Este martes por la noche, cerca de las 22:30, un grupo de al menos cinco asaltantes entró a la casa de Norberto Velay, “El Tano”, de 55 años de edad, en el country Los Ombúes de Hudson, en la zona sur del conurbano bonaerense. Era la casa familiar: Velay está radicado en ese domicilio con al menos tres de sus vínculos más cercanos. No había nada de qué sospechar, los atacantes tenían los uniformes de Protección Total, la empresa de seguridad privada que custodiaba el country. Le robaron más de 30 millones de pesos en efectivo.
Se fueron en una camioneta de Protección Total, la misma con la que habrían ingresado. Velay tomó un arma y comenzó a dispararles en su huida, sin herir a nadie. Un vecino salió de su casa a asistirlo: vio cómo la camioneta huía hacia la parte trasera del country. El portón que debía bloquearle el paso, según contó este vecino a otros en Los Ombúes, estaba abierto, con una moto tirada en el piso. La camioneta de la huida fue abandonada pocas cuadras después.
Los ladrones fueron temerarios. Tenían el dato, quizás. No se roba de esta manera sin inteligencia, sin apoyo táctico. Las cámaras de seguridad, para empezar, habían sido cortadas o desactivadas. Una alta fuente judicial se aventura: “Lo vendieron a este tipo, con moño y factura, sin ninguna duda”.
Velay dijo no sospechar de nadie, por el momento.
El caso quedó a cargo de la fiscal Silvina Borrone de la UFI N°4 de Berazategui y su equipo: el trabajo duró hasta altas horas de la madrugada, con declaraciones en una comisaría de la zona. Las tareas continúan.
Velay es reconocido por el acoplado en su camioneta: “Velay Racing Team”, dice, un ploteo de gran tamaño. El equipo, precisamente, compite en el circuito de jet ski argentino, con un joven de su familia -que también es empresario e integra el directorio de una firma dedicada al negocio de préstamos rápidos- como figura principal. “El Tano” está inscripto en rubros de la AFIP dedicados al campo según sus registros, cría de ganado, pero el negocio que explicó es otro: Velay aseguró que el dinero provenía de la distribución de cigarrillos, que no tenía una contabilidad clara, pero que estimaba que ese era su flujo de caja del día, más de 30 millones de pesos en efectivo.
La inspección de la camioneta reveló algo inquietante, que demuestra un claro nivel de preparación táctica: en su parte trasera tenía los servidores de las cámaras de seguridad del country, según descubrieron investigadores esta mañana. Las cámaras, de acuerdo al expediente, funcionaban en un cuarto especial en Los Ombúes, los ladrones lo violentaron y se llevaron directamente los servidores con toda la información de video.
No es la primera vez que le roban a Velay, según medios de la zona sur: en 2009, fue asaltado en la zona de Quilmes Oeste por dos hombres que lo cruzaron mientras bajaba de su camioneta negra marca Jeep para entrar a su local. Le dispararon. Tras una operación, Velay quedó fuera de peligro.
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