Parece que pasó una eternidad, que quedó lejano en el tiempo. Sin embargo, hace tres meses y medio Fernando Báez Sosa fue asesinado a piñas y patadas por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche de Villa Gesell. Desde entonces, Julieta Rossi, la novia del joven de 18 años, mantiene el reclamo de justicia para lograr la condena de los asesinos. Pero su preocupación e indignación aumentó en los últimos días luego de que más de mil reclusos hayan sido beneficiados con prisiones domiciliarias y excarcelaciones con la excusa de la propagación de coronavirus en los penales.
Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (19), Blas Cinalli (18), Enzo Comelli (19), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Matías Benicelli (20) y Lucas Pertossi (20) se encuentran detenidos en la Unidad 29 de Melchor Romero, mientras avanza la investigación y esperan la llegada del juicio, acusados de “homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”. La novia de Fernando teme que sean parte de la liberación masiva de detenidos que se efectuaron en las últimas jornadas.
Por eso, a través de las redes sociales, Julieta Rossi manifestó su indignación: “Fernando Báez Sosa también tenía derechos esa noche. Por una vez pongámonos del lado de las víctimas”, reclamó la joven. La publicación está acompañada de una imagen que se registró desde un celular, en la que se ve al chico de 18 años tirado en el suelo, mientras sus agresores huyen de la escena.
Con la excusa del COVID-19 salieron de la cárcel 1.700 detenidos y aún se mantienen vigentes los pedidos individuales de otros 1.300 presos.
En tanto, Julieta Rossi se mantiene activa en su cuenta de Twitter. Además de reclamar justicia por la muerte de Fernando, comparte publicaciones de familiares de víctimas de delitos que se encuentran igual de indignados con las recientes decisiones judiciales.
Días atrás compartió la publicación de la cuenta “Justicia por Fernando”. Allí, en una foto en la que está ella con su novio, se hizo mención a todos los rugbiers involucrados en el asesinato, con la leyenda: “Hasta el último día, vamos a recordarles: Maximo Thomsen, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Matias Benicelli, Juan Guarino y Alejo Milanesi. Les derrumbaron el mundo que querían construir juntos. #JusticiaParaFernando”.
El juez Víctor Violini es el responsable de dictar que, mientras dure el aislamiento social, preventivo y obligatorio, se conceda el arresto domiciliario de los presos acusados de delitos leves y que formen parte del grupo de riesgo. En el caso de los internos en situación de riesgo, pero alojados por delitos graves, Violini dispuso que cada juez analice si es viable el arresto en su casa. Sin embargo, entre los que accedieron al beneficio judicial hay al menos dos violadores de menores, que viven cerca de las casas de los niños que abusaron.
Violini también es el responsable de que los reclusos tengan teléfonos celulares luego de que se hayan suspendido las visitas en las cárceles por temor a que se propague el coronavirus. Justamente con esos teléfonos, lograron trascender las nuevas medidas, entre ellas tomar los techos de los penales para exigir el máximo beneficio: la libertad.
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