Pedro Olmos, de 68 años, fue detenido en septiembre pasado, después de estar prófugo durante 5 meses, acusado de abusar sexualmente de una chica de 13 años. Hace casi tres semanas, un juez bonaerense le otorgó el arresto domiciliario tras entender que el hombre estaba dentro del “grupo de riesgo” a partir de la llegada del coronavirus. Olmos vive a pocos metros de la víctima que violó. Un fiscal apeló la mediada resolviendo que no existe ningún informe médico que verifique que el imputado esté en peligro.
Según las fuentes judiciales consultadas, el 13 de abril de 2019 entre las cuatro y las siete de la tarde, en la casa de la víctima, ubicada localidad de Burzaco, zona sur del conurbano, se festejaba su cumpleaños. Olmos era uno de los invitados. En un momento, el hombre apartó a la joven y la violó. A los pocos días, el hermano de la víctima lo denunció. Olmos, sin más, se fugó. Se escapó de la Justicia durante 5 meses, hasta que fue detenido. Cargaba sobre él una captura nacional e internacional.
El 14 de septiembre se lo sentenció a prisión y terminó en un calabozo de la comisaría octava de Burzaco. La fiscal de primera instancia había solicitado que se le realice un juicio abreviado con la pena a cumplir de 8 años. El tiempo pasó y Olmos continuó alojado en aquella comisaría hasta que la pandemia del coronavirus dentro de las cárceles generó una seguidilla de pedidos de excarcelaciones.
Dentro de esos pedidos estuvo el de Olmos. El 27 de marzo pasado, siete días después de que se decretara la cuarentena total, la defensora oficial del imputado solicitó una morigeración de la prisión preventiva. El juez de garantías que tenía a cargo la causa se la negó pero lo habilitó a que se lo traslade de la comisaría a la Alcaldía de Lomas de Zamora.
Una semana después, el 3 de abril, la querella del imputado solicitó frente a un Tribunal de Casación bonaerense un hábeas corpus argumentando que Olmos era un preso en condición de riego frente al coronavirus. Según el escrito, Olmos padecía hipertensión crónica y osteoporosis y sostenía que necesitaba atención de un especialista en gastroenterología y en cardiología. El juez de Casación Víctor Violini hizo lugar al recurso y tomó por ciertos los argumentos del acusado sin contrastarlo con los informes médicos.
Ante esto, el fiscal de la Cámara de Casación penal bonaerense, Carlos Altuve, apeló la resuelto por el magistrado argumentando que en la resolución que le otorgó el beneficio a Olmos no figura ningún informe médico que señale que el procesado sufre de aquellas enfermedades.
Según pudo saber Infobae con información del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), Olmos se encuentra en su casa desde el 4 abril pasado. Lo llamativo de la resolución es que la víctima vive relativamente cerca de Olmos.
“No se ha resguardado debidamente a la víctima, una niña de 13 años, vecina del imputado. No solo se ha omitido disponer la obligatoriedad de la información previa y la citación a la víctima a los efectos de ser escuchada antes de la concesión del arresto domiciliario, sino que tampoco se ha ordenado la implementación de recaudo alguno a efectos de asegurar y garantizar la protección de la misma y su entorno, debido a que solo se ha consignado que se debía resguardarse su salud psicofísica”, concluye el fiscal Altuve en su recurso ante la Suprema Corte bonaerense que aguarda por la resolución del juez Ricardo Borinski.
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