El drama para Pablo Ventura, el joven remero y estudiante de farmacéutica de Zárate que fue incriminado falsamente por los diez acusados de participar en el crimen de Fernando Báez Sosa, parece llegar a su fin. Hoy por la mañana, su abogado defensor, Jorge Santoro, presentó el pedido de sobreseimiento para Pablo en el Juzgado de Garantías N° 6 a cargo de Diego Mancinelli, que entiende en el caso, según confirmó Santoro a Infobae.
“Creo que las pruebas que hemos presentado son concluyentes. Ninguno de los testigos ubicó a Pablo en la escena, como tampoco el auto del que se habló que salió de Gesell a Zárate”, afirma el abogado.
Ventura fue liberado la semana pasada tras cuatro días de celda en la DDI de Villa Gesell: el juez Mancinelli mismo le había dictado la falta de mérito luego de las pruebas aportadas por su familia, que incluían exámenes médicos que mostraban que no tenía lesiones de golpes de puño en sus manos, varios testigos que lo ubicaban en Zárate y un video de cámara de seguridad de la parrilla La Querencia en la ciudad bonaerense, donde cenaba con sus padres en la noche del crimen.
“No se lo identifica en la escena del lamentable hecho”, argumentó Santoro en su escrito. Por otra parte, apuntó contra la teoría de que fue sacado clandestinamente de Villa Gesell, que el fiscal general Diego Escoda había mencionado como una posibilidad a mediados de la semana pasada. “Los rodados de la familia nunca salieron de Zárate”, concluyó el defensor.
Ventura, hasta que el juez lo resuelva, sigue vinculado a la causa. Se quedó junto a su padre en Villa Gesell para participar de las ruedas de reconocimiento. Ningún testigo lo marcó hasta ahora, según fuentes cercanas a la causa. Máximo Thomsen y Enzo Comelli fueron los más señalados por los jóvenes que acompañaban a Fernando Báez Sosa en el boliche Le Brique.
Los detenidos lo implicaron al momento de su detención. Un policía mostró una zapatilla ensangrentada y preguntó a quién correspondía. Varios de ellos, que todavía no fueron identificados, dieron el nombre de Pablo. Así, el joven era detenido horas después. Amigos históricos suyos en Zárate hablan de una historia de bullying durante los últimos dos años, algo que Pablo niega. El viernes pasado, cientos de vecinos salieron a marchar en su ciudad con carteles con su cara: “Pablo inocente. Zárate está con vos”, decían.
Ventura también se presentó en la mañana de hoy en la UFI N° 6 que tramita el caso. Aseguró en diálogo con Infobae que solo tuvo “un cruce de miradas” hace cuatro años con los detenidos en la disco Apsara de Zárate, donde varios testimonios los ubican en peleas.
“En su momento estaba nervioso pero a medida que fueron pasando los días muchísimo más tranquilo, aunque la causa siga”, dice Pablo: “Nunca me los crucé en las ruedas”.
—¿Por qué creés que te involucraron?
Ventura: —La verdad, no entendía nada, ni entiendo hasta el día de hoy por qué me involucraron, solamente hace cuatro años tuve un cruce de miradas, en el boliche allá de Zárate, Apsara, pero solo fue una cruzada de miradas, nunca nos dijimos nada y nunca más pasó nada. Tampoco fue algo tan grave como para involucrarme en esto, nunca llegamos a pegarnos, ni nada.
Hoy, su abogado reconoció que evalúa denunciar a los rugbiers que lo incriminaron “por daños y perjuicios por afectación a la dignidad", afirma Santoro, aunque la palabra final sobre eventuales acciones legales la tendrá la familia misma.
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