La aldea aborigen Mbya Guaraní Taruma Poty, un asentamiento ubicado a unos 190 kilómetros de Posadas, se convirtió en las últimas horas en el escenario del femicidio más cruel desde la implementación de la cuarentena.
A raíz de una denuncia de búsqueda de paradero efectuada por un familiar, la policía de Misiones encontró el cuerpo mutilado, calcinado y semi enterrado de María Solange Diniz Rabela, una joven de 24 años que vivía en el lugar. Por el crimen la policía detuvo a su pareja, Marcelo Nuñez, que además es cacique de la comunidad. Según la versión de algunos habitantes de la aldea, que consta en la investigación judicial, la habría descuartizado y luego quemado por “tener coronavirus”.
La causa -adelantada por el periódico El Territorio- comenzó a raíz de una denuncia realizada por el padrastro de la victima el domingo a la noche después de varios días en los que no tuvieron contacto. En la presentación en la comisaría, el hombre aclaró que había intentado, junto a la madre de Maria, averiguar con los integrantes de la aldea que había pasado con la joven pero nadie quiso darle información ni mucho menos dejarlos pasar.
La causa recayó en el Juzgado N° 3 de San Vicente a cargo del juez Gerardo Casco que pidió una serie de medidas de prueba que incluyeron allanamientos y tomas de testimonios que en un principio se complicaron por el rechazo de los vecinos del lugar a la presencia de la policía. “Se tardó porque es difícil entrar en esos lugares tan cerrados, incluso para la policía. Se protegen mucho entre los habitantes de la aldea”, dice a Infobae una fuente de la investigación.
Recién anoche, luego de diferentes averiguaciones, se llegó a un dato que apuntó directamente contra la pareja de Maria Solange. Se trata de Marcelo Nuñez, un hombre de 36 años, que en la comunidad es conocido como el “Cacique Claudio”. En un allanamiento de urgencia se encontró en su casa, dentro de la aldea, un serrucho y una manta ambos con manchas de sangre. Nuñez ya no estaba, se había fugado.
A los pocos metros de la vivienda, la policía de Misiones encontró tierra removida y una cama de una plaza quemada que arriba tenía algo que en un principio los efectivos no pudieron distinguir. Pocos minutos después, con la llegada de policía especializada, descubrieron que se trataba de restos óseos incinerados.
El juez ordenó la excavación en la zona donde había desniveles en la tierra y finalmente se encontró parte del cuerpo de Maria Solange. “A simple vista los médicos no pudieron determinar la causa de muerte por eso estamos esperando los resultados de la autopsia. Lo que sí pudimos confirmar es que el cadáver fue descuartizado y que no pudimos hallar el cuerpo completo. Faltan partes con las que no pudimos dar”, señalan desde los tribunales misioneros.
La familia de la víctima le contó a la Justicia que la joven no era aborigen y que hacía poco tiempo que se había puesto en pareja con el cacique. Desde que comenzó el noviazgo, María Solange se había mudado a la aldea. La Justicia pudo corroborar que en ese tiempo no hubo ninguna denuncia ni antecedente de violencia.
En la investigación, previo al hallazgo del cuerpo, la Policía logró recoger el testimonio de algunos miembros de la comunidad que, aunque reacios, contaron que el cacique les había dicho que Maria Solange había muerto por coronavirus y que por eso decidió descuartizarla y quemarla para que “nadie más se contagie”.
Luego de algunas horas de búsqueda, finalmente se llegó a la información de que Nuñez se escondía en otra aldea ubicada a unos 40 kilómetros de la escena del crimen llamada “Pai Antonio Martinez”. Los efectivos que llegaron a la zona tuvieron que pedirle permiso al cacique de ese lugar para ingresar. Le tuvieron que contar lo que venían a hacer y por qué buscaban a Nuñez. El líder de esa aldea no presentó ninguna oposición y permitió que los agentes detengan al prófugo.
Marcelo Nuñez será indagado el lunes por el delito de femicidio. En las próximas horas se espera que llegue al escritorio del juez el resultado de la autopsia aunque los médicos ya adelantaron que por el grado de descomposición del cuerpo a raíz del fuego será difícil hallar las causas de la muerte.
La violencia machista no se detiene en la cuarentena. Esta semana, luego de que el observatorio Ahora Que Sí Nos Ven anunciara la cuenta de un femicidio cada 32 horas desde el comienzo del aislamiento ordenado por el decreto presidencial, fueron hallados los cuerpos de Camila Tarocco en un descampado de Moreno, el de Priscila Martínez, 15 años sepultada bajo la cama de su tío en La Banda, Santiago del Estero, el de la docente Jesica Minaglia en Piedra Buena, provincia de Santa Cruz, el de Olga Verón, madre de cuatro hijos, 37 años, también en Moreno. En todos los casos fueron detenidos o sospechados sus parejas, sus ex parejas o un varón de su familia: 18 femicidios desde el 20 de marzo en todo el país.
Si sos víctima o conocés a alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas.
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