“B., VJA. s/ Presentación solicitud de acuerdo de juicio abreviado", dice el fallo en el inicio típico de una sentencia judicial. Pero el texto luego tiene algo que lo hace distinto. Es la carta que el juez les mandó a las víctimas para contarles qué ocurrió con las denuncias que habían presentado: “Quiero contarles que el joven que las atacó fue detenido y se encuentra detenido en un instituto para personas menores de edad desde hace un tiempo y que acaba de ser responsabilizado por los delitos que cometió y que asumió personalmente”.
El juez de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de Catamarca, Rodrigo Morabito, tomó esa decisión al considerar que muchas víctimas son “un convidado de piedra en las causas”. “No les preguntamos qué quieren, qué es para ellos hacer justicia y no saben qué pasó con esa denuncia que presentaron por un hecho que les causó tanto dolor o un daño económico”, le dijo a Infobae Morabito. Pero el magistrado también explicó que su intención fue que las víctimas conocieran la difícil historia de vida de su victimario, un chico de 17 años que desde los nueve es adicto a las drogas, que es la de la mayoría de los menores que transitan por su juzgado. “Quería que sepan que los chicos son consecuencia de algo, que no nacen ladrones por elección. El flagelo de las drogas los llevan a hacer estas cosas”, señaló.
VJA, las iniciales del acusado, fue detenido por tres delitos que cometió el año pasado. El primero ocurrió una madrugada de enero cuando en una moto le robó a Ximena Moya un bolso en el que tenía tres mil pesos. El segundo, en mayo, cuando entró a la casa de Cecilia del Valle Tapia y se llevó su televisor que luego abandonó porque fue perseguido por la policía. El último fue el más grave: en septiembre le cortó la cara y el cuello a Sonia Risso con el pico de un botella para robarle una mochila.
El joven tuvo una audiencia con el juez a mediados de febrero. “Sí reconozco haber sido yo en los tres hechos que me leyó. En los tres estaba muy drogado y empastillado. Estoy arrepentido, sí me pongo a pensar en todo lo que he hecho, me duele”, dijo.
Esa no era la primera vez que delinquía. Tiene un historial más extenso vinculado a su adicción a las drogas desde muy chico en un contexto familiar desfavorable. En el fallo, el juez Morabito relató que VJA comenzó a los nueve años a consumir psicofármacos, marihuana y, sobre todo, pegamento. A los 11 años cometió sus primeros delitos. Su padre estaba preso y la madre era el único sostén de él y de sus tres hermanos. A esa edad fue considerado un “niño en situación de riesgo” y lo incluyeron en un programa de tratamiento asistencial.
Pero VJA se escapaba de los institutos, no asistía al tratamiento y continuaba cometiendo delitos. No podía ser detenido en institutos porque era menor de edad, solo ser sometido a tratamientos contra su adicción. Pero a partir de los 16 podía ser institucionalizado.
Por los tres robos del año pasado, y ya en un instituto, su defensa llegó a un acuerdo de juicio abreviado con la Fiscalía. Y el juez quedaba en condiciones de resolver el caso. Así decidió que las víctimas y el joven merecían una explicación sencilla de lo que iba a resolver. Y lo hizo en dos cartas que quedaron en el expediente. “A esta altura de mi experiencia por la justicia penal, no tengo dudas que en un proceso sea por el delito que sea (con mayor razón si el imputado y responsabilizado es un menor de edad) tanto víctimas como victimarios siempre tienen algo para perder y que han perdido, nada vuelve a ser igual después del delito y del juicio por ese delito”, explicó en el fallo que dictó el miércoles.
“Tuve una audiencia con el joven para explicarle qué iba a resolver y también invité a las tres víctimas al juzgado para contarles. Una de ellas decidió venir”, contó el magistrado
-¿Y cuál fue su reacción? -le preguntó Infobae.
-Estaba muy sorprendida. Dijo que nunca se imaginó que la iban a llamar para explicarle qué pasó con la causa. Estuvimos hablando y le di una copia de la sentencia.
“Estimadas Ximena Soledad, Cecilia del Valle y Sonia Valeria; mi nombre es Rodrigo Morabito y trabajo de Juez de Responsabilidad Penal Juvenil en nuestra provincia, también soy quien intervino en sus respectivas denuncias", comienza la carta del juez. A las dos víctimas que no concurrieron al juzgado les envió la sentencia completa a su casa.
Morabito les relató cómo transcurrió la causa y qué decisión se había tomado con el joven. “Les cuento que últimamente fue internado debido al grave cuadro de afección a su salud mental debido al abusivo consumo de drogas que padece. Por otra parte, les cuento que en el juicio VJA dijo que no se acordaba de nada porque estaba muy drogado y que estaba arrepentido y que le dolía lo que había hecho. Por supuesto que esto no quita para nada lo ocurrido y claro que entiendo muy bien si continúan enojadas y desean continuar así por el resto de su vida, pues solo ustedes sabe por el pánico y trauma que se pasa en esos momentos”, señala la carta.
El juez también les contó la historia de vida de VJA: “Les aclaro que no hay ninguna intención en todo esto de comprensión o perdón de su parte hacia VJA por lo que les hizo, sino tan solo hacerles conocer que el consumo de drogas, la falta de límites, de amor y contención en una familia puede llevar a los más jóvenes a cometer delitos y equivocarse en la vida y con ello lastimar a personas como ustedes y que sin dudas merecen un castigo, pero también, una oportunidad de arrepentirse y volver a comenzar de nuevo luego de cumplir con ese castigo que se les impuso como en este caso”.
En el fallo, el magistrado también le dedicó una carta al joven. “Nos conocemos desde hace mucho tiempo”, comenzó. “Cuando alguien se equivoca en la vida hay que asumir las consecuencias de esos errores y en tu caso fueron muchos y en estos últimos delitos que cometiste una persona salió seriamente lastimada”, continuó y le recordó todo lo que sufrió por su adicción a las drogas: “Sé que te drogabas para soñar con los juguetes que no podías tener. Lo sé muy bien porque intervine en esos delitos en los que robabas cosas del supermercado o los peluches en la terminal de ómnibus. Recuerdo del niño que fue a visitarte al hospital y que quería donarte sus juguetes. Es muy difícil para nosotros desde el juzgado no conmoverse con tu historia de vida, como la de muchos otros chicos igual que vos. Pero también es nuestra obligación darle una respuesta a las personas a quienes lastimaste porque terminaron muy asustadas y lastimadas”.
En la carta, en el fallo y personalmente le explicó la decisión judicial que había tomado: lo declaró penalmente responsable de los delitos de hurto calificado y robo doblemente calificado por el resultado de la lesión, dispuso que continuara detenido en un instituto de rehabilitación para su adicción en otra provincia y que cuando cumpliera los 18 años la causa continuara. “Quiero que sepas que no hemos perdido las esperanzas en vos y tampoco queremos que las pierdas vos mismo, porque hay una vida más allá del delito, las drogas y el encierro que puede cambiar para bien en tu caso una vez que cumplas con tus errores y decidas dejarte ayudar con tu adicción a las drogas”, cierra la causa.
“No es la primera vez que me dirijo en un lenguaje sencillo y claro a los acusados. Pero sí la primera vez que lo hago con las víctimas. No sé si hay otros antecedentes en la justicia. Y lo voy a seguir haciendo”, adelantó Morabito en diálogo con este medio.
El juez en su sentencia explicó que el caso de VJA se repite en casi todos los demás que se tratan en la justicia de menores. Consumo de drogas desde chicos, una familia ausente y la falta de un futuro. “A esta altura de mis años en la justicia, ya no tengo ninguna duda que los jóvenes que hoy ingresan al sistema penal juvenil se encuentran en situaciones desesperantes, con serios problemas de salud debido al consumo desmedido de sustancias estupefacientes, carentes de afecto y contención, violentados por un sistema que los discrimina e excluye a diario y naturalizados en la peor de todas las violencias existentes: la pobreza”, dijo el juez.
“La cárcel para esos jóvenes pobres con todas las necesidades antes expuestas y que, a su vez, cometen transgresiones a la ley penal lastimando a otros ciudadanos, no puede ser la única opción por parte de un Estado si lo que realmente quiere es disminuir el delito”, completó.
Las cartas completas
“Estimadas Ximena Soledad, Cecilia del Valle y Sonia Valeria; mi nombre es Rodrigo Morabito y trabajo de Juez de Responsabilidad Penal Juvenil en nuestra provincia, también soy quien intervino en sus respectivas denuncias juzgando a VJA., B., el joven que cometió los delitos en su contra y que aquí lo pongo con iniciales explicándoles que lo hago porque la ley me lo exige pero cuya identidad ustedes muy bien conocen.
Imagino por el difícil momento que debieron pasar cuando en tu caso Ximena Soledad y Sonia Valeria fueron atacadas directamente por VJA y, muy especialmente vos Sonia Valeria, en razón de las lesiones que recibiste ante el intento de robo y por las que fuiste hospitalizada, sin dudas fue lamentable. También siento mucho Cecilia del Valle la angustia por la que seguramente pasaste al no encontrar el televisor de tu propiedad que tanto sacrificio te debe haber costado adquirir y que había sido sustraído también por VJA. Quiero que sepan que entiendo su bronca, enojo e impotencia, pero también quiero contarles que el joven que las atacó fue detenido y se encuentra detenido en un instituto para personas menores de edad desde hace un tiempo y que acaba de ser responsabilizado por los delitos que cometió y que asumió personalmente. También les cuento que últimamente fue internado debido al grave cuadro de afección a su salud mental debido al abusivo consumo de drogas que padece. Por otra parte, les cuento que en el juicio VJA dijo que no se acordaba de nada porque estaba muy drogado y que estaba arrepentido y que le dolía lo que había hecho.
Por supuesto que esto no quita para nada lo ocurrido y claro que entiendo muy bien si continúan enojadas y desean continuar así por el resto de su vida, pues solo ustedes sabe por el pánico y trauma que se pasa en esos momentos. Pero tampoco sería justo (al menos así lo entiendo) si no les hiciera saber la historia de vida de VJA a quien ustedes quizás repudien con razón, no lo sé, pero es lo que pasa con la mayoría de las víctimas de delitos y no es para menos.
Quiero pedirles (si así lo desean y pueden), se tomen un tiempo para leer este conjunto de papeles que se llama sentencia y que quienes trabajamos de jueces penales, en la mayoría de los casos elaboramos para plasmar la sanción que les corresponde a las personas que lastiman a otras o se apropian de lo que no es suyo. Les aclaro que no hay ninguna intención en todo esto de comprensión o perdón de su parte hacia VJA por lo que les hizo, sino tan solo hacerles conocer que el consumo de drogas, la falta de límites, de amor y contención en una familia puede llevar a los más jóvenes a cometer delitos y equivocarse en la vida y con ello lastimar a personas como ustedes y que sin dudas merecen un castigo, pero también, una oportunidad de arrepentirse y volver a comenzar de nuevo luego de cumplir con ese castigo que se les impuso como en este caso.
Les quiero informar que VJA fue responsabilizado por los delitos que cometió y que será trasladado a otra provincia para realizar un tratamiento, reitero, por la grave adicción a las drogas que hoy tiene. Por otra parte, igualmente les cuento que esto no termina aquí, sino que a fin de año, VJA (cuando cumpla su mayoría de edad) vendrá nuevamente al tribunal para enfrentarse a una posible pena definitiva en virtud que la ley así lo impone en personas menores de edad, estando todo este tiempo hasta que ello ocurra y como antes les conté en una institución para rehabilitación de adicción a las drogas. Por último, quiero transmitirles que cuando llegue el momento de discutir una vez más la situación de VJA en éste tribunal a mi cargo, se los haré saber por ser su derecho y por ser nuestra obligación como funcionarios públicos, como así también, cualquier otra duda que consideren que debemos aclararles, pues son parte fundamental en este proceso. No sé si esto les traerá más calma o si consideren que se hizo justicia, pero sí espero que puedan llegar a comprender a partir de su lamentable experiencia que detrás de cada delito hay una traumática experiencia o historia de vida de quien lo comete”.
“VJA, nos conocemos desde hace mucho tiempo, eso ya lo sabés porque nos vimos en reiteradas oportunidades desde que tenías 11 años, con la diferencia que en aquel entonces y hasta que cumpliste los 16 años en diciembre del año pasado, la misma ley penal no permitía que fueras responsabilizado pero luego de esa edad quiero contarte que sí podés serlo y lamento mucho que así haya sido. Pero también deseo que sepas que cuando alguien se equivoca en la vida hay que asumir las consecuencias de esos errores y en tu caso fueron muchos y en estos últimos delitos que cometiste una persona salió seriamente lastimada.
Sé muy bien de tu problema de adicción grave a las drogas y que estuviste en reiteradas ocasiones internado en el hospital por lo que tomaste, como también que en una ocasión te prendiste fuego y terminaste lastimado debido a estar drogándote, además conozco muy bien a tu familia y por todo lo que pasaste y pasás con ella, tus enojos, tu rebeldía, tus tristezas, tus miedos y tus necesidades. Sé que te drogabas para soñar con los juguetes que no podías tener. Lo sé muy bien porque intervine en esos delitos en los que robabas cosas del supermercado o los peluches en la terminal de ómnibus. Recuerdo del niño que fue a visitarte al hospital y que quería donarte sus juguetes.
Es muy difícil para nosotros desde el juzgado no conmoverse con tu historia de vida, como la de muchos otros chicos igual que vos. Pero también es nuestra obligación darle una respuesta a las personas a quienes lastimaste porque terminaron muy asustadas y lastimadas. Por supuesto que ahora es otra etapa en la que tendremos que ser más estrictos contigo, pues a pesar de ello, aun creemos que no está todo perdido, que el Estado puede ayudarte a salir de esta difícil y triste situación por la que pasás desde hace muchos años, pero debés comprometerte vos mismo y dejarte ayudar. Vos ya sabés cuál es tu situación actual porque te lo expliqué en la audiencia de juicio abreviado en el que asumiste tu responsabilidad y arrepentimiento por lo que hiciste y eso fue muy valiente de tu parte y valorable para todos quienes intervenimos en este proceso. Tendré nuevamente en cuenta tu petición de recuperarte de tu adicción a las drogas y te enviaré a un lugar a donde se ocuparán de vos y de tu salud y también haré que el Estado se ocupe de ayudar económicamente a tu familia para que pueda visitarte bastante seguido y no te sientas solo, porque también es tu derecho.
Durante todo este tiempo estaré pendiente de lo que pase y seguiré tu tratamiento informándome del mismo y también escucharé tus inquietudes y necesidades y se las contaré a quienes corresponda para que asuman sus responsabilidades, porque ese también es tu derecho. Pero también quiero que sepas que vas a tener obligaciones y que la principal obligación será asumir la responsabilidad que aquí te voy a declarar y sus consecuencias. Te cuento que a fin de año deberemos vernos nuevamente para resolver definitivamente tu situación ante la ley y depende mucho de vos y tu comportamiento hasta ese entonces para que las consecuencias de tus errores repercutan en mayor o menor medida en esa situación. VJA, quiero que sepas que no hemos perdido las esperanzas en vos y tampoco queremos que las pierdas vos mismo, porque hay una vida más allá del delito, las drogas y el encierro que puede cambiar para bien en tu caso una vez que cumplas con tus errores y decidas dejarte ayudar con tu adicción a las drogas”.
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