Con los rostros tapados y fuertemente custodiados por la policía, los rugbiers detenidos por el asesinato de Fernando Báez Sosa fueron trasladados al Centro de Convenciones de Villa Gesell “Néstor Kirchner", donde ya empezaron a ser sometidos a una rueda de reconocimiento. Es un día clave en la investigación, porque de esa forma se buscará esclarecer el rol que tuvo cada uno de los 10 imputados en el crimen que se cometió durante la madrugada del sábado pasado en la ciudad costera.
Tras la brutal golpiza, será la primera vez que los amigos de la víctima estén en la misma sala que los detenidos. Solo los separa un vidrio espejado a través del que seis amigos de Fernando ven a los diez rugbiers, pero no al revés. Los testigos pasarán de a uno. Los imputados pasarán individualmente, pero acompañados de tres personas más que no tienen que ver con el caso aunque poseen características físicas similares. Se estima que este proceso durará al menos hasta el mediodía.
“Para nosotros esta prueba no vale nada. Pierde total sentido. Los chicos amigos de la víctima miraron televisión, escucharon comentarios de periodistas, vieron los videos editados por los canales, leyeron redes sociales. Están contaminados. No sirve como prueba para esta defensa”, protestó una fuente cercana a los jóvenes oriundos de Zárate.
La fiscal Verónica Zamboni imputó a los rugbiers Maximiliano Thomsen y Ciro Pertossi como coautores del homicidio y a los otros ocho como partícipes necesarios. La de hoy es la primera de cuatro jornadas de ruedas de reconocimiento que presenciarán testigos y los amigos de Fernando que estaban en el boliche Le Brique cuando se generó el conflicto que concluyó con la muerte del joven de 18 años. Así lo dispuso el juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli. Las otras tres serán mañana, el lunes 27 y el martes 28 de enero, también en el Centro de Convenciones Néstor Kirchner, ubicado en Paseo 139 y la Ruta Nacional 11, en la localidad balnearia.
Los diferentes videos que fueron aportados a la causa y los testimonios de los testigos fueron suficientes argumentos para que Zamboni determine la imputación sobre el grupo de rugbiers. La rueda de reconocimiento buscará determinar el rol que tuvo cada uno puntualmente en la golpiza mortal. Personas que presenciaron el homicidio revelaron detalles de la saña con la que actuó la patota. Incluso, varios testimonios señalan que entre los gritos se escuchó: “Dale que lo vas a matar, vos podés”.
A la rueda de reconocimiento será expuesto también Pablo Ventura, el detenido número 11 que fue liberado el martes por la noche, tras corroborarse la coartada mediante la cual aseguraba haber estado en Zárate el día del crimen. Más allá de haber sido excarcelado, el joven remero de 21 años deberá permanecer en Villa Gesell para asistir a las cuatro jornadas de las ruedas de reconocimiento. “No sabía qué pensar”, describió Pablo sobre los días que pasó privado de su libertad. “Me sentía mal, triste. Estoy todavía mal, sigo shockeado, un poco mejor pero bueno, es difícil”.
Cuando la Policía de la provincia de Buenos Aires allanó el sábado 18 de enero por la mañana el domicilio de los primeros 10 detenidos por el homicidio de Fernando, los efectivos encontraron una zapatilla con sangre. “¿De quién es?”, preguntó uno de los agentes. “De Pablo”, contestó uno de los detenidos. “Sí, de Pablo Ventura”, repitieron otros. Así, el joven remero de 21 años quedó involucrado en el caso y fue detenido esa misma tarde en su casa de Zárate.
“No entendía nada cuando llegó la Policía, no sabía qué estaba pasando”, contó Pablo. “Pero yo sabía que no estaba acá [en Villa Gesell], estaba tranquilo con eso. Estuve en la casa de un amigo en Zárate, no hice otra cosa”. Al ser consultado sobre qué piensa de quienes lo involucraron, dijo: “No tengo ninguna situación de odio. Estoy tranquilo. Los conozco de vista de la ciudad, nada más”. Este jueves Ventura se cruzará en la rueda de reconocimiento con los imputados, tras la vil mentira que le costó cuatro días en una celda de la DDI de Gesell por ser acusado de matar a patadas a Báez Sosa.
Este miércoles, Fernando Burlando asumió como abogado de la familia de Báez Sosa. “Lo que quiero es que todos los responsables paguen la pena que corresponda por haber cometido este acto brutal. Es lo que me pidieron los papás”, sostuvo el mediático letrado en diálogo con Infobae. Para Burlando, “sin ningún tipo de duda” lo que sucedió se encuadra como “un homicidio doblemente calificado por la alevosía que está manifiesta y por el concurso premeditado de tres o más personas". Es decir, difiere de la tipificación que aplicó la fiscal caratulando la causa e imputando a los rugbiers, ya que no incluye el agravante de la alevosía. “Son animales, no tiene nada que ver con el deporte ni nada”, agregó el abogado.
Tras reunirse con Burlando habló con la prensa Silvino Báez, el padre de la víctima, quien con una foto de Fernando en su pecho, declaró: “Lo que le pasó a mi hijo fue muy cruel. Esperamos que se haga justicia y que paguen los culpables. Tenemos que tener confianza en la Justicia y en los abogados que llevan el caso”. “Espero que todo salga bien y esto no quede impune”, agregó afligido.
Por otra parte, para hoy a las 18, amigos y familiares de Fernando convocaron a una “sentada pacífica con velas” en la puerta de la casa donde vivía el joven de 18 años, en Avenida Pueyrredón al 1800, en el barrio porteño de Recoleta. Julieta Rossi, novia de la víctima, pegó afiches con la imagen del chico con el pedido de justicia “por Fernando, asesinado en Gesell”. Las fotos se multiplicaron por fachadas de edificios, locales de ropa y de comida, a lo largo de las cuadras de la zona.
Silvino Báez se refirió a la sentada que se organizó de forma espontánea y aseguró que le gustaría participar, pero que depende del estado de ánimo de su mujer, Graciela. En diálogo con Infobae, allegados a la familia contaron que la mamá de Fernando está muy mal anímicamente y recibiendo asistencia psicológica. “Hasta que no vio el cuerpo de su hijo no cayó en la cuenta de lo que había pasado”, sostuvo una amiga.
Maximiliano Thomsen y Ciro Pertossi fueron imputados como coautores del homicidio, mientras que Matías Franco Benicelli (20), Ayrton Michael Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Tomás Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarini (19), y Blas Sinalli (18) como partícipes necesarios. Acusados por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”, la pena prevé la prisión perpetua.
Thomsen, de 20 años, es hijo de Rosalía Zárate, arquitecta que se desempeña como secretaria de Obras Públicas del Municipio de Zárate. Por su parte, Ciro Pertossi, de 19 años, es hermano de Luciano y primo de Lucas, también detenidos. La madre de los hermanos Pertossi trabaja como docente y su padre es jefe de la automotriz Toyota. Todos los Pertossi fueron suspendidos por el club este martes, mientras que vecinos de la zona revelaron que eran conocidos por protagonizar episodios violentos.
En Argentina, según señala el artículo 13 del Código Penal, la persona que fuera condenada a reclusión perpetua, una vez cumplidos los 35 años de condena, puede obtener la libertad por resolución judicial, “previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y favorable su reinserción social” con una serie de condiciones. Es decir que, en caso de recibir esa pena, los acusados saldrían en libertad después de los 53 años.
Una fuente cercana a la defensa de los rugbiers le dijo a Télam que “no es sostenible” el delito que se les imputa y que creen poder cuestionarlo judicialmente para lograr el cambio de calificación.
El fiscal general de Dolores, Diego Escoda, consideró que “la intención de los agresores era matar a Fernando” y que eso queda en evidencia por la violencia con la que golpearon a la víctima y la forma en la que actuaron, impidiendo incluso que fuera asistido por sus amigos. "Lo que sostiene la fiscalía y, al menos hasta ahora comparte el juzgado, es que ellos salen con la intención de dar muerte, predestinados a golpearlo hasta este resultado. Y la alevosía se da porque los golpes se dan cuando la víctima estaba de espaldas y con la superioridad numérica entendemos que actuaron sobre seguro”, explicó. "Hay una persona desvanecida que se la sigue golpeando, hay un dolo directo. Luego será un tribunal criminal quien decida”. Además, Escoda señaló en declaraciones a radio La Red que al momento de ser detenidos, horas después del hecho, los rugbiers no estaban alcoholizados.
El funcionario judicial también adelantó que se llevará a cabo una prueba para tratar de determinar quién aplicó el golpe mortal: “Se va a realizar una pericia scopométrica, que es el cotejo entre el dibujo de la zapatilla y una impronta que hay en el rostro de la víctima para ver si coincide con el calzado", explicó en diálogo con TN.
El próximo lunes, comenzarán a peritarse los celulares de los 11 involucrados (incluido el de Pablo Ventura). La tarea estará a cargo de la División de Operaciones Técnicas de la Agencia Regional de la Policía Federal Argentina, ubicada en Mar del Plata.
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