Juan Manuel Lugones, titular de APREVIDE, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte que depende del Ministerio de Seguridad bonaerense y que interviene en operativos en el circuito del fútbol con investigaciones y detenciones de bandas violentas, deberá comparecer en la UFI Nº 15 de La Plata a cargo de la fiscal Cecilia Corfield este viernes al mediodía. No fue citado como testigo. Todo lo contrario: Lugones, antagonista frecuente de barras, será indagado. Los delitos que le imputan: abuso de autoridad, amenazas y abuso sexual simple en concurso real. Las víctimas: mujeres policías que trabajaron con él. “Por lo menos cinco”, asegura una fuente del caso a Infobae.
La denuncia fue formulada a principios de este mes por la principal víctima del expediente, su secretaria en APREVIDE, también con rango policial, quien aseguró que Lugones la habría avanzado en repetidas ocasiones, con invitaciones a cenar. A mediados de 2019, camino a Mar del Plata para un control en un partido con Aldosivi, los integrantes de la Agencia “detuvieron la marcha de los vehículos con el objetivo de obtener fotografías de los mismos”, asegura un documento de la causa. “Tomaron varias fotografías hasta que en un momento determinado Lugones indicó que subieran a la caja de una de las camionetas en las que se trasladaban”, sigue el documento. Así, mientras la secretaria subía el pie en el estribo, Lugones la habría tocado. “¿Qué estás haciendo?”, lanzó, “demostrando la falta de consentimiento ante tal conducta”, asegura el escrito firmado por la fiscal Corfield.
“Al enterarse de que tenía un novio, continuó en su testimonio", Lugones “abusando de la función que cumplía... instó un nuevo destino” para que sea trasladada “todo ello con el único objeto de perjudicar a quien no accedió a sus deseos sexuales”.
Esto habría ocurrido en diciembre de 2019. A fines de ese mes, Lugones según una testigo convocó a una reunión en donde dijo que mientras él estuviera en APREVIDE a su secretaria “no la iba a poder ayudar”.
Fuentes oficiales aseguran que tras la denuncia la víctima fue contenida por el Ministerio de Seguridad, protegida y enviada a otro destino dentro de la Provincia.
No fue la única. Otra efectivo, con rango de comisario, aseguró haber sido víctima de violencia psicológica con comentarios orientados a su aspecto físico. “Vos sabés que no estás acá por linda”, le habría sugerido Lugones, mientras decía que las mujeres policías eran “todas ‘putas’, ‘prostitutas’ o ‘promiscuas’”. También le habría lanzado a otra: “¿Hoy te hizo bien el amor el pelotudo de tu novio?”.
La prueba parece ser robusta: hay 19 testimoniales en el expediente de la fiscal Corfield además de capturas de pantalla entregadas. Lugones fue consultado por Infobae para esta nota. Declinó dar su versión de los hechos y aseguró que hablaría tras su indagatoria.
Lugones fue nombrado a cargo de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe) por María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, función en la que aún permanece y de acuerdo a lo que consta en el expediente, la mujer que lo denunció detalló ante la Justicia cómo fue perseguida, castigada y acosada permanentemente por no acceder a los pedidos del funcionario.
En la denuncia, la mujer relata “cuando empecé a trabajar con Lugones en el Aprevide, empezó a preguntarme sobre mis gustos personales, si me gustaba comer pastas o si quisiera trabajar en las canchas. Ante eso, yo respondí que quería hacer el mismo trabajo que mis compañeros”.
La efectivo policial sostuvo que oportunamente y “de manera descolgada empezó a llamarme para invitarme a cenar. Con excusas, rechazaba la invitación. Al otro día de la invitación me tenía que aguantar un trato distinto, con caras de enojo y un trato cortante, obviamente por mi rechazo”.
En tanto, de acuerdo a lo declarado por la víctima, el acoso y el abuso de autoridad continuó, aunque tiempo después la mujer policía fue designada en otro sector. Según consta en la denuncia, la mujer aseguró estar convencida de que fue Lugones quien dispuso su traslado porque ella nunca aceptó sus invitaciones.
“Hasta ahora nunca me quejé aunque me resulta sumamente injusto que por los caprichos de un superior a los que yo no accedo, tenga que sufrir las consecuencias en mi trabajo. Tengo un legajo impecable y acepté todos los traslados sin quejarme, pero esto ya es demasiado y por eso decidí hacer la denuncia”, manifestó la agente, que cuenta con capturas y audios relacionadas con su denuncia.
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