El martes por la tarde, en plena cuarentena obligatoria, la Policía Bonaerense encontró una escena grotesca en un domicilio de la calle Patricias Argentinas al 2400 en la zona de San Fernando, norte del conurbano bonaerense: los cuerpos de Diógenes de Jesús Aguilera, 83 años, jubilado y su pareja Délia Sánchez, de la misma edad, también jubilada, fueron hallados por el hijo de la pareja, de 58 años, quien rápidamente alertó al 911.
Personal de la Comisaría 2° arribó al lugar. Los agentes constataron a simple vista que Sánchez había muerto de un fuerte traumatismo de cráneo, posiblemente un golpe de martillo en la cabeza, y que Aguilera se había ahorcado colgándose de un tirante, según confirmaron fuentes policiales a Télam. No había indicios de un posible robo, como cajones desordenados. También encontraron una serie de cartas.
Así, se le dio intervención a la fiscal Bibiana Santelli, de la Fiscalía de Género de la jurisdicción. En principio, la Justicia investiga un caso de “homicidio agravado por el vínculo y suicidio” y no un femicidio seguido de suicidio".
Lo que se sospecha, precisamente, es un pacto suicida acordado por la pareja, a pesar de la desmedida violencia con la que murió Delia. En una carta en particular, supuestamente escrita por Aguilera, se indicaba que la pareja ya no deseaba continuar con vida, aquejada por un complicado cuadro de salud. El hijo de la pareja habría reconocido la letra manuscrita de su padre en las cartas.
“No hay antecedentes de que él la golpeaba o la maltrataba, está todo en proceso de investigación, en principio parecería que la mató y se suicidó por un acuerdo, aunque para ser un pacto, fue muy violento”, aseguró un investigador. Ahora, se investigan las historias clínicas de la pareja para conocer, precisamente, su estado de salud. El resultado de la autopsia en la morgue judicial del distrito se conocería hoy mismo.
La Fiscalía de Género a la que pertenece Santella, que investiga la muerte de Natacha Jaitt, implementó una medida pionera en la cuarentena. Ante el descenso de denuncias presenciales por violencia doméstica, los fiscales descreyeron de las cifras y lanzaron un número de WhatsApp para recibir casos y dialogar con las víctimas aisladas en sus casas: recibieron más de 20 en un día. Otros distritos como Dolores implementaron medidas similares. Mientras tanto, los femicidios no se detienen en todo el país: hubo más de 20 desde el comienzo del aislamiento y el observatorio Ahora Que Sí Nos Ven calcula un caso cada 32 horas a nivel nacional.
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