lo describió el novio en su testimonio a la Justicia: “Mientras Araceli buscaba a sus padres por toda la casa yo entre al dormitorio. Vi que sobre la cama pero debajo de las sabanas había un bulto y también noté una mancha pero no pensé que era de sangre. Creí que era barro o humedad. Cuando levanté la sábana pude ver un pie y ahí me di cuenta que era mi suegra”, aseguró.

Apenas tomó intervención, la fiscal Ramos ordenó que se peritara la casa. En la inspección dentro de la vivienda, la Policía Bonaerense encontró la supuesta arma homicida, un martillo de carpintero con manchas de sangre que hoy se analiza.

“Lo que surge de los testimonios es que al momento del asesinato, dentro de la casa estaban solamente la víctima y Romero, su marido. Inmediatamente ordenamos su captura y hasta el momento no aparece. Se escapó con una bicicleta que tampoco fue encontrada. El hombre no tenía trabajo y vivía solamente de una pensión que cobraba su mujer por lo que creemos que no tiene muchos recursos para permanecer oculto”, señalan desde los tribunales ubicados en San Nicolás.

La autopsia, realizada en la morgue nicoleña, reveló que la víctima tenía 8 martillazos en la cabeza que le provocaron la muerte. También señala el informe que el ataque se produjo probablemente mientras la víctima dormía por lo que no tuvo la posibilidad de defenderse. La data de muerte, es decir la hora en la cual fue asesinada, se ubica alrededor de las 6 de la mañana. Si se tiene en cuenta que la hija y su novio encontraron el cuerpo a las 15 hay una ventana de tiempo de aproximadamente 9 horas, tiempo más que suficiente para que el acusado pueda escapar.

Perros: la búsqueda de Romero
Perros: la búsqueda de Romero continúa.

En su declaración policial, Araceli detalló que su mamá tenía, además de la sábana que la cubría, una almohada en la cabeza y que al lado del cadáver había una nota escrita a mano por su papá: “Con Yanina vamos a ser felices y vamos a estar juntos”.

¿Quién es Yanina? Es la hija mayor de Esperanza, de 23 años, fruto de una pareja anterior, la hijastra de Romero.

En paralelo a la búsqueda del femicida, la fiscal Ramos avanzó en la investigación basándose en los testimonios de allegados a la víctima que permitieron ir descubriendo, parcialmente, el oscuro entramado familiar detrás del asesinato.

En varias de las declaraciones que constan en el expediente, casi todas de familiares directos de Esperanza, se repite que Romero mantenía una relación extramatrimonial con Yanina desde hacía 5 años, cuando ella cumplió 18. Esto fue ratificado por la propia joven cuando declaró ante la Justicia, aceptando que mantenía un amorío con su padrastro.

Sin embargo, la fiscal Ramos se topó con un testimonio que sembró dudas en el armado de una posible hipótesis. Florinda Bianchi, mamá de Esperanza y abuela de Yanina, contó que su nieta estaba viviendo hace algunos meses con ella y que le había contado que en realidad Romero la abusaba sexualmente: “Me contó que su padrastro la violaba. Me lo dijo hace una semana atrás entre llantos. Me dijo que Roberto la abusaba desde que tenía 10 años”.

La fiscal cree que el día anterior al asesinato Romero se enteró de esta confesión por parte de Yanina a su abuela y por eso buscó armar una reunión familiar para intentar blanquear la situación y dejar en claro que se trataba de algo consentido y así evitar ser denunciado. Florinda se negó a reunirse y finalmente el encuentro se frustró: “Le dije que no nos juntábamos nada porque yo nunca le voy a perdonar lo que hizo con mi nieta”, afirmó.

A las 7.55 del domingo, cuando Esperanza llevaba casi dos horas muerta, Romero le envió un audio de Whatsapp a su suegra. Dura casi 4 minutos y contiene una catarata de insultos a su hijastra Yanina donde busca dejar en claro, repetidas veces y de manera extremadamente vulgar, que mantenían relaciones frecuentemente y que no eran abusos.

Infobae accedió al audio, que reproduce en esta nota en forma parcial:

Fragmento del audio de Whatsapp de Ramón Romero

El contenido es bestial, denigrante, barbarie machista pura:

“Decile a la puta esa de tu nieta que se acuerde cuando echaba a la madre de la casa y a los hermanos para coger conmigo. Para eso no lloraba. Que se haga cargo. Yo ya me voy con un amigo a presentarme en la fiscalía de San Nicolás para contar todo. Ella va a tener que declarar delate de un juez. Espero que este audio se lo hagan hacer escuchar a la policía. Se hace la santita. Hace 5 años que estamos juntos y cuando yo le decía ‘Yanina paremos con esto’ ella me amenazaba y me decía que si yo no le daba un hijo o mataba a la madre y me iba con ella a vivir a Catamarca me iba a hacer meter preso e iba a decir que yo la violaba de chiquita”, dice Romero en parte del audio enviado en la mañana del día del asesinato.

En la fiscalía, por estas horas, intentan poner blanco sobre negro. No está claro todavía si efectivamente existía una relación entre Romero y Yanina o si en realidad, como declaró su abuela, se trataba de abusos sistemáticos. Lo que también sigue siendo un misterio es porque la ira de Romero, al verse acorralado por una posible denuncia por abuso, desembocó en el asesinato de su esposa de hace más de 20 años.

Mientras todo esto pasa en tribunales, la Policía bonaerense realiza distintos rastrillajes para intentar encontrar al prófugo. En la búsqueda, que en el día de ayer se centró en orillas del Río Paraná, participa el perro Bruno, uno de los canes más eficaces en búsqueda de personas. También rastrillan la zona policías de la DDI San Pedro-Baradero.

La fiscal Romero calificó la causa como un femicidio agravado por alevosía y premeditación. Además, solicitó la captura internacional del acusado. Aunque creen que lo más posible es que este en las inmediaciones por no tener dinero ni haberse llevado sus pertenencias, las 9 horas que tuvo de ventaja juegan en contra de los investigadores.

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