El periodista y conductor Víctor Hugo Morales resultó absuelto en el juicio penal por malversación de fondos públicos que lo tenía como imputado desde hace más de tres años.
La causa se había desprendido de otro litigio contra el periodista impulsado por el grupo Clarín y que databa del año 2001, cuando el programa que por entonces conducía Morales en Canal 7 transmitió la final de la Copa Intercontinental que disputaron Boca Juniors y el Real Madrid sin contar con los derechos para ello.
El fallo de primera instancia fue a favor del conductor pero en la apelación la Cámara revirtió esa decisión y finalmente la causa llegó a la Corte Suprema de Justicia, que en 2015 desestimó los planteos del periodista y lo condenó a pagar por los “daños y perjuicios”.
Ese mismo año la Justicia efectuó un allanamiento a su vivienda por orden del juez Fernando Saravia en carácter de “embargo preventivo” para asegurarse de que Morales afrontara la deuda de $3.000.000. Entre otros objetos de valor se incluyeron en el inventario varios cuadros de reconocidos artistas que luego fueron subastados debido a que el periodista se había declarado insolvente. En simultáneo con el embargo, Morales fue designado “depositario judicial” de las obras.
Pero en una ocasión, cuando un martillero se hizo presente en su domicilio para constatar que los bienes no hubiesen sido enajenados, notó que faltaba uno de los cuadros.
“Cuando el martillero advierte esta situación, la mujer de Víctor Hugo le explica que se lo habían prestado a uno de sus nietos. Pero esta persona obró de mala fe porque no dejó constancia de la explicación”, señaló a Infobae el abogado defensor Miguel Ángel Pierri.
Ante esto, la querella denunció nuevamente a Morales, lo cual derivó en un nuevo proceso penal por malversación de fondos públicos.
“Es otra de Clarín. Llevándose por delante todo lo que es el derecho a través del dominio que tienen por los jueces”, había dicho el conductor en su programa tras conocer la imputación.
En el momento del allanamiento a su domicilio, Morales lo había calificado como “un atraco” y luego se había quejado por la valuación que la justicia había hecho de los cuadros que poseía. “Le están poniendo una base de 50.000 pesos a cuadros que valen mucho más. Además son un capital afectivo y moral”, decía por entonces a las cámaras de C5N que lo acompañaron durante el operativo en su domicilio del barrio de Palermo.
Para el estudio que representaba al Grupo Clarín, el allanamiento y embargo de parte del patrimonio de Morales se justificaba por “la insolvencia deliberada en la que incurrió el locutor Víctor Hugo Morales para no hacer frente a una deuda judicial por la transmisión ilegal de un partido de fútbol, con condena firme que llegó hasta la Corte Suprema de Justicia”.
Luego de la constatación del martillero de que faltaba una de las piezas embargadas, a pesar de que la defensa presentó el cuadro faltante y tres fiscales aseguraron que no existió ningún delito, la querella siempre apeló y la causa finalmente fue elevada a juicio oral.
“Es una persecución política y arbitraria. No había ninguna estafa. Y lo peor es que esto le cuesta al Estado y a todos nosotros un montón de dinero. El tribunal incluso le dice al querellante que se ha excedido en su persecución”, dijo el defensor Miguel Ángel Pierri.
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