El crimen de la docente Rosa del Milagro Sulca sumó dos nuevos detenidos. Se trata de los policías de la Comisaría Cuarta de la ciudad de Salta, que fueron hasta la casa de la víctima minutos después de que ella alertara al 911 por el ataque que estaba sufriendo. La Justicia investiga su accionar, ya que como tocaron el timbre y nadie los atendió, se retiraron de la vivienda de Sulca sin establecer qué había sucedido.
Ambos efectivos fueron imputados por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte. Así lo determinaron fiscales penales Verónica Simesen de Bielke y Pablo Rivero, integrantes de la Unidad Fiscal de Colaboración creada ayer por el procurador general de la provincia, Abel Cornejo, para evaluar la actuación policial en ese homicidio.
Sulca (48) fue atacada durante la madrugada del martes pasado en la casa donde vivía sola, ubicada sobre la calle Amalia Aybar al 1400, en el barrio Villa Mitre de la capital salteña. La autopsia permitió determinar que la docente recibió 17 puñaladas en la zona del tórax que acabaron con su vida.
Mientras estaba siendo agredida, la mujer alcanzó a dar aviso y pedir ayuda. A las 2.37 se comunicó con el 911: “Me están matando”, llegó a vociferar cuando en ese momento otra mujer le sacó el teléfono y explicó quien hablaba que era “una tía con problemas de salud”.
De inmediato, un patrullero se dirigió hasta la casa de Sulca. Al llegar, los policías vieron que las luces estaban encendidas y tocaron la puerta, pero nadie les contestó. Entonces trataron de comunicarse con el teléfono del cual provino el llamado de auxilio, pero tampoco hubo respuesta. Los uniformados informaron: “Negativo moradores, no son alertados por persona alguna”. Y a las 2.52 se retiraron del lugar.
El mismo martes, a las 18:30, ingresó otra llamada al Sistema de Emergencias por parte de una vecina que dijo que le resultaba extraño que Sulca no contestara llamadas ni mensajes y que las luces de su hogar se mantuvieron prendidas durante todo el día.
Nuevamente, personal de la Comisaría Cuarta volvió hasta la vivienda aunque esta vez ingresaron por la fuerza. Adentro encontraron a Sulca sin vida y parte de la casa revuelta.
El homicidio es investigado por el fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas en feria extraordinaria, Gustavo Torres Rubelt. Ayer fueron detenidos un joven de 18 años, Pablo Exequiel Verón, y su pareja, una adolescente de 17, ambos acusados por homicidio agravado por alevosía. Para el fiscal, ellos entraron a robar a la casa de Sulca y la asesinaron tras el llamado al 911.
A través de su cuenta de Facebook, Sulca había contado recientemente que este año ya había sido víctima de la inseguridad en dos ocasiones: “A mí me entraron a robarme el 26 de enero y nuevamente el 16 de marzo, esta última fecha, antes de la cuarentena me desvalijaron la casa y nadie vio nada. Ya todos deben estar vendiendo en Floresta (barrio de Salta), es como sentirse vejada, solo uno sabe lo que cuesta adquirir las cosas y también sé que todo se paga en esta vida”, comentó.
Sobre el robo ocurrido en enero, agregó en otra publicación que antes del hecho una chica se comunicó con ella por la misma red social para pedirle que la ayude con unas materias del colegio. “Cometí el error de contarle que me iba al gimnasio y en mi ausencia entraron a robar. Evidentemente me tendieron una trampa mientras estaba fuera de mi casa”, relató.
El fiscal Torres Rubelt investiga si la pareja acusada tiene relación con estos episodios de robo que Sulca sufrió anteriormente. Por lo pronto, hoy por la tarde ambos fueron indagados por el crimen. Verón se abstuvo de declarar, mientras que la menor negó la acusación en su contra.
Así, Torres Rubelt solicitó al Juzgado de Garantías interviniente que “se mantenga la detención de los acusados mientras se cumplen las numerosas medidas probatorias solicitadas”, lo cual aún está pendiente, informaron desde el Ministerio Público Fiscal provincial.
Mientras la investigación avanza, la consternación en Villa Mitre continúa. Sulca era maestra de grado en la escuela Ejército Argentino y muy querida en el barrio. En las redes sociales, muchos la despidieron con afecto y recordaron haber sido alumnos suyos en algún momento. Anoche, más de un centenar de vecinos se movilizaron hasta la Comisaría local para reclamar justicia.
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