Once días después de haber sido detenido por golpear brutalmente a un vigilador de su edificio que lo había denunciado por no cumplir con el protocolo de aislamiento obligatorio después de regresar de Estados Unidos, Miguel Ángel Paz fue liberado. Este miércoles, un juez de San Isidro le otorgó la excarcelación bajo caución juratoria.
La medida fue dispuesta esta tarde por juez de Garantías 4 de San Isidro, Esteban Rossignoli, pese a que el fiscal de la causa, Martín Gómez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Este, había solicitado que a Paz se le dicte prisión preventiva.
Paz está imputado por los delitos de “lesiones y amenazas”. La noche del sábado 14 de marzo último, agredió al empleado de la torre Rosales Park Tower Gustavo Granucci. La salvaje golpiza quedó registrada en una cámara de seguridad. “¡¿Me estás amenazando, la c… de tu madre? ¿Vos me estás amenazando a mí, vos me estás amenazando a mí? Me dijiste que me ibas a poner una multa, me estás amenazando!”, se escucha a Paz increpar al guardia de seguridad.
El vigilador, intimidado, respondió: “Vos no estás cumpliendo el protocolo de sanidad. Tomátelas de acá, salí de la guardia”.
“Me siento dolorido, tengo muchos golpes, ahora el cuerpo empezó a empeorar. Tengo golpes en la espalda, cortes en la nuca, fractura de tabique y solamente por cumplir mi trabajo”, contó luego Granucci. Y agregó: “Me amenazó de muerte. Después de golpearme pretendió darse a la fuga, allí había personal policial que lo frenó, pero él manifestaba que se quería ir”, contó.
“La verdad es que yo quería llamar al 911, pero no me dejó llamar a la emergencia ni a mis superiores, nada. Me dijo de todo, faltándome el respeto, amenazándome de muerte, ´te voy matar, quién sos, me botoneaste´”, amplió Gustavo.
La filmación se viralizó rapidamente y hasta el presidente Alberto Fernández repudió el hecho. El jefe de Estado, tras constatar la situación, se comunicó con Granucci y lo felicitó: “Lo primero que hizo fue felicitarme por mi accionar para intentar frenar a ese animal. Me aclaró que esa no es la forma de actuar hacia mí. Después repudió totalmente la violencia y me dijo que saben dónde vive, como se llama y que ahora me quede tranquilo”.
Granucci radicó la denuncia en la Comisaría 1ª de Olivos y la Justicia decidió que el atacante quedara en cuarentena y con prisión domiciliaria.
Paz fue luego indagado a través de una videoconferencia. Ante el fiscal de la causa, trató de mostrarse arrepentido por el hecho. “Fue una mala reacción”, dijo. En su declaración, admitió que volvió de un viaje de Estados Unidos y que no cumplió con el aislamiento. Argumentó que tuvo un problema familiar con su padre y que no tenía noción de los alcances del DNU porque “era muy reciente”. “Mi papá está con una afección y mi mamá me pidió que fuera a ayudarla”, relató.
Paz también contó que se enteró por sus vecinos que el vigilador había dicho que lo iba a denunciar. “Cuando volví de viaje había mucha paranoia en el edificio. Sentí que mi familia estaba asediada por los vecinos. Me entero que el vigilador le había hecho saber al resto de los vecinos que me iba a denunciar. Me enojó esa situación. Lo llamé por teléfono y le pedí que no lo hiciera, que no me denuncie. Se lo pedí bien pero como noté que no me daba pelota decidí bajar para explicarle los puntos (sic)”, declaró en su indagatoria.
Unos días después, Paz ensayó un pedido de disculpas público a través de un video que grabó desde su casa.
“Hola, soy Miguel Paz, me conocieron tristemente por la agresión a una persona. Quería pedir disculpas públicas, en primer lugar a Gustavo por haberlo agredido. No se merecía esa agresión. De corazón te pido disculpas y espero que puedas perdonarme. A toda la sociedad, a todos los argentinos y a los que vieron el video, sepan que estoy muy arrepentido. Fui un cobarde. A las autoridades y al Presidente por tomarse el tiempo de tomar cartas en el asunto. No tomé real dimensión de las medidas de prevención. A mi familia y amigos, vecinos, por esta situación que les estoy haciendo pasar. Estoy arrepentido”, aseguró.
Desde entonces Paz, de 40 años, permaneció en el 7 piso de una de las torres junto a su familia. Ahora dejará de estar con prisión domiciliaria, pero aún deberá continuar aislado en su domicilio, ya que regresó desde Estados Unidos el 12 de este mes.
El personal trainer también tiene una causa en su contra en la Justicia federal sanisidrense a cargo del doctor Lino Mirabello por violar la ley que rige para la cuarentena, que castiga a quienes propaguen una enfermedad.
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