“Con el cuentito de ‘ser puta es cool’ captaban a las chicas sin necesidad de tener que secuestrarlas”

Con la intención de promocionar su nuevo tema “Puta” y establecer una postura afín al trabajo sexual regulado, Jimena Barón desató una nueva polémica alrededor de una discusión abierta desde hace muchos años: abolicionismo versus regulacionismo. Entre las miles de reacciones y repercusiones que tuvo la expresión de la actriz y cantante, sobresalió una serie de tuits de Sofía (@SochiDesespero), una joven de 25 años que relató la experiencia traumática de Andrea, su mamá, como trabajadora sexual vinculada a una referente del sindicato AMMAR en Mar del Plata, que en 2019 fue condenada a cuatro años de prisión por el delito de facilitación de la prostitución en un juicio abreviado ante el Tribunal Oral Federal de la ciudad costera.

“Hoy quiero hacer este hilo para contarles una historia personal sobre prostitución, explotación sexual, proxenetismo, reglamentarismo y abolicionismo. Siento que es momento de contarla: Vengo de una familia de mujeres explotadas sexualmente”, introdujo Sofía, antes de apuntar contra María López Villagra, secretaria del sindicato de trabajadoras sexuales marplatense: “Malu López estaba explotando sexualmente a mi mamá. Prostituía mujeres en situación de vulnerabilidad y las mantenía ‘trabajando’ bajo amenaza”, escribió.

Andrea, su mamá, tiene 46 años y en 2017 denunció a López Villagra, quien ya había sido acusada en la Justicia por otras dos mujeres. Pero el testimonio de esta mujer fue determinante para que en diciembre del año pasado “Malu” fuera condenada en un juicio abreviado. Ocurrió después de haber sido amenazada, según contó, por la referente de AMMAR e incluso atacada físicamente.

Andrea y Sofía contaron a Infobae su historia vía WhatsApp. Por una cuestión de seguridad e intimidad pidieron que no se muestren fotos de sus rostros. Después de la denuncia contra López Villagra tuvieron que irse de Mar del Plata. “Nos exiliamos”, aclara Sofía.

“La idea de Malu López era poner un departamento VIP con chicas muy jóvenes, por eso entró a militar a Descamisados, donde yo también militaba y tenía llegada a las chicas. Ella con el cuentito de ‘ser puta es cool y divertirse y ganar mucho dinero’ iba captando a las chicas de esa manera, sin necesidad de tener que secuestrarlas. La idea de ella era que yo regenteara ese lugar con esas chicas”, contó Andrea a este medio, en referencia al momento en que ella sintió que ya no era dueña de su cuerpo.

“Yo me niego y empiezan las represalias. De ninguna manera lo iba a hacer, le dije. Y entonces mandó a un vecino a violarme con un arma en el prostíbulo”, remarcó Andrea.

Sofía cuenta que se enteró que su mamá era explotada después de que Andrea hiciera la denuncia. “Mi mamá intentó cuidarme de la situación, de todo lo que estaba pasando. Luego me entero de que Malu López prostituía a mujeres en situación de vulnerabilidad y las tenía bajo amenaza. Mujeres que venían de situación de violencia, migrantes y las mantenía trabajando bajo amenaza”, explicó, y dio ejemplos.

“A una de las mujeres que tenía trabajando entre comillas la amenazaba con que la iban a deportar y sacarle el hijo. Todo el tiempo tenía medidas de amedrentamiento por cualquier cosa. Les cobraba multas, más allá del 50% que se quedaba ella como proxeneta. En el caso de mi mamá, la amenaza era con nosotras, sus hijas, era su manera de mantenerla como ella quería”, detalló Sofía.

Andrea habla poco. Todavía paga el precio del miedo y el dolor tras la denuncia. Está bajo tratamiento psiquiátrico por el estrés postraumático que le dejó la denuncia y las amenazas que ella cuenta que recibió después de ir a la Justicia. La voz cantante la lleva su hija, quien durante un tiempo admite que estaba a favor del trabajo sexual regulado, pero que las decisiones que tomó la referente de AMMAR y el calvario que vivió su madre la hicieron cambiar de perspectiva. Por eso, Sofía aclara a cada momento: “Esto que cuento es desde mi punto de vista”.

“La cuestión de cualquier mujer en situación de explotación sexual es diversa: tener que pagarle la mitad de la plata a tu proxetena es estar atrapada y explotada. Las medidas punitivas que aplicaba Malu López contra las chicas cuando no se comportaban cuando quería, las multas son explotación y la vulnerabilidad económica y de todo tipo en el que llegaban las mujeres a trabajar en esas situación. Ella jugaba de amiga, y así la atrapó a mi mamá”, relató.

Andrea se hizo trabajadora sexual en un momento de extrema necesidad. “No tenía ni para comer”, según contó su hija. Entonces apareció López Villagra: “Malu le escribe a mi mamá. Ella estaba sin plata, no tenía para comer. Y Malu le dice que ella le presta para el supermercado, que pase por el prostíbulo. La citó a la mañana. Y Malu apareció a las 20 para buscar la recaudación. Directamente estaba esperando que mi mamá trabaje ahí. Así empezó todo”.

Así empezó Andrea a trabajar con su cuerpo. Pero duró apenas unos meses. Hasta que, según su relato, López Villagra la quiso poner a regentear un departamento de atención VIP con chicas jóvenes captadas en los barrios vulnerables donde militaban con la agrupación Descamisados.

“Mi mamá estuvo sometida pocos meses porque cuando empezó a insistirle a que regentee ella se negó y empezaron las represalias físicas. Ahí decide ir a Fiscalía y hacer la denuncia”, explicó Sofía. Andrea pudo escaparse del prostíbulo “después de haber estado todo un fin de semana encerrada, desde un viernes a la mañana, y cuando las chicas dormían se fue, cerró con llave y tiró la llave”.

Andrea detalló que López Villagra no cuidaba a las mujeres que trabajaban con su cuerpo en el prostíbulo marplatense, incluso que les daba pastillas para abortar en ese mismo lugar. “Se rompía un profiláctico y estaba pactado que ella conseguía la pastilla para que no te contagies VIH. Pero cuando pasaba eso pasaba, nada más te daba una jeringa y vinagre y te pedía que te pusieras en la vagina eso porque ‘mataba todo’. Y había chicas que abortaban mientras atendían a los clientes”, relató Andrea.

A partir de la denuncia de Andrea, López Villagra fue imputada por el delito de “trata de personas” con fines de exploitación sexual bajo la modalidad de captación y acogimiento, agravado por el engaño y abuso de la situación de vulnerabilidad de tres jóvenes (Andrea era una), a quienes explotaba sexualmente en el prostíbulo que ella regenteaba. Según explicó un investigador a Página 12, López Villagra primero les proponía a las mujeres formar una cooperativa pero luego les retenía un porcentaje que llegaba al 50% de lo que cobraban por los “pases” y les exigía el cumplimiento de horarios, entre otros requerimientos. “No era el esquema de una cooperativa, ella era quien regenteaba y explotaba el prostíbulo”, explicaron los expertos.

“Esta proxeneta estaba entongada con gente pesada, con la Policía desde ya, y hacía mucho esfuerzo por ganar contactos políticos. Se juntaba con concejales, con gente con peso político”, comentó Sofía.

Sofía y Andrea todavía tienen miedo. La joven aseguró a Infobae que López Villagra intentó captarla a ella también: “Yo estaba buscando trabajo y Malu López me decía que me iría muy bien trabajando con ella. Yo a mi mamá no le contaba nada. Me dijo que era bonita, que me iría re bien, que no sabía por qué me estresaba buscando trabajo si me iría tan bien (con la prostitución)”.

Pero luego de la denuncia de su madre, la actitud de López, según Sofía, cambió: “Malu me hacía llegar mensajes como codificados pero indirectamente amenazas contra mi mamá. Me decía que tuviera cuidado que había violaciones, después de haber mandado a violar a mi mamá”.

Sofía explicó que decidió escribir sus tuits después de ver a la referente nacional de AMMAR, Georgina Orellano, con Jimena Barón, tras la polémica: “Decidí escribir el hilo porque fueron años de miedo y de silencio y pensé que era una manera de reapropiarme y hacer catarsis con lo que pasó en mi familia. El caso de mi mamá es de 2017. Pasó tiempo en el que no me sentía cómoda hablando de esto hasta que el otro día pude expresarlo a modo de catarsis. Un poco fue la banalización de algo tan importante, eso fue la gota que rebalsó el vaso e hizo que me anime a contar mi perspectiva de las cosas. Esto es lo que yo puedo ofrecer. No más que eso. Me pareció que era un buen momento para decir estas cosas. Básicamente lo que detonó fue ver a Georgina Orellano pegada a Barón vendiendo una imagen de la puta feliz que es algo que no se condice lo que es la realidad. AMMAR representa los intereses de un sector sumamente reducido y no representa lo que es la prostitución”.

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