El sábado pasado, Infobae reveló la existencia del primer caso de un policía de la Ciudad infectado con coronavirus, con un diagnóstico positivo luego de un test de rigor. El agente, con rango de oficial, cumplía servicio de calle en la unidad de gestión que tiene base en el cruce de las avenidas Pedro Goyena y José María Moreno, en el barrio de Caballito, destinado a una comisaría de la zona.
Según supo este medio, el sábado pasado el efectivo se dirigió a una clínica de Temperley al sentir calor en el cuerpo. Allí, los médicos le indicaron que tomara paracetamol cada ocho horas durante una semana, le realizaron un hisopado en nariz y lengua y le dieron el alta parcial, pero con la orden por escrito de que debía aislarse.
Sin embargo, el martes pasado el uniformado se presentó a trabajar en la dependencia policial en la que trabaja sin informarle a nadie de la cuarentena que debía cumplir por orden de los profesionales que lo habían visto en la clínica de Temperley.
Hoy, mientras el policía permanece en un hospital y en buen estado de salud, cuatro policías que compartían su turno en la comisaría están internados con síntomas compatibles con el virus, según confirmaron fuentes policiales. En consecuencia, otros 63 que también trabajaron en su turno fueron enviados a su casa a cumplir una cuarentena preventiva, aunque sin sintomas visibles.
El mismo día que el policía infectado se presentó a trabajar, desde la Secretaría de Salud Pública de Lomas de Zamora se comunicaron con él para informarle que el resultado del examen por COVID-19 le había dado positivo. Inmediatamente se activó el protocolo preventivo, se llamó a un móvil sanitario de la Comuna 6 y se solicitó la presencia del SAME.
Un infectólogo del servicio de Emergencias le dijo telefónicamente que debía comunicarse con su obra social, debido a que su domicilio es de la provincia de Buenos Aires, y que se trasladara allí cuanto antes. Una vez en su casa, el médico le indicó que llame al 148 y que solicitara una ambulancia para comenzar con la cuarentena. Sin embargo, no lo hizo y expuso a sus compañeros.
Sobre los cuatro internados, todavía se desconoce si tienen el virus o no.
Otro dato que trascendió es que el oficial tuvo contacto directo con otro compañero de la misma comisaría, quien aparentemente le cortó el pelo. Por eso, se dio la orden de que la dependencia fuera completamente desinfectada.
Altas fuentes del Gobierno de la Ciudad expresaron su disconformidad con el accionar de la empresa de medicina privada, porque no cumplió con el protocolo para estos casos en materia de comunicación.
Desde el comienzo de la cuarentena, la fuerza porteña detuvo o demoró a más de 2.500 personas por supuestamente violar la cuarentena impuesta por decreto y secuestró 100 vehículos.
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