La policía de Córdoba arrestó al principal sospechoso de asesinar a Cecilia Gisela Basaldúa, la mujer de 35 años y oriunda de Buenos Aires que había desaparecido el 5 de abril pasado en Capilla del Monte, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae.
Las mismas fuentes agregaron que el detenido, identificado como Lucas Adrían Bustos, de 23 años, fue llevado a una comisaría de la zona a la espera de la declaración frente a la fiscal del caso apuntado como el principal imputado del crimen. Según indicaron, Bustos vive cerca del lugar donde hallaron el cadáver de la joven.
El sábado 25 de abril, después de casi 20 días de búsqueda, con un mega operativo con 85 personas, que incluyó perros, drones y un helicóptero, se confirmó que el cuerpo hallado a 5000 kilómetros de Capilla del Monte y a 1000 metros del basural de esa localidad, era el de Basaldúa. La último que se sabía de ella fue una visita a una casa de esa ciudad, donde acudió para pedir un vaso con agua.
Tras haber encontrado el cadáver, la fiscalía interviniente en Feria Extraordinaria, a cargo de Jorgelina Gómez y su par Paula Kelm, dictaminó el inicio de la autopsia en la morgue judicial para saber si se trató de un accidente o un femicidio. Finalmente, fuentes de la investigación habían confirmado a Infobae que la joven habría sido estrangulada.
De acuerdo con el informe forense, “luego de trece horas de intenso trabajo, en el que participaron tres médicos", se pudo concluir que se “trata de una muerte violenta, no natural”, presuntamente causada por una “asfixia por estrangulamiento”, aunque se aclaró que esto "aún es motivo de investigación”.
Lo que se sí se pudo determinar con seguridad es que el cuerpo de Basaldúa “presenta heridas defensivas en distintas partes", las cuales indicarían que la víctima intentó protegerse del ataque de otra persona.
Por otra parte, los profesionales no pudieron identificar con exactitud la data de la muerte, aunque por los análisis que se hicieron hasta el momento, se que el asesinato “podría haberse producido hace más de siete días atrás”.
Los forenses aguardan los estudios entomológicos que darán información más precisa sobre el momento exacto del fallecimiento, mientras que la Fiscalía “se encuentra abocada a la investigación de este homicidio y ha ordenado nuevas medidas tendientes al esclarecimiento total del hecho”.
Basaldúa era mochilera y desapareció hace veinte días luego de ausentarse de la casa de un vecino, donde se estaba alojando temporalmente. Guillermo, hermano de la mujer, contó que se enteró tres días después, cuando recibió el llamado de alerta del dueño de la vivienda. “Nos dijo que había tenido un ataque psicótico y que se había ido el domingo. Ella nunca había tenido ningún problema de este tipo. Fue totalmente sorpresivo", aseguró Guillermo.
La última vez que Basaldúa se contactó con su familia fue el mismo domingo de su desaparición, a través del grupo de WhatsApp que comparten. También se había comunicado el día anterior. “Nos dijo que estaba bien, que estaba contenta porque tenía vista al Cerro, y el domingo dejó de escribirnos”, contó Susana Reyes, su mamá.
En la casa donde Basaldúa dormía se encontraron su teléfono celular y su computadora, entre otras pertenencias. El dueño de la propiedad declaró ante la Justicia que la mujer salió solamente con su mochila, una bolsa de dormir y un palo de escoba.
De inmediato, la Policía provincial puso en marcha la búsqueda. Con la ayuda de perros rastreadores, bomberos de la provincia y helicópteros, hicieron relevamientos de hospitales, campings, sitios baldíos. Intuían que no había salido de la ciudad porque habían hallado su mochila en un puente que une el viejo balneario de la localidad y el barrio La Banda. Como parte de los operativos, también hicieron allanamientos en las distintas casas donde la mujer podría haber tenido algún contacto y realizaron excavaciones.
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