Bajo el lema “Justicia por Fernando y no a la domiciliaria”, los padres de Fernando Báez Sosa aseguraron este domingo que “sería muy injusto” que la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores le otorgue ese privilegio a los ocho rugbiers detenidos por el asesinato de su hijo, cometido el 18 de enero pasado en Villa Gesell.
Silvano y Graciela, padres de Fernando, grabaron un video que fue difundido por las redes sociales en el cual solicitaron que no se les otorgue dicho beneficio a los imputados, quienes actualmente cumplen con prisión preventiva.
“Estamos esperando que la Cámara dictamine una resolución y que no les den la prisión domiciliaria. Sería muy injusto que le den ese privilegio. Ellos no le dieron la oportunidad ni siquiera para defenderse”, dijo Graciela.
En tanto, Silvano afirmó que siguen reclamando justicia y pidió que la gente los siga acompañando en este pedido.
Cabe destacar que se espera que esta semana la Cámara de Apelaciones y Garantías de Dolores resuelva los pedidos de la defensa para anular sus declaraciones indagatorias, apartar a la fiscal de la causa y hacer cesar las prisiones preventivas en su contra.
Sucede que hace unos días se terminó por definir la composición de la Sala I de la mencionada Cámara y en los próximos días la misma ya podría resolver los planteos efectuados por el abogado defensor Hugo Tomei.
Resulta que hace dos semanas, los camaristas de dicha sala Susana Darling Yaltone y Fernando Sotelo se apartaron de la causa por cuestiones de salud ante la expansión del Covid-19, por lo que fueron reemplazados por los jueces Lía Raggio y Daniel Rezzónico.
Sin embargo, días después la misma sala, con su restante integrante Luis Defelitto, resolvió finalmente mantener su composición original y serán estos los que deberán resolver el recurso de apelación presentado por Tomei contra el fallo del juez de Garantías David Mancinelli, quien en febrero último no hizo lugar a su pedido de anular las indagatorias de todos ellos, apartar a la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, y hacer cesar las prisiones preventivas.
Por su parte, el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, ya emitió un dictamen ante la Cámara en el que sostuvo que el recurso de la defensa debe ser rechazado por “inadmisible”.
Y mientras esperan una resolución, por el crimen de Báez Sosa, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Blas Cinalli, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Luciano Pertossi, Matías Benicelli y Lucas Pertossi siguen detenidos en la Alcaidía La Plata 3, en Melchor Romero, en celdas de a dos y en el mismo Pabellón 6, donde a partir de la expansión del coronavirus los involucrados pasan un poco más inadvertidos para el resto de los presos, quienes en un primer momento les gritaban e insultaban con mayor frecuencia que en los últimos días.
Según se supo, los ocho detenidos tienen dos horas de recreo diarias para salir al patio y que lo hacen los ocho juntos. Además no salen al patio en los mismos horarios que los demás internos y que tampoco comparten con el resto de la población el comedor, sino que se llevan sus viandas a sus celdas. Allí comen los alimentos del penal, más los “refuerzos” que les llevan sus familiares, como tortas, facturas y dulces.
Los parientes no tienen contacto directo con ellos, sólo les dejan la comida y hablan a través de los teléfonos de la alcaldía ya que hasta el momento los rugbiers no registraron celulares en el marco del nuevo protocolo del Servicio Penitenciario Bonaerense que ante el coronavirus y la cancelación de las visitas presenciales autorizó el uso de los mismos con determinadas restricciones.
Asimismo se sabe que no han recibido reportes de mal comportamiento o sanciones de parte de los rugbiers; tampoco de malos tratos hacia ellos; y que la defensa no realizó ninguna presentación referida a alguna posible situación de riesgo ante la pandemia.
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