Ocurrió el 26 de noviembre de 2017 en la calle Teniente Bourquet al 500, zona de Luis Guillón. Jorge Lotto, 42 años, sargento primero de la Policía Federal, llegaba con su moto a su casa. Un auto lo atropelló, un Volkswagen Suran, pero no fue un accidente de tránsito, sino un asalto brutal. Iban a robarle.
Entonces comenzó un tiroteo. Lotto recibió una bala en el abdomen. Murió en el hospital Santamarina poco después. Todo fue registrado por una cámara de seguridad municipal. Y todo fue por nada. Los ladrones huyeron sin llevarse la moto. El cuerpo de Lotto fue enviado a la morgue de Lomas de Zamora para la autopsia correspondiente, varias vainas fueron recolectadas en la escena del crimen. El VW Suran después fue descartado e incendiado, su carrocería encontrada en plena calle.
Así, comenzó una causa bajo la calificación de homicidio criminis causa, matar para ocultar otro delito, a cargo de la UFI Nº 1 de Esteban Echeverría. Con el tiempo se identificó a un sospechoso.
El sábado pasado, ese sospechoso cayó.
Carlos Alberto Martínez, oriundo de Lomas de Zamora, había trabajado años atrás para una tercerizadora de recursos humanos, luego tuvo antecedentes por robo. Información a la que llegaron policías de la Comisaría 2ª de Luis Guillón apuntaba que Martínez, de 23 años, nunca habría dejado de moverse en el submundo, que su banda seguía activa y que tampoco estaba demasiado lejos. Así, comenzaron a recabar testimonios, datos de calle.
Finalmente, los detectives de Luis Guillón llegaron a donde Martínez solía juntarse con otros, una pizzería en la zona de Alejandro Korn. Ya lo habían buscado antes, allanaron la casa de un familiar en 2017 sin éxito. Tras una guardia, lo encararon. Lo encontraron con un aspecto distinto del que tenía en sus fotos disponibles en los registros: se había teñido el pelo de rubio, usaba lentes.
Hicieron falta cuatro hombres para reducirlo, dado su porte y gran estatura. Forcejeó, pero al final no pudo. Lo esposaron y quedó detenido.
La cámara municipal que tomó el crimen de Lotto no fue la única que filmó esa noche. El recorrido hecho por los detectives encontró varias filmaciones: se detectó la quema del auto tras ser descartado y luego se lo ve a quien sería Martínez caminando junto a un hombre, quien sería su cómplice y es buscado hasta hoy.
Su cómplice era un enigma hasta la caída de Martínez el sábado pasado. “Anteojito”, según fuentes cercanas al caso, se calló la boca al respecto. Sin embargo, poco después, una fuente anónima comenzó a hablar.
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