Ayer fue una jornada violenta en varias cárceles del país. Hubo disturbios en la Unidad N° 54 de Florencio Varela, la alcaidía de Batán en Mar del Plata y los complejos penitenciarios de Coronda y Las Flores, estos últimos en la provincia de Santa Fe, que terminaron con cinco muertos. Los presos se rebelaron por las condiciones de encierro de cara al cierre de visitas dispuesto en el marco de la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus.
Los reclamos van desde la presunta falta de controles médicos a los penitenciarios que los controlan hasta la permanencia en el penal de reclusos que por edad se encuentran entre las "personas de riesgo” en caso de contraer Covid-19. Y también por la alimentación: el cierre de las visitas por cuestiones sanitarias implica el cierre de ingresos de alimentos que llevan las familias de los detenidos.
En este contexto, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires resolvió hoy permitir que los familiares de las personas detenidas en cárceles bonaerenses puedan desplazarse por la vía pública durante la cuarentena obligatoria para llevar alimentos o medicamentos a los penales y alcaidías.
La decisión fue tomada por el ministro Julio Alak, quien dentro de las excepciones del decreto 297/2020 que estableció el aislamiento social obligatorio, autorizó también la continuidad del servicio privado de encomiendas utilizado por familiares de presos alojados en cárceles del interior de la provincia.
“Esta decisión de permitir el envío de alimentos de los familiares ayudará a llevar tranquilidad a los detenidos”, comentaron voceros de la cartera.
Los alimentos que usualmente se entregan en los penales son complementarios de las cuatro comidas que les da el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), entre ellos yerba, azúcar, golosinas y artículos de higiene personal.
Según se explicó, quienes quieran llevar alimentos a los penales dependientes de la provincia de Buenos Aires deberán contar con un permiso de tránsito excepcional emitido por el SPB.
Es ese permiso (de carácter intransferible) se autorizará a una persona -explicitando su nombre y DNI- a concurrir desde su domicilio hasta la cárcel donde está alojado el interno, cuya identidad y número de ficha criminológica también deberán constar.
Los disturbios en la 54 de Florencio Varela y la alcaldía de Batán ocurrieron a pesar de que el ministerio que comanda Alak comunicara que casi la totalidad de los 45 mil presos en su sistema sobrepoblado aceptaron por voluntad propia renunciar a que sus familias los visiten.
Como parte de las medidas ante la propagación del coronavirus, desde el 14 de marzo último también entró en vigencia el protocolo de contingencia elaborado por las autoridades de la Dirección Provincial de Salud Penitenciaria, el que establece su aplicación en las dependencias carcelarias.
Este plan incluyó la restricción de los traslados al mínimo indispensable, ventilación de ambientes y desinfección de superficies con hipoclorito de sodio (1:50 o 50 gr/litro), y el control clínico a mayores de 65 años y a quienes padezcan diabetes, patologías respiratorias (asma, tuberculosis), enfermedades cardiovasculares o insuficiencia renal crónica.
De igual modo, se instruyó a la población que se desempeña en el ámbito del SPB sobre cómo lavarse las manos; higiene de tos: estornudar o toser sobre el pliegue del codo; uso de alcohol en gel.
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