Gastón Disandez Quiroz, alías “Patada”, de 41 años, y Alberto Daniel Silva Coria, conocido en su entorno como “Cohete Loco”, de 57 años, están presos desde hace varios años, cumpliendo condenas por casos de homicidio y robo. En las últimas horas sus nombres volvieron a ocupar el centro de atención. Quisieron escapar sin éxito de la cárcel de San Nicolás de los Arroyos donde actualmente están alojados.
Según comunicó el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), los agentes de esa institución lograron frustrar el intento de fuga de los reclusos, que planeaban un escape de película: pretendían huir del penal bajando desde los techos con la ayuda de una soga casera que ellos mismos confeccionaron con sábanas anudadas.
Disandez Quiroz está preso por haber asesinado de dos disparos a un comerciante en la localidad de González Catán, luego de que la víctima se resistiera a un asalto. Fue en diciembre de 2007. Junto a otro cómplice, en mayo de 2009 recibió la pena de prisión pertetua. El Tribunal Oral Criminal Nº 4 de La Matanza los encontró culpables del delito de “robo agravado por el uso de arma en grado de tentativa en concurso real con homicidio criminis causa”. Ya tenía antecedentes por robo.
“La decisión de matar de ambos encausados tuvo su causa en la circunstancia de no haber logrado el fin propuesto al intentar el robo”, concluyeron los jueces del TOC 4 en aquella resolución.
En el caso de Silva Coria, fue arrestado a principios de 2017 acusado de integrar una organización delictiva que robó a una financiera de la ciudad bonaerense de Junín. Ese hecho ocurrió el 29 de agosto de 2016 y un día después, los delincuentes se enfrentaron a tiros con la policía y huyeron en una camioneta pick up que le robaron a unos productores rurales. Un mes más tarde, los mismos asaltaron un club deportivo de la localidad de General Arenales.
“Cohete Loco”, apuntado como el cabecilla de la banda, fue detenido bajo la carátula “robo calificado, privación ilegítima de la libertad, abuso de armas y resistencia a la autoridad en 4 hechos”, y además se le agregó “portación ilegal de arma de fuego”. Por este último delito cumple una condena de cuatro años.
Los caminos judiciales llevaron a que Disandez Quiroz y Silva Coria se encontraran en la Unidad N° 3 de San Nicolás. Allí los internos trataron de escapar con una soga elaborada de telas trenzadas y con un gancho atado a uno de sus extremos.
El dato del intento de fuga llegó a las autoridades del penal de forma anónima y de inmediato se inició la investigación que encararon los directivos del penal junto al jefe de la Sección Vigilancia y Tratamiento. Finalmente, los efectivos del SPB hallaron la soga en el tacho de basura del pabellón 4, donde había sido escondida.
“Patada” y “Cohete Loco” ahora están distanciados del resto de la población carcelaria. Fueron separados del área de convivencia común y puestos bajo vigilancia extrema. Su situación judicial no variará por este plan inconcluso: intentar evadirse de una cárcel no constituye un delito. El Código Penal solo refiere a una fuga consumada.
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