Hoy por la mañana, la Policía Bonaerense detuvo a un joven en su domicilio en el Pasaje Pastor Ferreyra al 4300. Lo buscaban por un hecho atroz: el robo y homicidio de Alfredo Meghdessian, un jubilado de la zona que vivía en la calle Diógenes Taborda al 3500, apenas veinte cuadras de distancia de la casa del detenido, en las inmediaciones de la cancha de Talleres.
Meghdessian, de 87 años, fue atado antes de ser atacado a golpes en el cráneo. Los investigadores en el expediente a cargo de la UFI Nº3 de Lanús con el doctor Jorge Grieco encontraron una gran cantidad de sangre en su casa. Su hermano Alberto, dos años mayor que él, declaró con el fiscal Grieco y se convirtió en un testigo clave: gracias a Alberto, Matías M. fue detenido ya que marcó los objetos encontrados por la Bonaerense en casa de Matías que le habían robado a su hermano: un televisor LED, herramientas, dinero, una tarjeta de débito.
Lo cierto es que Grieco buscaba al sospechoso hacía varios días: lo tenía marcado por dos robos, escruches, ingresar a casas vacías, dos acusaciones del mismo mes en el barrio. El fiscal sabía del nombre por una fuente muy llamativa: la tía del acusado, a la que le había robado un televisor. La tía, por otra parte, filmó el video y lo entregó al fiscal.
Así, Grieco combinó la cara con el nombre. El fiscal no cree que el joven haya actuado solo: habría, por lo menos, un cómplice más que continúa prófugo. El salto en la carrera delictiva es notable: de entrar en casas sin ocupantes presentes a matar con un sadismo notable a un anciano. Para entrar, cortaron las rejas de la cocina. La calificación en su contra, según información de Télam, es de homicidio y robo doblemente agravado.
A comienzos de la mañana, Grieco tuvo un problema: a quién imputarle el crimen.
En un primer momento, el detenido estaba identificado como “Matías Martínez”, 19 años de edad. Luego, mientras esperaba en una celda de comisaría para ser indagado poco después del mediodía de hoy, el detenido entregó otro nombre: Ezequiel Hernán, mismo apellido, 25 años de edad. Los datos se condicen con registros comerciales y previsionales consultados. Ezequiel Hernán tuvo un empleo a comienzos de 2019 en una empresa de logística, su domicilio fiscal queda, precisamente, en Pastor Ferreyra al 4300. No se le conocen, por el momento, otros antecedentes penales.
Silvia, hija de la víctima, tuvo entre sus cálculos la chance de que los ladrones conocieran la casa de su padre de antemano para explotar una debilidad. “Es posible que conocieran que la única reja que se podía cortar era la de la cocina, pero son todas suposiciones”, aseguró en declaraciones televisivas. “Yo tenía miedo, le decía que no saliera de noche, que cerrara con llave, y él posiblemente tomaba precauciones, pero todos los días de nuestras vidas vivimos con la inseguridad latente”, se lamentó.
Las causas de muerte todavía se desconocen. El fiscal espera los resultados de la autopsia al cadáver.
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