El sábado pasado, efectivos de la DDI de Moreno-General Rodríguez allanaron una casa ubicada en Florencio Varela al 3900, una calle de tierra de la localidad de La Reja, en el oeste del Gran Buenos Aires. Allí fue detenido Domingo Germán Paredes, un hombre de 67 años acusado de amenazar y abusar sexualmente en más de una oportunidad de una mujer y su hija de 12 años.
Paredes, de 67 años -el único imputado en la causa a cargo del fiscal Federico Soñora, titular de la UFI N° 4 y el Juzgado de Garantías N° 3 de Moreno- curiosamente inscripto para operar en los rubros de transporte de caudales de la AFIP, ex empleado del Municipio de Moreno de acuerdo a sus registros previsionales, era también un pai, un sacerdote umbanda, que usaba su casa como una suerte de “templo” para la realización de “curaciones”.
Esa información llegó hace varios meses a los oídos de quien hoy es su denunciante, una mujer de 43 años que a fines del año pasado atravesaba un mal momento y sufría una parálisis facial. Un conocido de la familia que lo conocía y mantenía un buen trato con él, le sugirió que lo consultara por su problema, según indicó a Infobae una fuente cercana al caso.
Ni bien se inició su vínculo, Paredes sometió a la mujer a una serie de “terapias” espirituales y sesiones “de curación” en las que la tocaba y la violaba, según la imputación en su contra. Le hacía creer que de esa forma iba a sanar. En noviembre pasado, forzando su confianza, Paredes logró instalarse en la casa de ella, también en La Reja, donde la víctima vivía con su hija de 12 años. Según consta en su denuncia, allí habría abusado al menos una vez de la menor.
Eventualmente, Paredes volvió a la casa de la calle Florencio Varela, donde vivía solo, y buscaba cada tanto a la mujer para llevar a cabo las “curaciones”. Pero quería que se mudara con él y, el martes pasado, ante la negativa de la mujer de instalarse en su casa, Paredes la amenazó a ella y a su familia con un arma, por lo que la mujer decidió hacer la denuncia.
En el allanamiento en su casa, además de velas y objetos alusivos a su supuesta práctica religiosa, los efectivos encontraron y secuestraron un pistola marca Bersa calibre .40 que tenía permiso para portar, una remera negra con la inscripción “Policía” y un handy, según informaron fuentes policiales a la agencia Télam.
Tras su detención, Paredes fue indagado por el delito de “abuso agravado por acceso carnal gravemente ultrajante y por ser cometido por ministro de culto en concurso con amenazas por uso de arma de fuego” en perjuicio de la denunciante y el de “abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto” contra la hija. Sin embargo, se negó a declarar y por el momento seguirá detenido.
La mujer y su hija, que declararon vía videoconferencia en el contexto de la pandemia del coronavirus, ya se encuentran con asistencia psicológica a través del Centro de Atención a la Víctima. La perito psicóloga establecerá ahora si la menor deberá atravesar una Cámara Gesell, lo que será clave para agravar el cuadro de pruebas contra el supuesto pai.
El conocido que las había puesto en contacto con Paredes, en tanto, también fue citado por la Justicia y aclaró en su declaración que jamás había ido a la casa de este hombre y que nunca se imaginó lo que tuvo que atravesar la mujer y su hija.
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