El dirigente gremial detenido el domingo último en el marco de la causa por el tráfico de más de 87 kilos de cocaína en una avión de KLM Cargo fue procesado y continuará con prisión preventiva, según lo resolvió el juez en lo Penal Económico número 9, Javier López Biscayart, quien además le dictó un embargo en sus bienes por 200 millones de pesos.
Jorge Luis Álvarez, secretario gremial de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico y empleado de la empresa Andes, fue acusado de ser “partícipe necesario” del delito de “intento de contrabando agravado de exportación de sustancia estupefaciente, agravado por el destino inequívoco de comercialización”.
El hombre había reconocido ante el juez haber sido la persona que facilitó el galpón en el que se mantuvo escondida la droga dentro de cajas de cartón hasta la tarde del 14 de enero pasado, cuando en plena tormenta de lluvia y viento fue llevada hasta el avión de KLM Cargo, el cual era operado por la empresa MartinAir y estaba a punto de despegar hacia Amsterdam.
Sin embargo, el secretario gremial dijo que él no sabía qué era lo que había dentro de las cajas y que solo facilitó el espacio a su sobrino, Adrián Enrique Álvarez, empleado de MartinAir y uno de los detenidos en el marco de la causa. El acusado aseguró que se lo pidió como favor y que era habitual que se auxiliaran entre las empresas cuando se necesitaba espacio para guardar mercadería.
Adrián Enrique Álvarez también permanece detenido, al igual que Víctor Hugo Gil, el otro implicado que quedó registrado en los videos. Ambos ya fueron procesados con prisión preventiva por el juez López Biscayart y se les dictó un embargo por 200 millones de pesos a cada uno.
La defensa de Adrián Álvarez apeló el procesamiento ante la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, la cual se expedirá en las próximas semanas.
El hecho fue descubierto el pasado 14 de enero, cuando las cámaras de seguridad captaron el momento en el que dos hombres cargaban dos cajas de cartón en un avión que debía despegar unos minutos más tarde, justo cuando las actividades en el Aeropuerto de Ezeiza estaban suspendidas a raíz de una fuerte tormenta eléctrica.
Esa aeronave de la empresa KLM Cargo había llegado desde el aeropuerto de San Pablo y, tras pisar el aeropuerto internacional de Ezeiza donde fueron cargados casi medio centenar de caballos de carrera y de polo, tenía prevista otra escala en la ciudad de Quito (Ecuador) para luego llegar a su destino final en Amsterdam (Países Bajos).
Ante la sospecha que despertó la maniobra, personal de la Aduana realizó un operativo que incluyó a medio centenar de agentes y perros adiestrados en la búsqueda de estupefacientes, que finalmente hallaron la cocaína dentro de la bodega del avión.
Seguí Leyendo: