Karen Falcón, una joven miembro de una banda narco de la zona sur de Rosario, fue filmada mientras recibía una paliza brutal y humillante, difundida por el periodista Alberto Delgado y el sitio Rosario Alerta. Pero no fue un ataque aleatorio: quien grababa la situación era otra integrante de la organización, otra mujer que también fue amenazada con recibir un tiro en una pierna si no lo hacía.
Las imágenes llegaron en la mañana de hoy a la Fiscalía provincial: el doctor Matías Edery ordenó medidas para averiguar cuándo ocurrió la feroz agresión –que se presume que no es actual–, de dónde salió la grabación, quién es el atacante y quién pudo haber instigado la salvaje golpiza. Quien golpea, es obvio, reporta a alguien más. En el video, el hombre que golpea a la chica mientras llora sostiene todo el tiempo un celular y dialoga con alguien. Lo que se ve es grave. “Levantate, levantate, gila, ¡dale! ¡Eso te pasa por mentir! ¿Por qué le mentís al Gordo?”, le grita. “¡Acá se corta la mentira!", continúa.
“Sí, sí, se corta todo”, continúa Karen, quebrada por los azotes. El joven que la ataca luego la lanza al piso. “Mirá, Pepé, acá se ve sangre”, la exhibe, mientras la toma del cuello, como un trofeo para alguien más pesado que él.
En Rosario hay varias bandas que se disputan el territorio para vender droga. En la zona sur la más conocida es la llamada Los Monos, pero hay otras organizaciones que se enfrentan con alto nivel de violencia. Una de las peleas más sangrientas de los últimos años se dio entre dos organizaciones que operan en los barrios Municipal, Parque del Mercado y Tablada: se trata de las bandas de Los Funes y Los Caminos. Son jóvenes en su mayoría, pero dirimen sus conflictos con armas de fuego y tienen negocios ilícitos de distinto alcance, por fuera de los estupefacientes.
Karen Falcón está investigada por la Justicia de Rosario como posible integrante de la banda de Los Funes; su nombre es parte de una causa de venta ilegal de tickets de ingreso al penal de Piñero. La paliza dedicada a “Pepé” o al “Gordo” no fue la única vez que la atacaron frente a un celular. A mediados de agosto del año pasado fue ferozmente golpeada por familiares de internos alojados en la cárcel de Piñero en las afueras de Rosario. El motivo: la acusaban de estar detrás de una balacera en la puerta de esa unidad penitenciaria, donde fueron heridas dos personas.
Detrás de esa balacera con heridos en la puerta de la cárcel había una historia de negocios ilícitos. Dos presos, Alan Funes y René Ungaro, pretendían quedarse con la venta de tickets para el ingreso de las visitas al penal de Piñero. Ese boleto era un bien preciado: aseguraba el orden con el que las visitas de los detenidos entraban a la unidad penitenciaria y también, en algunos casos, poder llevar algunos elementos prohibidos a sus familiares, como celulares.
Alan Funes es muy joven. Está acusado por homicidios, balaceras, amenazas y por integrar una asociación ilícita. Es miembro de la banda que lleva su apellido, un príncipe, hijo de Jorge Funes, acusado de ser su fundador, quien mantuvo una histórica pelea con “Pimpi” Caminos, muerto a tiros, un pesado de la barra de Newell’s. Ungaro, por su parte, cumple su condena por el asesinato de “Pimpi”, y está imputado en otras causas provinciales por amenazas y narcotráfico.
Karen Falcón, se cree, responde a Alan Funes.
Mientras tanto, la violencia recrudece. Rosario cuenta 38 muertes violentas en lo que va del año. El caso más reciente es el de Cristopher Albornoz, su mujer y su hija de un año, acribillados sobre su moto. Se cree que el crimen es el resultado de un ajuste de cuentas. Albornoz es hijo de Miguel, “El Caracú”, acusado de ser un “cocinero” de cocaína de la periferia de la ciudad.
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