Tras el brutal motín del viernes donde los presos de Devoto tomaron los techos para exigir medidas de higiene y salud por la pandemia del coronovirus y reclamar excarcelaciones y arrestos domiciliarios, las autoridades se reunieron con los capos de los pabellones un día después: firmaron una tregua frágil, un documento de tres páginas en donde el SPF y las autoridades se comprometieron a revisar expedientes, las situaciones procesales de presos mayores de 60 años, en condiciones de libertad asistida o acceder a salidas transitorias, con condenas firmes menores a tres años.
No se pactaron libertades ni salidas inmediatas. Hubo, sí, un compromiso a analizar la situación luego de la violencia que dejó a 11 penitenciarios con quemaduras y a seis detenidos internados.
Luego, fueron incluidos los grupos de mujeres con niños y embarazadas, extranjeros con trámite de expulsión y personas que fueron condenadas bajo régimen penal de menores en violación a a los derechos humanos. El pacto no valía solo para Devoto, sino para todas las cárceles federales del país.
En la mesa, además de al menos 15 referentes elegidos entre los presos de los módulos de Devoto, participaron funcionarios como el juez de Casación Penal federal Gustavo Hornos, el presidente del sistema institucional del control de cárceles, Daniel Morín, el secretario de Justicia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, Juan Martín Mena, además de la cúpula del Servicio Penitenciario Federal liderada por su director, Emiliano Blanco.
La mesa de diálogo acordó reunirse nuevamente hoy jueves en Devoto, donde presos, penitenciarios y funcionarios se volverán a ver las caras para analizar el estado de situación. Por lo pronto, después de 2 mil pedidos, el SPF elaboró una lista de 380 reclusos que podrían abandonar el sistema dada las condiciones de sus expedientes o su salud de cara al riesgo del coronavirus.
Una fuente en la mesa de diálogo asegura: “Todos los penales del país están mirando esta reunión, penales de Paraguay también están atentos. Si alguno no cumple con lo pactado, agarrate”.
Por lo pronto, los presos de Devoto se organizan nuevamente con una bandera que se repite en los módulos. “Ni violadores ni femicidas. No están incluidos en nuestra lucha”, aseguran en su nueva bandera, con un obvio eco del reclamo social y el temor y furia ante la liberación de detenidos.
Ayer, se circuló un mensaje con el encabezado: “Mañana jueves 30/4/2020. Batucada pacífica". Mencionaba 14 cárceles de todo el país: Ezeiza, Marcos Paz, paradójicamente el penal de abusadores en Senillosa, provincia de Neuquén.
Las batucadas, en teoría, son pacíficas, Devoto tiene una larga historia de ruidos de tambores como alerta de los presos y signo de protesta, nadie cerca de la mesa de diálogo que fue consultado por Infobae espera un nuevo motín, aunque se habla del riesgo de un temblor en la provincia de Buenos Aires, de que presos ganen los techos como ocurrió en las cárceles de Florencio Varela y Melchor Romero. Cierto es que el SPF espera una cierta tensión. “El Servicio no puede dejar de preveer cualquier escenario”, asegura una fuente.
El personal del Ministerio de Justicia había llegado a Devoto poco antes de las 10 de la mañana. “A mí no me gusta que salgan los asesinos y los violadores a la calle. Y al presidente tampoco. Somos gente de criterio, somos gente que conocemos el derecho y entendemos lo que les pasa a las víctimas”, planteó la titular de la cartera, Marcela Losardo, en declaraciones a radio Mitre.
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