Este miércoles por la madrugada en Villa Gobernador Gálvez, junto a Rosario en la provincia de Santa Fe, un feroz tiroteo terminó con 30 vainas servidas en el suelo y ningún muerto que lamentar.
Una hora y media después, no muy lejos de allí, un grupo de criminales todavía desconocidos asesinaba de 40 disparos a un mecánico, el hijo de la jefa local del PJ, el crimen número 40 en lo que va de este año en el departamento provincial de Rosario.
Hoy, la fiscal Marisol Fabbro investiga la conexión de los dos hechos violentos. La víctima, mientras tanto, fue identificada como Martín Sebastián Berton, de 35 años, uno de los hijos de Mónica Cabrera, secretaria general del Partido Justicialista de esa localidad.
Berton fue hallado frente al domicilio de su madre. Su cuerpo estaba dentro de un Chevrolet Corsa gris con 40 heridas de arma de fuego, entre orificios de entrada y salida. Estaba alejado de su madre, la dirigente peronista y empleada del municipio vecino a Rosario, según informaron fuentes de la investigación. La mujer, en diálogo con distintos medios rosarinos, consideró que su hijo estaba supuestamente “huyendo” de los atacantes.
Por ese motivo, en los primeros momentos un interrogante fue por qué el joven se habría dirigido a la casa de su mamá, ubicada en Julio Argentino Roca y San Juan.
Pese a que no se conocen las hipótesis del expediente de la fiscal Fabbro, el jefe de la Policía de Santa Fe Víctor Sarnaglia dijo este miércoles en diálogo con LT9 que el asesinato en Villa Gobernador Gálvez “se trató de otro ajuste de cuentas por actividades ilícitas”. Por las características del ataque, se sospecha que los dos episodios violentos pueden estar vinculados a la venta de droga en la ciudad lindera a Rosario.
Si bien Mónica Cabrera dijo que su hijo “no tenía antecedentes y nunca había sido detenido”, el nombre de Martín Berton figura en varias denuncias entre 2017 y 2019. Al menos dos son por violencia de género, una por amenazas y una por una balacera, donde se menciona a Berton como una persona que “anda armada” y tiene problemas de adicciones con el alcohol y estupefacientes. En octubre de 2017, una mujer pidió una prohibición de acercamiento por una supuesta golpiza a manos del hombre asesinado. En enero del año siguiente, su ex pareja lo denunció por presuntamente intentar incendiarle la casa. Al mes siguiente, una mujer que dijo ser su suegra lo denunció por miedo a su integridad física.
Las denuncias por lesiones en su contra comenzaron al año siguiente, hechos de violencia dentro de su propia familia. Fuentes de Fiscalía, sin embargo, hablan de una única causa en trámite por el delito de portación de un arma de fuego de uso civil.
La posible conexión
Una hora y media antes del crimen hubo un tiroteo en la calle Monte Hermoso al 1000, también en Villa Gobernador Gálvez. Cuando el Comando Radioeléctrico de esa ciudad llegó al lugar vio que una casa tenía impactos de bala en una ventana, en una pared y en el portón, por lo que se sospechó en ese momento que se trató de una balacera. Los policías entrevistaron a una joven que vivía en el lugar atacado e ingresaron a la casa que estaba en la mira policial por venta de drogas.
Las cuatro personas que fueron encontradas en la casa de Monte Hermoso al 1000, entre ellas la joven entrevistada, fueron demoradas porque se secuestraron en el inmueble varias armas de fuego y municiones. Desde el área de Comunicación del Ministerio Público de la Acusación indicaron que fueron arrestados porque además había indicios que repelieron los disparos efectuados contra la casa. Esos indicios son el secuestro de diez vainas servidas calibre 32 dentro de la casa, un calibre similar a una de las armas encontradas en el lugar.
De acuerdo a los datos que recibieron en la Unidad Fiscal de Flagrancia, cuatro sospechosos pasaron en dos motos tipo 110 cc. y efectuaron una ráfaga de tiros contra la casa de Monte Hermoso al 1000 y desde adentro respondieron con más disparos. Afuera se incautaron 30 vainas servidas calibre 9 milímetros y 6 vainas calibre 45.
Los cuatro demorados finalmente quedaron detenidos. Serán llevados a audiencia imputativa el próximo viernes en el Centro de Justicia Penal de Rosario por el delito de portación ilegal de arma de fuego.
Los investigadores que trabajan en el caso hallaron un hilo conductor entre el tiroteo y el feroz asesinato: la joven que primero fue entrevistada por la policía y luego fue demorada. Suponen que tendría un vínculo familiar –se desconocía cuál– con Martín Berton. El otro vínculo es la coincidencia del calibre 9 milímetros, usado en el feroz homicidio y también por las personas que balearon la casa de Monte Hermoso al 1000.
A partir de esa conjetura policial se derivó en otra que podría responder al primer interrogante planteado: la ubicación donde ocurrió el asesinato. El auto y el cuerpo fueron encontrados en Julio Argentino Roca y San Juan, frente a la casa de su madre, y en Comandante Espora al 100, a unos 150 metros del lugar donde fue acribillado, vive una mamá de la joven demorada tras el tiroteo.
Mientras tanto, el velatorio de Berton se anuncia en los perfiles de Facebook de vecinos de la zona. Será a cajón cerrado, dicen."Cómo te dejaron hermano", se lamenta uno de ellos.
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