Joel, un adolescente de 15 años, se encuentra “en riesgo de vida” luego de ser atacado por una patota de al menos siete personas de entre 17 y 35 años en la localidad bonaerense de Wilde. La violenta agresión ocurrió el domingo pasado en horas de la madrugada y desde entonces la víctima quedó internada en el Sanatorio Güemes, en la ciudad de Buenos Aires.
Todo empezó el sábado a la tarde, cuando el adolescente junto a sus amigos fue a jugar a la pelota a una plaza y discutieron con otro grupo de jóvenes. “Fue una pelea pequeña, pero uno de los jóvenes les dijo: “Vamos a volver”, explicó a Fernanda, una tía de Joel, a la agencia Télam. La amenaza finalmente fue cumplida. La patota sorprendió al joven en la puerta de la casa de un amigo, lo persiguieron a lo largo de varias cuadras y lo golpearon.
“Llegaron con palos, botellas y piedras. Los chicos salieron corriendo para un lado y Joel quedó solo, y fue ahí cuando comenzaron a golpearlo”, relató la tía. Los médicos que lo recibieron por guardia después le dijeron a la familia que se encontraba “hemodinámicamente inestable”. “Lo dejaron muerto en la calle”, afirmó la mujer.
Jesica, la mamá de la víctima, dio al canal C5N detalles del estado de salud del joven. “Mi hijo está mal pero está vivo, al menos lo importante es que está vivo”, sostuvo la mujer. El aprehendido por la agresión del joven en Wilde tiene 17 años. Sin embargo, la madre aclaró que eran siete los que lo atacaron. “Llegaron con palos, botellas y piedras. Los chicos salieron corriendo para un lado y Joel quedó solo, y fue ahí cuando comenzaron a golpearlo”, relató la tía quien dialogó con amigos de su sobrino y vecinos de la zona donde ocurrió el ataque.
En ese sentido, continúo: “Mi sobrino pudo escapar pero a las dos cuadras, en Yapeyú y Helguera, lo agarraron y lo volvieron a golpear”. Fernanda, en tanto, señaló que “era la primera vez que los veían” y que “eran hombres más grandes” los que comenzaron con la agresión. “Eran tipos grandes, no les importó la vida de una criatura”, completó la madre.
Entre otros detalles, la familia contó que el adolescente sufrió pérdida de masa encefálica, un ojo y un oído, además de huesos quebrados y contusiones en todo el cuerpo. “Está muy mal. Estamos esperando un milagro. Tiene múltiples contusiones a nivel cerebral, respiración asistida... está con tubos y cables por todos lados. Lo indujeron a un coma porque está gravísimo”, agregó la novia de la víctima y testigo del hecho, en diálogo con TN.
“No importa quién fue el que le dio con el palo porque yo vi piñas y patadas en piso. Eran hombres más grandes y no les importó la vida de una criatura”, señaló Vanina, otras de las tías de Joel. “Los chicos salieron corriendo para un lado y Joel quedó solo. A las dos cuadras, en Yapeyú y Helguera, lo agarraron y le pegaron entre todos. Me lo dejaron tirado en la puerta de mi casa. Le salía sangre del oído izquierdo como si fuera una fuente. También sangraba por la nariz y por la boca y no podía hablar; balbuceaba. Lo dejaron casi muerto en la calle”, agregó.
En el caso intervino el Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil Nro. 6 y el doctor Daniel Collado, del Departamento Judicial Lomas de Zamora. El aprehendido está por ahora en un instituto de menores, revelaron fuentes policiales a Infobae.
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