Camila Aldana Tarocco, de 26 años, fue vista por última vez este sábado 4 de abril a las 6 de la mañana cuando se dirigía en colectivo al centro de Moreno, en las calles Del Cañon e Irigoyen. “Ya son muchas horas”, dice Claudia Sánchez, su madre, que planea salir igual para pegar carteles por su barrio. “Se está haciendo todo lo que hay que hacer. Ahora van a pedir las cámaras pero nadie sabe dónde está”, continuó.
Las últimas personas que tuvieron contacto con Camila fueron una amiga que es su vecina, su ex marido y su novio actual. “Con él estuvo hasta las 10, después volvió a su casa. Supuestamente el ex marido la llevó a la parada para tomar el colectivo y de ahí no se sabe más nada. El teléfono le andaba mal”, cuenta su mamá. Vestía pantalón negro, campera con capucha marrón claro y zapatillas rosas. Tiene tez blanca, ojos verdes, el pelo cortado con flequillo, y un tatuaje en el cuello.
La DDI de Moreno-General Rodríguez intenta saber dónde está. Todavía no se sospecha, por ejemplo, un femicidio. Camila es una persona desaparecida. No es el único caso en medio de la cuarentena.
Argentina va ya por su tercera semana de aislamiento obligatorio y, se supone, todos los habitantes (salvo aquellos trabajadores dedicados a actividades consideradas esenciales) deberían estar en este momento en sus casas como medida de prevención para contener el avance del coronavirus en el país.
Sin embargo, no es así. A pesar de que desde el establecimiento de la cuarentena obligatoria el pasado 20 de marzo disminuyó el reporte de personas desaparecidas, la situación no deja de ser un panorama desesperante para los familiares de aquellos adultos o niños que, en medio de una situación de riesgo de contagio, faltan de sus hogares, con el aparato penal en Tribunales casi paralizado y con las fuerzas de seguridad abocadas al control poblacional para detener o demorar a quienes violan la cuarentena.
De acuerdo con el análisis de la División de Búsqueda de Personas de la Ciudad de Buenos Aires, que concentra este tipos de casos en territorio porteño, los pedidos de averiguación de paradero bajaron un 67% en las últimas cuatro semanas, en comparación con la cifra registrada entre febrero y marzo. Desde el 13 de febrero hasta el 13 de marzo último se registraron 93 pedidos y del 14 en adelante apenas 30.
Aún así, a los familiares de personas buscadas desde los días previos al aislamiento obligatorio y durante la aplicación de la medida se les presenta la complicación de que no pueden salir de sus casas y deben esperar novedades desde el encierro en sus hogares.
Mientras tanto, los casos se acumulan, algunos de personas con problemas de salud.
Pablo Brunetti, de 45 años, se encuentra desaparecido desde el 26 de marzo cuando se fugó del Hospital Piñero según información de la Policía de la Ciudad. Su familia informó que tiene dificultades para moverse y caminar. Mide aproximadamente 1,75 metros, es de contextura delgada, tez blanca, cabello corto y ojos color celeste. Al momento de su desaparición vestía un pantalón corto color azul, remera blanca con rayas horizontales y zapatillas negras.
Maximiliano Sebastián Ziegler se encuentra desaparecido desde el pasado 14 de marzo cuando se retiró de su domicilio en Parque Avellaneda. El joven de 30 años había salido del penal de Ezeiza en febrero de este año luego de cumplir una pena de un año y cinco meses por tentativa de robo hacía apenas 10 días cuando sus familiares dejaron de saber de él. Ziegler tiene también en su registro criminal antecedentes de 2015 y 2018 por intento de robo y robo.
Mide 1,75 metros, aproximadamente, es de contextura delgada, tez blanca, cabello corto color oscuro y tiene un lunar en el rostro. Su familia informó que al momento de su desaparición vestía una remera color gris, un jogging negro con el logo de la marca Nike en celeste y zapatillas negras.
Eugenia Damaris Bahl, con domicilio en Paraná, Entre Ríos, tiene 25 años. Mide aproximadamente 1,70 metros, es de contextura delgada, tez blanca, cabello largo hasta los hombros y ojos color verde. La familia indicó que tiene una cicatriz en el antebrazo, un diente partido y posee tres tatuajes: cinco estrellas en el cuello, un arpa en la espalda y una hoja en la mano.
Carolina Micaela Gerez, de 24 años, falta de su casa desde el 7 de marzo pasado. Mide aproximadamente 1,75 metros de altura, es de contextura física delgada, tez blanca, tiene ojos color marrón y cabello largo de color negro. Tiene además un tatuaje en su tríceps derecho de un mate y en su antebrazo los nombres de “Nahir y Jazmín”.
Walter José Wainberg, registrado como empresario en la AFIP y con domicilio en Balvanera, tiene 48 años y está ausente de su domicilio desde el 16 de marzo pasado. Wainberg mide cerca de 1,75 metros, es de contextura física mediana, de tez blanca, tiene ojos de color oscuro y cabello corto canoso. No posee tatuajes ni cicatrices visibles.
Jorgelina Andrea More, de 25 años, se encuentra desaparecida desde el viernes 13 de marzo pasado y fue vista por última vez en la esquina de la avenida Juan B. Justo y Boyacá, en dirección a la avenida Gaona. Es de contextura mediana, tiene el cabello por debajo de los hombros de color castaño rojizo y mide 1,70 metros aproximadamente Sus familiares indicaron que al momento de su desaparición llevaba un vestido negro con un short rosa, una cadena de San Jorge, zapatillas color gris y una cartera rosa con una muda de ropa y una billetera amarilla.
Federico Julian Corona es un joven de 30 años oriundo de Villa Lugano que falta de su domicilio desde el 10 de marzo pasado. Mide aproximadamente 1,70 metros, es de contextura física delgada, de tez blanca, tiene ojos color marrón y cabello negro. La última vez que fue visto tenía puesta una remera de color turquesa con insignia Jordán color blanca en el pecho y un jean negro corto. En la mano izquierda, entre el pulgar y el índice tiene un tatuaje del ying-yang, en el gemelo de la pierna derecha el tatuaje del rostro de un perro ovejero y dos tatuajes en los omóplatos: uno de ellos con la frase “Prohibido olvidar 30/12/2004”, la fecha de la tragedia de Cromañón, y otro con la frase “La locura como estandarte”.
No son los únicos buscados: la Policía de la Ciudad tiene al menos 120 búsquedas activas en general.
En caso de contar con información sobre estas personas, contactarse de inmediato:
A nivel nacional, con la línea 134. En la Ciudad de Buenos Aires, con el 911 o al 4309-9600 interno 234153 o por WhatsApp al 11-5821-400.
Missing Children, en el caso de tratarse de menores de edad: info@missingchildren.org.ar o al +549 111573101 (para mensajes) y 0800 333 5500.
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