Poco después de las seis de mañana del martes, un micro de dos pisos de la empresa Vía Bariloche que cubría el tramo de Miramar a Pacheco se despistó del camino en el kilómetro 93 de la Ruta 2. Por el hecho dos pasajeros murieron y otros cuatro sufrieron la amputación de varios de sus miembros. El conductor está internado en grave estado en un hospital de la zona. Tiene una custodia policial junto a su cama: quedó detenido.
Por su parte, el chofer suplente que descansaba o dormía momento del accidente no está detenido. La fiscal Mariana Albizu, a cargo de investigar el hecho, no tomó ninguna medida con respecto al hombre de 35 años. En las próximas horas declarará como testigo.
El conductor al volante, de 24 años, será trasladado en las próximas horas será trasladado a un centro de mayor complejidad todavía bajo custodia policial. Todavía no se le pudo notificar de la aprehensión por su estado. Su situación legal es grave: fuentes de la causa afirmaron a Infobae que el delito que se le imputa es el de homicidio culposo agravado por conducción negligente o imprudente de un vehículo motorizado, una calificación más grave que la que enfrentó Alberto Gustavo Maldonado, el chofer que en noviembre del año pasado protagonizó el vuelco que le costó la vida a 2 menores en el kilómetro 141 de la misma ruta.
La fiscal Albizu utilizará las próximas 24 horas estipuladas por ley para saber si lo deja detenido o no. Todo indicaría que quedaría privado de su libertad.
En el lugar del accidente trabajaron hasta poco después del mediodía miembros de Policía Científica de Brandsen y de La Plata, con un operativo a cargo del Destacamento de Seguridad Vial de Samborombón, con la presencia de bomberos.
Para la Justicia, a pesar de que la investigación recién comienza, la principal hipótesis es que el chofer se quedó dormido. El fundamento para la hipótesis surge de un peritaje que se hizo en el lugar: no hay marcas que indiquen una mala maniobra o un volantazo como la causa del vuelco.
En cuanto a las pruebas recolectadas en el lugar del hecho y que serán analizadas en las próximas horas está el tacómetro del micro. Se intentará determinar gracias a este elemento cuál era la velocidad a la que iba el móvil de la empresa Vía Bariloche. También se hará un análisis sobre los teléfonos de los choferes para conocer cuáles fueron sus comunicaciones previas.
En paralelo a esto, empleados del Ministerio de Transporte en conjunto con la fiscalía analizan la documentación de la empresa y la que se encontró en el vehículo. Buscarán corroborar si los choferes cumplieron con las horas de descansado necesarias.
Uno de los pasajeros que viajaba en la parte de arriba del ómnibus de dos pisos escuchó al chofer decir: “Me tienen de un lado para el otro”. Este testimonio ya fue incorporado al expediente.
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