Un joven que intentó evadir un control por la cuarentena en la ciudad santacruceña de Puerto Deseado mató a quemarropa a un efectivo de la Prefectura Naval y terminó abatido por la policía mientras intentaba escapar del lugar.
Según informaron fuentes de Prefectura, el joven de 21 años no quiso detenerse ante el retén que las fuerzas de seguridad habían puesto sobre la calle Capitán Oneto -en el marco del aislamiento social obligatorio- y tras una discusión con el oficial sacó un arma y le disparó en el pecho. La bala ingresó por la parte izquierda del pecho, por el costado del chaleco antibalas.
El joven, que fue identificado como Pedro Espinoza y era hijo de un ex policía, se escapó a pie del lugar. Sin embargo, a las pocas cuadras fue interceptado por un policía que había sido alertado por radio.
Tras recibir la voz de alto, el sospechoso se negó a entregarse y abrió fuego nuevamente. Finalmente, fue abatido frente al gimnasio municipal.
Mientras, el prefecto herido, identificado como Ricardo Soto (35), era trasladado al Hospital Distrital de Puerto Deseado para ser atendido. Murió a los pocos minutos de llegar.
“Todo ocurrió prácticamente en el centro de la ciudad”, explicó la periodista Nadia Monasterolo, de la dirección de Comunicaciones.
Hasta el momento, se desconocen las razones por las que Espinoza disparó contra el efectivo. La investigación del hecho quedó a cargo del Dr. Sergio Poisson, de la Justicia Ordinaria Local.
“Hay una perdida irreparable del efectivo, que era muy conocido . Era una persona muy querida del ámbito de Prefectura y con la gente de Deseado”, dijo el intendente local Gustavo González al diario Tiempo Sur. Al tiempo que reconoció que “no es lo mejor volver a estar en los medios nacionales", en referencia a la brutal violación de una mujer y el asesinato de su pequeño hijo hace apenas dos meses.
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