El video dura apenas 14 segundos, viralizado en cientos de teléfonos bonaerenses. Lo que se ve, a primera vista, es un pozo de brea en una tosquera en el barrio de Villa Hudson, partido de Florencio Varela. La brea no surge de la tierra, los vecinos la echan allí para quemar basura, las plumas de humo negro son una constante. Lo que se ve son restos: una cubierta, pedazos de aglomerado, y el cuerpo muerto hace horas de Francisco Valentín Cruz, boca al cielo, piernas flexionadas, totalmente ennegricido. Hay una voz en off en el video, pertenece al hombre que filma, que dice lo obvio, que ahí “se distingue”.
A mediados de esta semana el cuerpo de Cruz fue remitido a la Morgue Judicial de Lomas de Zamora para su correspondiente autopsia, con el fiscal Darío Provisionato del otro lado de la línea en la UFI N°1 de Florencio Varela. La calificación del expediente era sencilla, “averiguación de causales de muerte”.
Provisionato recibió el resultado del estudio al cadáver poco después: Cruz perdió la vida por la brea que obstruyó sus vias respiratorias y le causaron un paro masivo. No fue una asfixia por sumersión, dijeron los forenses, que encontraron golpes que no comprometieron los órganos internos.
Hay dos policías de la Bonaerense bajo la sospecha del fiscal, miembros del Comando de Patrullas de Florencio Varela. Según consta en la causa, esos policías subieron a Cruz a un móvil luego del llamado de un vecino al 911: lo habían encontrado fuera de sí, violento, beligerante. Poco después, el hombre aparecía muerto, su cadáver flotando en brea en los smartphones de una provincia.
Cruz, de 29 años, era oriundo de la ciudad capital de Corrientes, un albañil de oficio, un trabajador golondrina que había pasado por zonas como Punta Lara y otros lugares del conurbano bonaerense. Se había instalado hacía poco en una casilla de la zona del barrio La Carolina en Ingeniero Allan, junto a su hermana. Tenía problemas de salud, un fuerte alcoholismo que buscaba dejar atrás. No tenía un diagnóstico puntual sobre una condición psiquiátrica, al menos según le consta a la Justicia, pero lo cierto es que Cruz estaba dejando de beber, lo intentaba. Había comenzado con síntomas de abstinencia. Y de la mano de la abstinencia se volvía violento, en su casa, o en la calle.
El sábado 14, según el medio Varela Al Día, que difundió originalmente el caso, Cruz fue encontrado por un vecino, que lo sorprendió en un terreno. Días antes los síntomas de Francisco se habían agravado, había peleado con su hermana, se fue de su casa, su hermana lo había llevado al hospital Melchor Romero en La Plata, donde recibió medicación. El vecino llamó al 911, al menos un patrullero acudió al lugar, sobre la calle 1154. Llegó a oídos del fiscal que el altercado con el vecino había sido violento, que Cruz habría sido golpeado, que hasta tuvo que ser atado con la ayuda de otros en el barrio.
Así, los policías en el patrullero se lo llevaron a Cruz, pero no a una celda de comisaría o a que lo atienda un médico. La explicación que llegó a oídos de Provisionato es tan inapropiada como insólita: supuestamente, los policías habrían asegurado, fuera de sumario, que a Cruz “lo dejaron en una parada de colectivo” de la línea 324. La denuncia por la averiguación de paradero fue hecha por su hermana. El cuerpo, sin embargo, no tardó en aparecer.
Las pericias criminalísticas del caso quedaron en manos de Gendarmería: se descubrió que no hay cámaras de seguridad en la zona para relevar y tratar de esclarecer el derrotero de Cruz desde su casa hasta su muerte. Mientras tanto, se esperan pruebas para imputar o no a los policías del Comando de Patrullas que llevaron al joven correntino.
Seguí leyendo: