Esta mañana, un grupo de al menos 40 presos de la cárcel de Devoto se amotinó y subió a los techos del penal para reclamar el otorgamiento de la prisión domiciliaria por temor a contagiarse de coronavirus. El motín comenzó luego de que los internos se enteraran de que al menos un agente del Servicio Penitenciario Federal (SPF) habría dado positivo de COVID-19.
El reclamo se inició anoche con quema de colchones y batucadas en el mencionado penal que depende del SPF y está ubicado en la calle Bermúdez al 2600 de la Capital Federal.
Durante la revuelta, que habría comenzado alrededor de las 9 de la mañana, los violentos prendieron fuego distintos sectores del penal. En total, 15 agentes penitenciarios fueron trasladados a dos centros médicos porteños tras presentar quemaduras leves. Además, los investigadores afirmaron que al menos dos presos que participaban de la protesta resultaron heridos al caer de los techos del penal.
Cerca del mediodía, desde fuera del penal se escuchaban detonaciones de armas de fuego y se podía observar un espeso humo, producto de que los reclusos prendieron fuego los colchones. “Estamos en Planta 1 y los muchachos están subiendo a los techos, queremos la presencia de un juez y de los medios de prensa sino esto no se va a calmar”, fue el mensaje que envió uno de los detenidos en el penal de Devoto.
De acuerdo a los datos aportados por los investigadores, cerca de las 16 se inició una mesa de diálogo con representantes de los pabellones que participaban de la protesta para intentar llegar a un acuerdo y lograr que los detenidos bajen de los techos del penal, desde donde colgaban banderas que decían “Nos negamos a morir en la cárcel”.
De la mesa de diálogo participaban representantes de los detenidos de los distintos pabellones, autoridades del Ministerio de Justicia, representantes de la Defensoría General de la Nación, autoridades de la Procuración Penitenciaria Nacional, miembros del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura y representantes de la Asociación Civil de Familiares de Detenidos.
Los detenidos reclaman que se les otorguen prisiones domiciliarias a aquellos que están en condiciones de recibirlas según los criterios establecidos en las acordadas alcanzadas por la Cámara de Casación Criminal y Correccional de la Capital Federal y por la Cámara Federal de Casación Penal.
De hecho, en las últimas horas, la Cámara de Casación recomendó a los jueces de ese fuero que extremen los recaudos para contribuir con la disminución de la población carcelaria y sugirió atender “prioritariamente” y “en la medida que el caso así lo permita”, la situación de los internos “que conformen los grupos de riesgos descriptos por la autoridad sanitaria”.
Los presos que encabezaban el reclamo se quejan de que las recomendaciones de los tribunales superiores no surtieron el efecto esperado y es muy bajo el porcentaje de detenidos que lograron salir de los penales en el contexto de la pandemia.
Los propios internos que tienen celulares o familiares y vecinos desde el exterior difundieron a través de distintas redes sociales videos de la protesta desde dentro y fuera de la unidad carcelaria.
El juez federal Julián Ercolini, junto al fiscal Eduardo Taiano, son quienes están a cargo de la causa por la revuelta y siguen de cerca las negociaciones.
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