“Es increíble que nadie haya resultado herido. Ninguno tuvo un solo rasguño”. Esa es la primera reflexión que el subcomisario de la localidad tucumana de Tafí Viejo, Daniel Luna, le dio a Infobae luego de la violenta pelea que protagonizó un grupo de jóvenes y que incluyó machetazos, piedras, palos y hasta un auto embistiendo a un cuatriciclo. La salvaje secuencia fue filmada por un testigo y compartida en las redes sociales.
Todo ocurrió el domingo pasado a las 16:30 en la esquina de Perú y Tucumán cuando dos hombres que estaban a bordo de un auto se enfrentaron con el conductor de un cuatriciclo en el ingreso a una estación de GNC. En las imágenes se pueden observar los detalles de la riña. Uno de los jóvenes porta un machete, mientras los otros repelen el ataque con palos y piedras. En un momento, el dueño del cuatriciclo comenzó a golpear el parabrisas del auto con el enorme cuchillo y quiso subirse de vuelta a su vehículo al creer que estaba todo terminado. Pensó que había ganado la batalla.
Sin embargo, uno de sus rivales intentó atropellar al agresor cuando estaba de espaldas y terminó embistiendo violentamente al cuatriciclo, para luego romperlo a palazos en medio de una escalada de furia. De hecho, en el video se ve cómo casi se lo lleva puesto, lo que hubiese sido una tragedia. Increíblemente, sólo se registraron daños materiales. Minutos después llegó la Policía y detuvo a los dueños de los dos vehículos.
En un comienzo se creyó que había sido un robo. Sin embargo, la historia es muy distinta. De acuerdo con el subcomisario Luna, los motivos que desencadenaron el salvaje momento tienen origen en viejos enfrentamientos entre ellos. “Son vecinos que se conocen y sus problemas son de larga data. Se encontraron casualmente, se miraron mal, uno le dijo al otro ‘soy más macho que vos’ y se desató todo”, dijo el jefe policial a este medio. “Fue una pelea callejera entre personas que se conocen y que traen una vieja enemistad por conflictos típicos de vecinos”, aclaró.
Los detenidos fueron identificados como Iván Palomino, el conductor del Chevrolet negro y Eduardo Moya, dueño del cuatriciclo y portador del machete. Ambos declararon que se conocen y que se llevan mal desde hace mucho tiempo. “La policía los condujo por caminos separados para evitar nuevos enfrentamientos, se le dio intervención al Ministerio Público Fiscal que ordenó medidas cautelares y les prohibió acercarse”, informó el oficial a Infobae.
Tanto el cuatriciclo como el auto negro fueron secuestrados, se les realizaron las pericias correspondientes y luego fueron restituidos a sus dueños. “Ninguno de ellos estaba alcoholizado. Simplemente tenían problemas de antes y se enfrentaron. El tema es que estamos inmersos en una sociedad muy violenta y gracias a Dios, la policía intervino cuanto antes y evitó algo peor”, aseguró el subcomisario.
Luego de vdeclarar en sede judicial, los involucrados fueron liberados porque la fiscalía consideró que con las cautelares es suficiente para evitar que se vuelvan a enfrentar. Además, ninguno tenía antecedentes penales. Respecto al dueño del cuatriciclo, Luna explicó que se trata de un trabajador rural que al verse superado numéricamente sacó el machete y se defendió. La causa quedó a cargo del fiscal Ignacio López Bustos.
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