Nahiara tenía tres años: murió después de sufrir un violento golpe que le fracturó el cráneo. Por el hecho están detenidos Carlos Rubén Erbin (39), su padrastro, y Valeria Miranda (21), su mamá. Según la versión que Miranda dio a la Policía provincial, la nena perdió la vida luego de caer desde una escalera que estaba apoyada en una de las paredes de la casa en la que vivían. Sin embargo, la autopsia dijo otra cosa: las heridas que presentaba el cuerpo no eran compatibles con el relato y ambos fueron arrestados y acusados de haberla asesinado.
Todo ocurrió en un precario rancho construido con adobe, rodeado de 30 cabras y ovejas, lo poco que la familia tenía, ubicado en el paraje Las Mochas, a 37 kilómetros de la localidad de Los Menucos, un pequeño pueblo de la provincia de Río Negro de tan solo 2600 habitantes, quienes apenas supieron de lo ocurrido quisieron linchar a los sospechosos, una turba a las puertas de la comisaría local.
Para resguardarlos y por las señales de violencia halladas en el cadáver, el fiscal Ricardo Romero -quien estuvo a cargo de la causa en un primer momento- decidió trasladarlos hasta la ciudad de General Roca, donde serían indagados. Si bien la autopsia a Nahiara confirmó que el golpe fatal fue en la cabeza y que era compatible con la versión de la escalera, el resto de las heridas y marcas en el cuerpo reflejaron un trasfondo más complejo: la nena vivía en un contexto de violencia familiar y de género extremas.
Según pudo reconstruir Infobae, además de la pobreza en la que vivían los tres, Erbin es un hombre que sometió a múltiples maltratos físicos, psicológicos y económicos a su pareja y a la propia nena desde que empezaron a estar juntos hace más de dos años. De hecho, la investigación permitió determinar que el 26 de febrero pasado, Miranda inició una causa por violencia familiar contra el hombre. Además, había denuncias previa radicadas en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) por violencia ejercida contra Nahiara. “Hay claras evidencias de que Erbin la golpeaba a ella y a la nena", dijo a este medio Marcelo Hertzriken Velasco, abogado querellante en representación de los abuelos de la víctima.
De acuerdo con fuentes judiciales consultadas por Infobae, el fiscal jefe de General Roca, Andrés Nelli (quien reemplazó a Romero por ser parte del grupo de riesgo en medio de la cuarentena) acusó a Erbin de homicidio simple y a Miranda de homicidio agravado por el vínculo. La jueza María Gadano, por su parte, ratificó la prisión preventiva mientras el Ministerio Público Fiscal avanza en la investigación. Para la Justicia no hay dudas: los papás de Nahiara fueron sus asesinos.
Sin embargo, la calificación no fue la esperable en este tipo de casos, o lo que esperaba la querella de la familia.
“Paradojicamente, frente a la muerte, la calificación legal más alta es contra la mujer”, criticó el abogado, que ya le envió un pedido al fiscal para que el expediente sea recalificado como un femicidio.
“El contexto era de una violencia y precariedad profundas. Vivían en un pequeño rancho aislados de todos, dedicados a la crianza de animales. Tenían unas 30 cabras y un par de ovejas. El único que trabajaba era Erbin, lo que hacía dependiente en todo sentido a la mamá. Además, el aislamiento en el que vivían, alejados de todo, le permitió a este hombre ejercer sin límites violencia contra las dos. Eso está demostrado”, comentó el letrado.
Para Hertzriken Velasco hay elementos suficientes para considerar el caso como un femicidio. La historia familiar y las denuncias previas contra el el padrastro -cree el abogado- deberían ser consideradas por la justicia a la hora de formular los cargos. “Si un hombre mata a una niña y hay un contexto de violencia de género, el hecho merece ser calificado como femicidio”, señaló. Desde la justicia, sin embargo, no creen lo mismo. Según aclararon a este medio, la corta edad de la nena muerta impidió que se considera esto como un crimen por odio hacia las mujeres. “Una nena es mujer no por la edad sino porque es una nena. Punto”, remarcó. “acá un hubo fractura craneal de cuatro días. Algo pasó para que no hubiesen avisado a los médicos antes. Se pudo haber salvado la vida de la nena. No sé quién causó la lesión mortal, pero le rompieron la cabeza”, aseveró.
América Amelia Antonio, la abuela de Nahiara, está internada en este momento por problemas de salud que requieren medicación pero está pendiente de lo que ocurre con la causa. Según palabras de su abogado, la mujer pide que se investigue aún más porque sabe que la muerte de su nieta no fue un simple homicidio simple. “Ella dice que si su hija Valeria tiene algo que ver, tendrá que pagar por lo que hizo”, dijo el letrado.
La relación entre las dos estaba rota. Valeria no mantenía contacto con prácticamente nadie. Llamó a su madre y sus hermanos para pedir ayuda y ser rescatada de Erbin en un momento, pero eso terminó en la nada. De alguna manera, Miranda seguía siempre bajo la mano de hierro de su pareja y sin poder salir del contexto de violencia al que era sometida. Durante algunos meses, la abuela se hizo cargo de Nahiara, pero por orden de las autoridades locales volvió con su mamá.
La historia de Valeria no se limita únicamente al calvario con su pareja. Según pudo saber Infobae, la violencia fue parte de su vida desde siempre. Su padre está preso por haber violado y embarazado a una de sus hermanas. “Ese sobrinito tiene la edad de Nahiara. Esto explica en parte por qué pasó lo que pasó. Miranda es una mujer que con solo 21 años siempre fue rodeada de violencia”, indicó el abogado.
Es por esto que también la querella iniciará una acción ante la jueza Gadano para que desdoble las defensas de lo acusados. Es decir, que cada uno tenga un defensor diferente ya que consideran que tienen intereses contrapuestos. La idea es señalarle a la Justicia que el grado de responsabilidad de ambos no es el mismo. Según el letrado, de acuerdo con los antecedentes de violencia y el brutal contexto que los rodeaba, es probable que Valeria no haya podido hacer nada por su hija debido a lo que vivió por culpa de su pareja. “Esta investigación hay que caminarla aún más”, finalizó el abogado. Desde la próxima semana el fiscal Luciano Garrido estará a cargo del expediente
El crimen sacudió a Los Menucos. Decenas de vecinos se movilizaron para pedir justicia y hasta la propia intendenta del lugar, Mabel Yahuar habló del caso. “No salimos de la consternación por la muerte de la nena”, dijo. El martes, cuando se conoció la muerte de Nahiara, unas 150 personas salieron a las calles a reclamar el esclarecimiento del hecho pese a que a esa altura los sospechosos ya estaban detenidos. Muchos de ellos, fueron notificados por la policía días después por violar la cuarentena obligatoria.
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