Una médica, de 72 años, que, paradójicamente, trabaja en una fundación que atiende personas con problemas respiratorios, regresó de Barcelona el 8 de marzo pasado y fue arrestada por no cumplir con la cuarentena obligatoria. La mujer, sin advertir sobre los protocolos de sanidad impuestos por el Gobierno nacional, a su vuelta continuó con su vida regularmente. Salía a trabajar, hacía las compras, iba y venia. Se comportaba como siempre. Sus vecinos alertados por la situación y por el miedo a contagiarse el virus la denunciaron. Está tarde, la Policía Federal la localizó, la llevó a su casa y le colocó custodia para que cumpla con el aislamiento correspondiente. Mientras, la Justicia la acusa por romper la ley federal que rige en medio de la pandemia.
Según precisaron fuentes policiales a Infobae, los agentes después de rastrear a la mujer, en sus dos domicilios; uno en la zona de La Lonja, en Pilar, zona norte del conurbano, y el otro en Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires, comenzaron la investigación sobre cómo fueron sus movimientos en las últimas semanas. La acusada, desde el 9 de marzo que asistía a su trabajo. Los detectives estuvieron tras ella durante dos días. Entrevistaron a sus conocidos, a sus vecinos y confirmaron lo acusación.
Sin embargo, algunos colegas de la fundación la ayudaron a evadir al personal policial hasta que está tarde ella misma llamó a la policía porque “estaba acorralada y la situación era insostenible”, dijeron las fuentes. La brigada Nuclear, Radiológica, Biológica y Química de la Policía Federal inmediatamente se dirigió a su lugar de trabajo, que era donde se encontraba, y allí le tomaron la temperatura. Según precisaron no tenía síntomas de COVID-19 y fue llevada hacia su casa, a pocas cuadras de allí. La causa intervino el Juzgado Federal N°9, a cargo del juez Luis Rodríguez, que instruyó que se le coloque un custodia policial para que no pueda salir hasta el próximo sábado, cuando se cumplen los 14 días desde que llegó al país.
Está tarde, también, un turista italiano que ingresó a la Argentina el sábado 14 de marzo será expulsado del país luego de que una persona denunciara que no estaba cumpliendo con la cuarentena obligatoria que fue dispuesta para todas las personas que pisan suelo argentino tras arribar al país provenientes de los principales países de riesgo en el marco del brote mundial de coronavirus.
El hecho ocurrió en el barrio de Colegiales, en la calle Ciudad de La Paz al 500. El hombre, que tiene 69 años y llegó en un vuelo de Alitalia, está alojado en un edificio de tres pisos que habría alquilado a través de una plataforma online. Los dos vecinos que lo denunciaron aseguraron que lo vieron salir del departamento en varias oportunidades.
En tanto, ayer, se inauguró la línea gratuita 134 destinada por el Gobierno nacional para realizar denuncias de forma directa a personas que no cumplan con el aislamiento impuesto y recibió 2400 llamados y de aquellas acusaciones se comenzaron a investigar 130 nuevos casos de ciudadanos que infringen el protocolo de sanidad. El número telefónico se dispuso para que los ciudadanos se involucren en detener la pandemia que acecha al mundo. La línea se habilitó después de que el presidente, Alberto Fernández, clausurara por decreto el arribo de vuelos internacionales de zonas de riesgo como Europa, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Chile y Brasil- e impuso la cuarentena de 14 días en sus domicilios a personas que llegaban de esas zonas.
Antes del lanzamiento de este número, las ciudadanos ya habían comenzado a denunciar de forma individual a las personas que no cumplían con la cuarentena impuesta. El caso más resonante fue el de Miguel Ángel Paz, un preparador físico que le quebró el tabique a golpes de puño al vigilador de su edificio en Vicente López luego de que el hombre le pidiera que por favor respetara el protocolo de sanidad tras salir varias veces del lugar. Fue acusado de lesiones leves y de romper la ley federal que rige en medio de la pandemia para prevenir el contagio de enfermedades, lo indagaron ayer por videoconferencia y quedó bajo arresto, imposibilitado de ir a un penal por su cuarentena, una paradoja de los tiempos. La filmación, captada por las cámaras de seguridad, de Paz lanzando puños al custodio se viralizó rápidamente y hasta el Presidente se hizo eco del violento hecho. “Un tonto no va a poner en peligro a la Argentina”, sostuvo Fernández en conferencia de prensa hablando de Paz.
Del mismo modo, ayer por la tarde, una mujer de Liniers fue denunciada por violar la cuarentena tras volver el 11 de marzo de un viaje a Estados Unidos: la Justicia federal determinó que un policía de la fuerza porteña se quede de guardia en su puerta. Su propio padre fue quien la reportó a las autoridades, luego de que fue al comercio de la familia en vez de quedarse encerrada. Además, en la ciudad de Buenos Aires ya hubo más de 125 denuncias por violaciones al protocolo de aislamiento por el coronavirus. Las denuncias provienen básicamente de vecinos de los viajeros que aseguran que no cumplen el protocolo. Pero también hubo de personas que denunciaron a sus propios parientes. Los casos recibidos en el turno policial luego van a sorteo.
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