La madre de uno de los rugbiers acusados por el asesinato de Fernando Báez Sosa había dicho que su hijo “no estaba en el lugar de los hechos”. Sin embargo, Juan Pedro Guarino, el joven en cuestión, fue identificado durante la última rueda de reconocimiento llevada a cabo este martes.
“Es todo muy triste. Me dijo que no estaba en el lugar de los hechos”, había asegurado la mujer el lunes, cuando salió de visitar a su hijo. “Mi hijo está bien. Lo único que sé es que le pido muchas disculpas, mucho pésame a la familia (de Báez Sosa)”, había agregado la madre de Guarino ante los medios de comunicación allí presentes.
Al momento de sus dichos, el joven de 19 años era uno de los tres rugbiers que no habían sido identificados en ninguna de las tres primeras ruedas de reconocimiento, además de Alejo Milanesi y a Blas Cinalli. No obstante, en la última ronda los testigos ubicaron a Guarino y a Cinalli en el lugar el día del ataque. De esta forma, refutaron la versión de la mujer, que aseguró lo contrario en base a lo que le relató su propio hijo. Por ahora, solamente Milanesi atravesó todas las ruedas de reconocimiento sin ser identificado.
Los rugbiers detenidos son Luciano Pertossi (18), Ayrton Viollaz (20), Matías Benicelli (20), Alejo Milanesi (20), Blas Cinalli (18), Juan Pedro Guarino (19), Máximo Thomsen (20), Enzo Comelli (19), Ciro Pertossi (19) y Lucas Pertossi (20). Todos ellos están acusados por la fiscal del caso, Verónica Zamboni, por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, por el cual podrían recibir una pena de prisión perpetua.
Por el hecho, hay un undécimo imputado, el remero Pablo Ventura, quien estuvo detenido cuatro días hasta que fue liberado por la Justicia tras determinar que no se hallaba en Gesell en el momento en que ocurrió el crimen de Báez Sosa. Sucede que en el caso de Ventura, que ya retornó a su casa en Zárate, contó con varias pruebas a su favor. No sólo no fue ubicado por ningún testigo en el lugar del hecho, sino que la filmación de una cámara de seguridad confirmó que estuvo en un conocido restaurante de Zárate la noche del sábado 18 de enero. Luego de cenar allí, se reunió con unos amigos, que también acudieron a Gesell para declarar que Pablo había estado con ellos. Además, Ventura cedió rápidamente su celular para que también forme parte de los peritajes, para que se corrobore qué antenas lo detectaron durante aquella noche.
Justamente, los investigadores comenzaron esta semana con el peritaje a los teléfonos celulares de todos los involucrados en el caso en la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina (PFA), ubicada en la Escollera Norte de Mar del Plata. A su vez, se espera que en los próximos días también se lleven a cabo en Dolores el peritaje químico y de rastros para determinar si en las prendas y calzados incautados hay manchas de sangre. En contrapartida, aún no hay fecha para llevar a cabo el peritaje scopométrico que va a comparar la “impronta” que dejó en la piel de la víctima una zapatilla, cuyo “modelo y tipo” fue identificado por la Policía, con el calzado incautado.
Fuentes judiciales revelaron que los diez rugbiers detenidos serán trasladados durante la madrugada del miércoles al Penal de Dolores, donde quedarán alojados en la alcaidía, separados del resto de la población carcelaria. El crimen de Báez Sosa ocurrió la madrugada del sábado 18 de enero último, frente al boliche “Le Brique”, en avenida 3 y Paseo 102, del centro de Villa Gesell, donde el joven murió tras ser atacado a golpes de puño y patadas en plena vía pública.
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