Este martes, un grupo de 21 turistas coreanos que habían llegado el 11 de marzo pasado desde Chile fue detectado por Migraciones intentando abordar un vuelo a Iguazú en Aeroparque. Los extranjeros, según explicaron, no cumplían con la cuarentena y hoy fueron expulsados del país. Se encontraban alojados en el hotel Scala, en pleno centro porteño. Corea del Sur es el séptimo país con mayor cantidad de casos y está a mil kilómetros de Wuhan, el epicentro de la pandemia. Además, Chile se sumó a la lista de países en riesgo porque el virus ya circula allí de forma local.
Según detallaron fuentes del Ministerio de Seguridad, el grupo fue encontrado ayer por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Migraciones y Sanidad de Frontera intentando tomarse un vuelo hacia la ciudad misionera de Iguazú en Aeroparque. Cuando fueron detectados, los oficiales comenzaron a indagarlos. Hasta que los turistas relataron que habían ingresado al país desde Chile el 11 de marzo pasado. Inmediatamente los trasladaron al hotel y se informó a la Embajada Coreana. Se les advirtió que debían hacer cuarentena y se negaron.
Los voceros ante esto relataron que ayer mismo se los iba a subir a un avión para que regresaran a su país. Pero hubo inconvenientes. El vuelo primero iba a hacer escala en Estados Unidos, pero este país rechazó que los turistas descendieran allí. Entonces se frenó el operativo. Esta tarde, según dijeron, se pudo conseguir subirlos a un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Río de Janeiro que realiza conexión hasta su país de origen. En las horas que pasaron hasta que lo abordaron, los ciudadanos coreanos fueron puestos en cuarentena en un hotel del centro porteño. Sin embargo, las fuentes oficiales no pudieron precisar que el grupo haya cumplido con el aislamiento impuesto los días previos a que los detectaran.
Mientras agentes de la PSA y personal de la división Nuclear, Radiológica, Biológica y Química de la Policía Federal esterilizaba sus pertenencias, los extranjeros fueron subidos a una combi que los llevó escoltados a Ezeiza sin contactos, para que se mantenga el protocolo de sanidad y así ser depositados en el vuelo que los lleve de regreso a Corea del Sur.
En tanto, el domingo pasado, el presidente, Alberto Fernández, anunció el cierre de fronteras para los extranjeros que quieran ingresar al país durante los próximos 15 días como medida de prevención ante el avance del coronavirus. De ese modo, amplió la prohibición que estaba vigente exclusivamente para los países de mayor circulación del virus.
El Gobierno, además, suspendió todos los vuelos internacionales procedentes de los países afectados por el coronavirus. La medida quedó oficializada a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Se extiende por el plazo de 30 días y refiere a las frecuencias programadas para viajar desde China, Corea del Sur, Japón, Irán, Estados Unidos y todos los países de Europa.
Por otro lado, Corea del Sur se convirtió a fines de febrero en el primer país en superar a China en cantidad de nuevos infectados con coronavirus. La epidemia alcanzó un pico alarmante el 29, cuando se llegó a 909 casos reportados en un solo día.
Pero la tendencia empezó a cambiar desde ese momento. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC) registró el jueves 114 casos adicionales, el nivel más bajo en tres semanas.
Desde el 20 de enero, cuando se anunció el primer paciente, contrajeron el virus 7.869 personas, de las cuales murieron 66. El 86% de estas tenían 60 años o más, y la mayoría padecía otras enfermedades.
Corea tuvo el desafío de encontrarse casi de un día para el otro con un brote que parecía fuera de control. Hasta el 18 de febrero se reportaban uno, dos o tres casos por día, y la propagación estaba limitada. Pero el 19 se informaron 34, y cuatro días más tarde pasaron a ser 190.
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