Fabián Tablado recuperó su libertad este viernes al mediodía tras cumplir una condena de 23 años por haber matado de 113 puñaladas a Carolina Alo, su ex novia. Al cruzar las rejas de la Unidad Nº 21 y antes de subirse a la camioneta Ford Ecosport que lo estaba esperando para llevarlo con su tía a bordo, aseguró a los medios que lo esperaban que está arrepentido de lo que hizo y le pidió perdón a la familia de la víctima.
“Siempre me pregunto por qué la maté", dijo Fabián al ser abordado por los periodistas.
Dijo que siente culpa y remordimiento, y que que es consciente de que si hoy fuera sometido a juicio con las leyes vigentes le hubieran dado prisión perpetua por la existencia de la figura del femicidio.
“No hay un día en que no piense en pedir perdón. Nunca voy a haber pagado lo que hice”, se disculpó Tablado ante la prensa.
Sin embargo, admitió sentirse un hombre nuevo. “Salgo con una mente diferente y distinta. Soy otra persona, no soy lo que hice en el pasado. Me esforcé mucho y realicé tratamientos en la cárcel. Estoy con una carrera por terminar”, dijo en alusión a sus estudios de abogacía.
A Tablado se lo veía tranquilo y respondió con paciencia cada una de las preguntas que le hicieron los periodistas. No se alborotó en ningún momento aunque algunos movimientos de micrófonos le impactaron en su rosto. Habló de manera pausada, siempre se mostró con su rostro semicubierto con una capucha de su buzo beige, con una mochila al hombro.
“Le pido perdón a Edgardo Alo pero sé que no me va a perdonar. Pero yo me siento aliviado haciéndolo”, remarcó sin pudor. Y continuó con su descargo: “Me arruiné la vida y la vida de Carolina”.
Afuera del penal lo esperaba su tía, y aunque evitó dar precisiones de adónde lo llevaría el conductor de la Ecosport solo informó que no volverá a vivir donde solía hacerlo 24 años atrás. En sus planes inmediatos está reencontrarse con sus seres queridos. Luego, terminar su carrera para recibirse de abogado y seguir concurriendo a la iglesia evangélica, religión a la que se acercó mientras estaba en prisión. Poco después de arrancar, su padre Miguel Ángel subió a la camioneta tras esperar en una estación de servicio.
“Lo primero que voy a hacer es ver a mis familiares”, admitió. Pero la revinculación con sus mellizas aún no va a poder ser posible. “Tengo dos hijas y no las puedo ver pero igual tengo obligaciones como padre”, dijo.
En 2004, un estudio de la Asesoría Pericial de San Isidro consideró que Tablado tenía "rasgos psicopáticos y trastorno antisocial de la personalidad” que son considerados incurables por la psiquiatría contemporánea.
En la mañana de hoy, la jueza de familia sanisidrense Silvia Cendra le impuso una perimetral de 300 metros que le impedirá acercarse a Roxana, su ex esposa, y a sus hijas mellizas de 10 años.
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